Cuando acabe de hablar con Zayn por tlf., fuimos a comprarnos ropa ya que íbamos a estar dos semanas aquí y no trajimos casi nada de ropa.
Cuando ya íbamos con las manos llenas de tantas bolsas, fuimos a dejarlas al coche.
Entramos al coche y empezamos a pensar donde ir.
Eran ya las 12:30 y fuimos al primer bar que vimos.
Pedimos mesas, y vino una niña preciosa a nuestra mesa y nos dijo:
-Hola, podéis echaros una foto conmigo – dijo con una voz dulce.
Nos miramos los cuatro con una cara un tanto extraño y dijimos:
-Claro que sí, pequeña.
Nos pusimos alrededor de ella y ella se puso encima de mis rodillas sentada.
-Gracias – dijo cuándo se iba con su madre.
En ese instante se me cayó una lágrima, esa niña me recordaba a mi prima pequeña, hacia 5 años que no la veía.
-Habéis escuchado lo que ha dicho la niña cuando su madre le ha preguntado quiénes éramos? – dijo Tamara sorprendida.
-No, el que? – dijimos Andrea, Edurne y yo.
-Que éramos las novias de los chicos y Aitor, era un amigo que conocieron en Madrid y se han hecho muy amigo de él.
-¿Hola, y quien se supone que lo ha publicado? – dije yo riéndome.
Miremos el móvil y vimos los twitter de los chicos:
-Han puesto una foto nuestra con ellos, chicos – dijo Andrea.
-Me encanta ya estamos en el mundo del famoseo chicos – dijo Edurne, dando una pequeña carcajada.
Y nos reímos todos.
Vino el camarero, a traernos la comida, comimos tranquilamente y a la salida del restaurante, había un chico, lo miré bien, y era Paul.
¿Qué hacía ahí?
Se lo dije a las chicas, y fuimos hacia él, para que pasaba.
-Paul, que pasa? – dije.
-Chicos, necesito el coche, tengo que ir a por unas cosas para los chicos.
Fuimos al coche, y Paul nos llevó a casa, cogimos las bolsas de la ropa y Paul se marchó.
-Muy bien chicos – dijo Tamara, mientras daba un aplauso.
-¿Tamara?¿Qué pasa? – preguntó Andrea.
-Las llaves – dije yo.
-Tengo una idea – dijo Edurne.
Edurne decía de saltar por la ventana del baño, eran unos 4 metros, poniendo a la más alta abajo y después a otra alta e los hombros.