7u7 Odio tener que hacer sonar esto como un anuncio publicitario xd pero cree una fic nueva y si les llama la atención la historia, pasen a echarle un ojo :'3 veré si subo otro cap hoy
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Llegué a mi casa y a penas puse un pie dentro de ella mis papás aparecieron justo frente a mí, mi mamá con las manos sobre su cintura y mi papá estaba de brazos cruzados. Ambos mantenían el ceño fruncido y casi podía escuchar que gruñeran. Se veían muy enojados, y por supuesto que también lo estaban.
Sonreí a medias y a penas alcé la mirada, me avergonzaba verlos estando de ese ánimo. Me escabullí pasando a un lado de ellos y me fui directo a la cocina para prepararme una taza de té, aunque claro que fueron detrás de mí y no tardaron en pararse a mi lado. Respiré profundo y expulsé el aire contenido, ya estaba listo para recibir la regañada de mi vida.
— Anata wa dokodesu ka? Anata wa sonotoki o mite imasu ka? (¿Dónde estabas? ¿Ves la hora que es?). — preguntó mi padre con un tono de voz bastante grave, estaba que echaba fuego por las orejas.
— Si quieren saber, responderé en español. — respondí sorbiendo delicadamente de mi té y mi padre enfureció más. Estaba por soltar otra palabra, posiblemente un insulto, y mi madre lo detuvo tomándole del brazo.
— Solo dinos Josh. ¿Dónde pasaste la noche?
— C-C-Con... — tartamudeé y me guardé la ultima palabra al darme cuenta de lo peligrosa que se escuchaba esa oración. — con Tyler.
— ¿Dulmielon en la misma cama? — dijo mi madre con una ceja alzada. Mi padre se había quedado mudo y solo lo oía refunfuñar bajito mientras se frotaba las sienes.
— Pues... obvio. — contesté sin filtro, siempre me había gustado retarlos, pero creo que estaba yendo un poquito lejos esta vez. — no tiene nada de malo, no es la primera vez que dormimos juntos. No hicimos nada.
Coloqué la tacita de porcelana dentro del fregadero y limpié mi boca con la manga de mi suéter. Les dirigí una mirada rápida para luego, pasar de prisa junto a ellos con la cabeza hacia abajo. Se dieron vuelta nuevamente y fueron tras de mí, pretendía encerrarme en mi habitación pero mi padre me agarró del brazo y me jaló con fuerza hacia él. Mi cuerpo dio vuelta con brusquedad que caí al suelo sobre mis rodillas. Me levanté rápidamente, quejándome del dolor y encaré a mi padre con la intención de incomodarlo. Solo unos segundos separaban aquella situación para que los dos comenzáramos a lanzarnos golpes.
Mi madre irrumpió y se interpuso entre los dos para separarnos, yo me di vuelta y me mantuve de brazos cruzados, mirando hacia un punto inexistente, pensando en todo lo que podría estar a punto de pasar.
— ¿¡Nada!? — gritó mi padre y me señaló con el dedo. — ¿¡y qué demonios tienes en el cuello!?
Palpé mi cuello con los dedos y aunque no pude sentir ninguna "protuberancia", recordé todos los moretones y marcas rojas que Tyler me había dejado.
