Capítulo 6

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Si cada vez que me despierte lo haré así, vale la pena dormir temprano cada noche.

Mis ojos se abren despacio.
V¿Por qué no cerré las cortinas anoche?

Ahora la luz se colaba por la ventana. Mejor voy y corro las cortinas.
En un intento fallido por pararme me percató de que las sábanas me tienen bien atadas, los ojos me pesaban pero debía intentarlo.

Nuevamente levanto los brazos pero no puedo.

- Estate quieta Hanna - murmura una voz ronca en mis oídos y me obligó a mi misma a abrir los ojos.

Con un esfuerzo sobrenatural me libero de lo que me mantenía atada.

- Me haz pegado un susto de muerte Jacob - murmuró cuando le veo.
¡Dios! Este hombre me va a matar y dudo que sea de un susto.

Casi completamente desnudo lo visualizo sobre mi cama e instintivamente me miro a mi.
Aún llevo puesta la ropa de ayer.

- Ven - dice y me abre espacio en la cama, fue inevitable no enmarcar mi ceja.

Pero hago caso y me siento en la cama.

- ¿Como amaneciste? - pregunto algo tímida.

Claro ahora si soy tímida pero invitarlo a quedarse a dormir en mi casa anoche no fue para nada un acto de timidez.

- Si amanecer contigo en mis brazos no es amanecer bien no se que lo sea - sonrió. Pero si está para comérselo.

- ¿Qué hora es? - pregunto y lo veo incorporarse a tomar su celular y mirar.

- 7:19 - responde y me sonríe.

- ¿No tienes trabajo? - pregunto. ¡Dios! Pero debo preguntarlo antes de meterlo a dormir conmigo, me siento a su lado.

- No ¿y tú? - suspiro.

- No, antes de ayer tuve una entrevista y me llamarán el lunes si he quedado - respondo.

- ¿Te gustaría hacer algo hoy? - Eso sono a propuesta indecente.

- Antes de nada me voy a duchar - me pongo de pie antes de que está conversación tome otro rumbo - Creo que por ahí hay ropa deportiva masculina - me mira enarcando una ceja ¡Hay pero que sexy! - Es que me gusta la ropa de hombre - se ríe a carcajada.

- Si, la palabra que te define es especial - salta de la cama y hay lo contempló.

Tierra tragame.

Si este hombre está para cogerselo en cada esquina.

- Yo me voy - digo y literal salgo corriendo al baño, cierro la puerta y lo único que escucho es su risa.

Me despojó de toda mi ropa y me meto a la ducha. Dios pero que mañana más calenturienta está.

Después de unos minutos duchandome doy por terminada mi labor y salgo envuelta en una toalla.
Sólo espero que Jacob este abajo en la sala o la cocina.

Pero ahí está, con unos pantalones cortos de deportes y una camiseta del Real Madrid, mi equipo favorito de Fútbol.

- Exhibicionista - escucho que murmura y eso me saca de mis pensamientos para nada pervertidos.

- Tal vez si sales me podría vestir - murmuró muy bajito sabiendo que en lo muy profundo no quiero que el se vaya.

- Estas segura que quieres que me vaya - ¡Ay no! Ya se puso en plan seductor.

- Yo...no... digo si - era inevitable no estar confundida.

- Parece que no - posa su mano en mi mejilla y la acaricia - Te quiero - murmura y se acerca pero no me besa, espera mi consentimiento y yo tomo la iniciativa y lo beso.

PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora