Me desperté, estaban todos ya despiertos y preparados para bajar del avión.
Me asomé a la ventana del avión, y justamente estábamos pasando por el London Eye, quedaban 5 minutos para aterrizar.
Íbamos a cercándonos a tierra, en un minuto estaba pisando tierras inglesas.
Apunto de aterrizar y que el avión hiciese ese ruido tan extraño, me giré y vi a Edurne y a Liam de la mano, no estaba nada extrañado, al fin acaban juntos pensé.
Cuando aterrizamos, el avión nos dejó en la puerta trasera, para no pasar por la puerta normal y con toda la multitud de gente.
-Ya estáis en nuestras tierras – dijo Liam.
Cogimos las maletas, y fuimos a la furgoneta, y Paul nos llevó a la casa que tenían los chicos en común.
Cuando llegamos a la puerta de la casa, era normal, una cosa como todas, solo que por dentro se notaba la diferencia.
Cuando entramos, nos dirigieron a la habitación en la que íbamos a dormir, dormíamos como en el hotel, solo que las habitaciones eran mucho más grandes.
Cuando acabaron de enseñarnos la casa, fueron a la mejor parte de la casa, por lo menos para mí.
Bajamos al sótano y ahí, estar ahí era el sueño de todo directioner. Esa habitación tenia demasiados posters de los chicos, un mueblo con todos los CD’s, libros, la película y las actuaciones individual y en conjunto, de cuando estaban en The X Factor.
-Quiero quedarme aquí y no salir jamás – dijimos Edurne, Tamara, Andrea y yo flipando.
Los chicos se miraron y se rieron.
-Bueno, subamos al salón – dijo Louis.
Mientras subíamos escuchamos unos gritos de bebes. Niall que iba el primero dijo:
-Tranquilos, no os asustéis es mi sobrino.
-Oh Theo! – dijeron los chicos con una voz dulce.
Tenía unas ganas de ver al pequeño Theo!
Cuando entramos al salón, saludamos al hermano de Niall y a su cuñada.
La verdad que la familia Horan, era muy simpática.
El pequeño Theo, era un amor, me encantaba ese niño, era tan gracioso como su tío.