ESTO NO ES UNA CRÓNICA.

DÍA 4: GALLETAS.

DIA 4:

GALLETAS.

Entró al despacho, de lo más tranquilo y contento.

― Buenos días Gaara-niisama ―dijo de forma alegre el niño, para luego sentarse en el asiento que le invito su anfitrión―. Es grato siempre verlo, pero dígame ¿Cuál es el motivo de mi llamada? Espero que sea algo bueno.

Gaara tenía una expresión seria en su rostro, no parecía para, ser portador de buenas noticias.

― Ah, bienvenido, Draco-sama ―emitió por cortesía este, mientras apoyaba sus codos doblados hacia abajo, en la superficie de la mesa, para juntar los dedos de ambas manos arriba, apoyando su mentón en este―. Hay algo que quería discutir con usted ―deslizó una de sus manos, para situar en el centro de su escritorio, una caja de regalo, bonita a la vista―. Para ser más exacto, este regalo ―objetó.

El Taiyō acercó la mirada al objeto, y lo estudió con detenimiento.

Leyó de quien se trataba el remitente, y a quien estaba destinada.

Soltó una enorme sonrisa al terminar.

― Oh, mi hermana le ha dado este presente ―cada palabra suya desbordaba entusiasmo―. Yo sabía que esto tenia tintes románticos ―fantaseó abiertamente, para luego detenerse en seco y poner cara seria―. Gaara-niisama... ¿acaso usted me ha llamado para pedirme permiso, como único familiar de mi onee-chan, para invitarla a salir, o corresponder sus sentimientos? ―terminó expresando, poniendo una cara graciosa, como si fuese el "padre responsable, con pipa en mano, que observa metódicamente al pretendiente de su hija".

― Siento bajarlo de su nube, pero... estoy completamente seguro que esta caja no me la envió Ann-sama ―expresó el pelirrojo de manera tajante, haciendo que el mini rubio se pusiera alerta de manera disimulada.

― ¿Eh? ¿Pero qué cosas dice? No hay dudas, esa caja está firmada con el puño de mi hermana ―el niño agarró la caja y apunto a la escritura en ella―. ¿Acaso no reconoce la autenticidad de su letra?

― Justo por eso, estoy seguro que fue otra persona, con otras intenciones, quien envió este regalo ― indico el Kazekage, mientras cambiaba de pose en su asiento, alejándose de la superficie del escritorio, cruzando los brazos y apoyándose en el respaldo de su silla―. Estoy seguro que usted podrá decirme quien lo hizo.

Draco entreabrió los ojos consternado, posó la caja en el escritorio, y trató de tranquilizarse, intentando demostrar que no sabía nada del asunto.

― Lo siento, pero si no es algo que fue hecho por mi hermana, no tengo idea de quien pudo haberlo hecho ― enunció con seguridad en su voz.

Gaara lo miró por unos segundos en silencio. Entrecerró su delineada y oscura mirada, mientras que, sus ojos color turquesa, lo acusaban.

― Draco-sama... puedo sentir el elevado nivel de falsedad que ocultan sus palabras ―soltó de forma directa el pelirrojo, con seriedad, pero de forma tranquila, ya que no quería provocarle miedo a su visita. Era solo un niño y sus intenciones no eran del todo malas―. Yo tengo una muy buena impresión de usted, pero luego de esto, ya no sé si verlo con el mismo respeto...

Eso último, destruyó moralmente a su oyente, haciendo que se rinda.

― Esta bien, está bien, lo confieso, fui yo ―admitió con pena y nervios, mientras bajaba su mirada al suelo―. Yo solo quería que usted y mi hermana se llevaran mejor, pensé que si aprovechaba esto de "San Valentín" podría hacer algún avance, hacer de cupido... y... usted supongo que puede imaginarse el final...