III. ¿Por qué?

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-¿Jack?-preguntó el pelinegro, sorprendido por haber recibido respuesta a su llamado.

El castaño había levantado el teléfono, sin esperar que el dueño de la llamada sea el canadiense al cual se le había atrevido a hablar luego de dos años sin contacto alguno.

-¿Finn?-vaciló Jack con la boca entreabierta por la sorpresa.

Ambos chicos se quedaron atónitos al volver a oír sus voces; para ellos habían pasado siglos desde que no se hablaban. El castaño se reclinó en su asiento, intentando creer que era Finn el dueño de esa llamada, y el pelingero se paró de un salto, para luego apoyarse contra la fría y blanca pared que tenía a sus espaldas.

-¿Cómo has estado?-rompió el hielo Finn.

El castañó vaciló ante esa pregunta. No sabía si responder falsamente diciendo "Bien, ¿y tú?", o si decirle "Pensando en tí". Optó por la primera opción.

-Bien...¿Y tú, Finn?

-Yo bien-respondió el pelinegro-. El éxito de la banda está creciendo-le comentó al castaño-¿Recuerdas a "Calpurnia"?

-Oh... Sí, claro...-el castaño se sentía nervioso al hablar con el pelingero; estaba esperando a que el otro chico pregunte por la rareza de su llamada, lo cual hizo.

-Jack...-dijo el canadiense-. ¿Por qué lo has hecho?-soltó luego de una breve pausa para poder aclarar qué le diría al castaño.

Aunque ya esperaba eso, el castaño quedó atónito ante la pregunta que Finn había hecho; no sabía si hablaba de "por qué la repentina llamada" o "por qué lo hirió". Pestañó varias veces para luego abrir la boca, y dejar salir palabras incoherentes.

-Em... Yo...-comenzó el castaño- Finn...

El pelinegro revolvió su cabello y se sentó nuevamente en la cama. Esperó unos breves segundos para saber si el castaño volvería a hablar, pero no lo hizo.

-¿Por qué te decides a llamar luego de todo este tiempo?-preguntó Finn con el corazón galopando con todas sus fuerzas en el pecho-¿Por qué no cuando lo arruinaste todo? ¿O por qué no mejor dejarlo todo como estaba y no marcabas mi estúpido número?

La voz del chico con cabello ruloso, comenzaba a elevarse. Este sentía como toda la furia acumulada durante los primeros meses luego del rompimiento volvía a él. El ruido agudo volvió a hacerse presente, anulando todo ruido a su alrededor, exceptuando la voz del castaño.

El veinteañero no supo qué contestar ante las preguntas propuestas por el pelinegro. Suspiró sin emitir sonido, buscando las palabras correctas para decirle a aquel viejo amor al que le atormentaba responderle.

-Finn... Yo... Lo siento, ¿si?-escupió una de una vez- No quise herirte... Ni a ti, ni a mi.

-Si querías reparar las cosas-dijo con una pizca de amargura en sus palabras-, hubieses llamado hace dos años.... ¡Dos años!-casi gritó.

El castaño sentía como la angustia que le causaban las palabras del canadiense se acumulaba en su garganta, sin dejarlo respirar con normalidad, y sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas que amenazaban con romper en llanto, pero que no lo hicieron.

-Lo sé, Finn...

-¿Lo sabes?-preguntó irónico levantándose de su cama-¿Qué sabes?

-¡Sé que fui un completo idiota, Finn!-gritó-Sé que me odiaste y que me sigues odiando, o al menos eso es lo que siento-dijo bajando un poco la tonalidad de su voz-. Sé que debí llamar antes para arreglarlo todo, y no cuando tú ya me olvidaste...

Can we try again? [fack]  //CANCELADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora