En la preparatoria, el chico Grazer formaba parte del grupo popular de la escuela; era jugador del equipo de futbol americano, atractivo por donde lo miraran, e iba a todas las fiestas de sus "amigos".
A diferencia del atleta, el pelinegro prefería estar lo más alejado posible de ser un centro de atención; formaba parte del club de música, era atractivo para un reducido número de personas, odiaba salir a fiestas solo, y era nuevo en la escuela. Finn debío recursar un año cuando era pequeño, por lo cual estaba en una clase "inferior" a la de su edad.
Los chicos se conocieron a mediados de año, a pesar de que iban a la misma clase. Ese día estaban entregando los anuarios de la preparatoria. El chico Grazer se dirigía a la biblioteca para retirar su anuario junto a algunos de sus compañeros de equipo.
Caminaban por los pasillos con aire de grandeza, alzando el mentón y provocando respeto en todos los que estaban en su camino. El castaño iba en el frente del grupo, mirando a Los ojos a todo aquel que pasaba. Ellos eran reconocidos por llevar la típica chaqueta bordó y blanca del equipo deportivo.
Al llegar a la biblioteca, todos se despidieron del pecoso, ya que era el único interesado en comprarse el anuario. Este entró y se dirigió al gran escritorio de caoba, donde se encontraba Grace, la bibliotecaria de unos treinta y cinco años, con cabello rojizo y gafas negras.
-Buenos días-saludó el atleta-. Vengo por el anuario.-dijo echando un vistazo general al lugar a su alrededor.
-¿Nombre?-preguntó desinteresada.
-Jack Grazer.-el castaño odiaba su segundo nombre, por lo cual no lo nombraba.
La bibliotecaria asintió con un gesto de cabeza, y buscó el gran libro con las fotos que se tomaron durante el año. El pecoso, impaciente, comenzó a tamborilear con sus dedos sobre la madera de aquel gran escritorio, el cual estaba adornado con una vieja computadora, una pequeña lámpara, y sellos esparcidos sobre la superficie. La bibliotecaria se levantó repentinamente y sacó un pesado libro, el cual tenía imprento en el frente el nombre de la escuela y el año.
-Aquí está.-dijo Grace soltando el pesado libro sobre el mueble de caoba-¿Jack Dylan Grazer, cierto?-preguntó la mujer alzando una de sus finas cejas.
-Sólo "Jack Grazer"-aclaró-. Y sí, soy yo.
El joven atleta se despidió y salió de la biblioteca mientras sonaba la chicharra que anunciaba el fin del día. Jack salió del lugar dándole un vistazo a las finas hojas del anuario, pero no divisó al pelinegro que venía cabizbajo y oyendo música.
El chico de cabello ruloso alzó la mirada justo en el momento del impacto. El anuario voló y luego cayó al suelo, impactando y arruinando una de las esquinas. Ambos pecosos cayeron sentados al suelo.
-Fíjate por donde vas...-dijo el castaño al chico con quien chocó.
Este último levantó la mirada, chocándose con los profundos ojos cafés del atleta, quien observaba con atención casa movimiento del pelinegro.
-L-lo siento.-dijo Finn levantándose rápidamente del suelo, extendiéndole una mano al atleta, quien aceptó la ayuda.
-Soy Jack-dijo este extendiéndo la mano hacia el chico de cabello ruloso, al cual acababa de conocer-. Tú eres...
-Finn... Finn Wolfhard-respondió estrechando su mano con la del castaño-. Va-vamos a la misma clase.
El castaño dudó de las palabras del chico, buscando en su mente algún recuerdo en el que estuviese el pelinegro. Frunció el entecejo, ya que nunca había notado la presencia de este.
-Lo siento... pero no recuerdo haberte visto...
-Oh... Soy nuevo.
El castaño asintió levemente con la cabeza, y el pelinegro desvió la mirada, cubriendo su sonrojo y una leve sonrisa con sus rulos, pero aún así, el atleta lo había notado.
-Bueno, Finn-dijo Jack luego de un silenio incómodo-. Nos vemos en clase.
El menor hizo un gesto con la cabeza despidiéndose, y dándo media vuelta para iniciar camino hacia su casa. Finn, quien no podía apartar su mirada de aquel chico con el que se había topado, se despidió con un "adiós" inaudible y un gesto con la mano.
El pelinegro se le quedó viendo hasta que el atleta desapareciera de su vista. Sin saber en qué momento, su corazón comenzó a latir con más fuerza, y cada latido nombraba al chico Grazer, el cual Finn ya tenía en su mente; el chico de cabello ruloso observaba al castaño desde su primer día de clases, aunque nunca se hubiese animado a hablarle.
Corrió hasta la salida de la escuela, buscando con la mirada a aquel chico que invadió su vida, interviniendo en sus pensamientos y latidos solo con un nombre: Jack. No lo encontró, pero recordó cada facción del castaño, cada una de sus pecas y su linda sonrisa.
Jack tampoco podía sacarse de la cabeza a aquel chico que nunca había visto. Sus pensamientos solo se centraban en sus rulos, su dulce sonrisa, y en cada una de sus pecas. La voz del pelinegro invadió su mente todo el transcurso hasta su casa, provocando que, de vez en cuando, el castaño cierre los ojos, recordando cada detalle de su inesperado encuentro.
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Can we try again? [fack] //CANCELADA//
Fanfic-Hola soy yo...Me preguntaba si después de todos estos años te gustaría que quedásemos para analizarlo todo. Dicen que el tiempo cura, pero a mí no me ha curado demasiado. __________________________________________________ Las cosas que te hicieron...