Perdón

Capítulo 4

Jacob Sanders.

Ese nombre no había abandonado mis pensamientos desde que lo conocí. Eran las 10 de la mañana y tenía una cita con el a las 2:00 pm y mi departamento no era el más organizado que digamos.

Es mejor ponerme a limpiar. Con un suspiro me paro del sofá del balcón y pongo algo de música, lo primero que se escucha en el reproductor es la canción de Traicionera de Sebastián Yatra.

- Vaya - murmuró y me encojo de hombros.

Empiezo a recoger la sala.

Después de una hora de estar limpiando he terminado por fin.
El sonido de mi celular anunciando la llegada de un nuevo mensaje hace acto de presencia.

Jacob
Hola preciosa, espero que estés bien, recuerda que te pasaré a buscar a las 2:00.
                                                   12:17

Hola, si estoy bien y espero que tu también, pero no se si sepas donde vivo.
12:18

Jacob
De eso no te preocupes yo sabre como llegar, paso por ti en unas horas.
12:18

Mejor me voy a arreglar.
Ya de pie delante de mi armario no me queda otra que elegir que ponerme, no se si deba ir formal o informal, ¡Dios! Por que me castigas así.

Después de unos 15 o 20 minutos tratando de elegir que ponerme me decido por una falda y un top, formalmente informal, zapatos altos y a la vez cómodos.

Voy a la ducha tomo un baño de al menos 30 minutos, me visto y seco mi pelo.

Busco mis llaves y miro mi reloj de mano 1:44, tal vez he durado mucho. Me encojo de hombros y decido bajar a la sala a buscar mi celular. Mientras espero decido revisar mis redes sociales, bendito seas Marc Zukember o como sea que se diga, creador de Facebook, después de unos pocos minutos de espera me pongo a dudar si Jacob llegará. No sabe donde vivo.
El sonido del timbre me saca de mis pensamientos a diferencia de mi Karen si tiene modales y solo toca una sola vez.

- Me extrañabas... - digo y me veo callada por mi misma.

- De hecho si - Responde Jack con una sonrisa.

- Yo pensé que era Karen - digo y el sigue con su sonrisa.

- Podemos irnos señorita Castillo - dice y yo rompo a carcajadas.

- De hecho estas muy atractivo - digo mientras tomó mis cosas para salir.

- Gracias - murmura - Lamento no decir lo mismo - mi ceño se frunce - Cualquier adjetivo te quedaría muy corto - susurra en mis oídos y besa mi mejilla. Señor ya puedo morir en paz.

El sonido del ascensor interrumpe la conexión de miradas que se había formado.

- ¿Y Chazzz? - pregunto para romper el silencio, el aire estaba tenso, pero no tenso de incomodidad sino tenso sexualmente.

Él iba con un pantalón negro y una camisa blanca arremangada a los codos y desabotonada los dos primeros botones.

- Chazzz está con mi hermana - Responde unos segundos después.

- ¿Tienes hermanos?  - pregunto un poco sorprendida. Creo que no hablamos de nuestra familia lo suficiente.

- Si, sólo una Josseline tiene tu edad - sonríe.

- Genial - el ascensor se abre y el me permite salir primero.

- Sigueme - dice posando su mano en mi cintura. ¡Dios! Esto se siente de maravilla.