Mientras saliamos de la galeria una idea abordo mis pensamientos y me detengo.
- ¿Pasa algo? - Pregunta Jack.
Y yo sonrio.
- Las llaves - digo extendiendo la mano vacia.
- ¿Cómo? - pregunta con el ceño arrugado y yo me encojo de hombros.
- Tendras una tercera cita, conmigo, hoy - él sonrie y me entrega las llaves del coche.
- Como usted mande Señorita Castillo - dice mientras me abre la puerta del piloto.
Arranco el auto e inicio el viaje de nuestro destino. Son las 4:14 de la tarde pero que rapido ha pasado el día.
- ¿Eres vegetariano? - indago.
- No - me miro y yo alzo mi ceja - ¿Por qué la pregunta? - inquiere. Y yo me encojo de hombros.
- Curiosidad - le guiño un ojo.
Pocos minutos despues aparco.
- Eres la chica mas especial que he conocido - dice y rompe a carcajadas.
Yo abro la puerta del coche y doy la vuelta para abrir su puerta.
- Señor Sanders - digo y espero a que salga.
- No lo creo - murmura y yo sonrio.
- Te he sorprendido - digo y tomo su mano para dirigirlo dentro del local.
- Desde que te conoci no haz hecho más que sorprenderme - dice y entra - Pero con esto de la pizzería te la haz rifado - sonrió. He estado de muy sonrisita hoy.
- ¿Qué te puedo decir? - tomó asiento en una mesa y esto me recuerda a nuestra primera cita.
- Recuerdas lo de ayer en el Davi'S- asiento - Con que lo vuelvas a decir es suficiente.-
- Señor Sanders está usted muy coqueto está noche - murmuró muy bajo sólo para que él me escuche.
- ¿Qué van a pedir? - nos pregunta un mesero que me sonríe muy coqueto para mi gusto.
- Queremos una Pizza para llevar - dice Jack un poco ¿Celoso? Y mi ceño se frunce.
Pero antes de poder decir algo el chico se retira.
- ¿Para llevar? - pregunto.
- Te estaba mirando mucho - se encoje de hombros y yo me cambio de asiento con los brazos cruzados.
- ¿Es usted celoso Jacob Sanders? - pregunto a su oido.
- Más de lo que le gustaría Hanna Castillo - susurra de igual manera.
- Su pedido está listo - nos interrumpe el mesero.
Jacob se pone de pie y va por la pizza cuando regresa me pongo de pie para salir.
- Pizza en el coche no estaba dentro de mis planes pero espero que no te aya molestado - murmura.
- ¿Quién dijo que comeriamos en el coche? - él me mira con algo de curiosidad - Vamos a mi departamento.-
- Es usted rápida Señorita Castillo - dice mientras me abre la puerta del copiloto.
- Y usted mal pensado - digo y el hecha la cabeza hacia atrás mientras se carcajea - Pero ya que menciono mi departamento ¿Cómo haz sabido donde vivo? - él se sonroja.
Un hombre tan atractivo y con 29 años sonrojandose, este mundo se acabó.
- Busque por ahí - dice y empezamos el camino a mi casa.
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Perdón
Short StoryTal vez lo que presenciaron mis ojos era la realidad y no lo que quería ver mi corazón, él, el príncipe azul con el que nunca soñé y por alguna razón del destino llegó a mi. El hombre con el que había planeado un futuro, el que me había convencido q...