Epílogo

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3 semanas despues...

- ¡¡¡Hanna!!! - gritaba la loca de Karen.

- ¡Déjame dormir Karen! - le respondí.

- Venga vaga que llegaremos tarde - dice tirando de mis sábanas.

Con toda la pereza del mundo me paro de la cama, me doy una ducha de agua fría para ver si podia despertar.

Sólo a ella se le ocurre un vuelo a las 6 de la mañana.

- Se que te encantará y lo mereces - dice y no puedo evitar fulminarla con la mirada - ¡Ya! Me callare - dice y me pasa una tasa de café.

Puede que se estén preguntándose ¿qué diablos está pasando o de qué me perdí? pues les cuento.

Resulta ser que Karen está viviendo con Tonny y sus padres están en luna de miel de reconciliación y nos han regalado unas vacaciones adivinen donde, no lo podía creer, ya empezaba a odiar el Caribe. ¡República Dominicana! Ni más ni menos.

Sabía que por el INMONBRABLE no podía odiar cada lugar que el hubiese pisado.

Pero merecía la muerte.

Salimos del departamento rumbo al aeropuerto casi dormida. Hacemos todo el papeleo y chequeo del billete para poder abordar.

Ya sentada en el avión recuerdo lo que paso el lunes con el que sería mi supuesto trabajo.

Flashback

No quería ir. Algo me decía que no debía ir. Pero soy responsable o eso creo.

Llegué puntual.

- Buenos días - saludo en la recepción y la chica me sonríe.

- Buenos días, ¿Es usted Hanna Castillo? - pregunta y yo asiento.

- Si, así es - le respondo. Ella se pone de pie y me señala el ascensor.

- La encargada de áreas la espera - Me dice y camina delante de mi - Bien serás arquitecta auxiliar, la señorita Mellers se irá hoy, este es su último día - dice y presiona el botón para subir al piso 8.

- La señorita Mellers es la encargada de área - le digo y ella asiente.

- Trabajaras con ella hoy, para que te explique cómo funciona el trabajo - en ese momento el elevador se abre y lo primero que ven mis ojos ven es a Jacob con un ramo de flores blancas y el cuadro que ha hecho de mi.

Me quedo estática y mi vista se dirige a la chica que va saliendo de su oficina con una panza de unos meses. Respiro cortadamente. Esto es una puta broma ¡Si es igual a mi!. El mismo color de pelo y ojos la estatura. ¡Puta broma!

- Es su prometido - Me dice la chica al verme observando la escena.

Sin ver más presionó el botón para descender.

¡Puta vida!

Fin del flashback

Me engañó de todas las formas posibles.

- Me puedes decir ¿por qué tengo que ir ahí? - pregunto.

- Porque nos HAN regalado las vacaciones a AMBAS - dice y se recuesta a dormir.

Yo hago lo mismo, pues que más da.

Él, él y él. Era imposible que lo sacará de mis pensamientos, pero podía ahogar mi dolor o al menos olvidar por unos minutos, tal vez horas.

Con ese pensamiento le di un último trago a mi vodka.

- Hermosa, digamos que inteligente, de buen aguante y ¿despechada? - ahora no.

- Y sin ningún tipo de humor para cargar con ningún tipo de bromas imbécil - dije din dignarme a mirarle. No quería perder mi tiempo.

- Agresiva - dijo y sentí un poco de ¿deseo?  de golpearlo cuando hablo me gire para enfrentarle.

- Y sin ningún tipo de ganas de soportarte - ¿Le conocía? Pues, no. Pero no iba a negar que tenía una mirada de mil pecados.

Venga que aún siento y sus ojos me habían atrapado, pero bien que había aprendido a no confiar en un tipo de una noche a otra.

Si, me había enamorado de Jacob Sanders y lo peor de todo es que tan fácil como entró no podía salir.

Salí del bar del hotel.
Me encantaba República Dominicana, no era una isla más era todo lo contrario a eso, era un pedaso de pecado a disfrutar, sus playas, el sol, las personas, era absolutamente todo pero de alguna manera saber que Jacob disfrutó de esto me hacía no poder olvidarle.

¡Solo fue una semana sacatelo de la cabeza tia!

Decirlo, puff, muy fácil. Lograrlo casi una misión imposible y no como la película donde todo termino como lo que es ficción, no, está era la realidad.

Cumplir el dicho de que un clavo saca otro clavo, podría pero lo peor sería recordar porque lo hacía.

- No te estoy pidiendo que te acuestes conmigo - me gire y le encare, ni me había fijado que iba caminando por la playa - bueno no de manera directa pero... - le interrumpo.

- No estoy para caridad - le sonreí- Gracias - y salí del lugar. ¿Que si había quedado estupefacto?, un poco dramatico pero, si, la había hecho.

No me moleste en preguntar su nombre, pues para que lo quería.

Lo único que no imagine en ese instante era que ese acosador que me había llamado agresiva se volvería un tremendo cayó.

Y menos lo que ocurriría unas semanas después.....

FIN

PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora