Can we try again? [fack] //CANCELADA//

VI. ¿Es cierto? (Jack)

Sorprendido por el mensaje recibido de un desconocido, el castaño abrió el nuevo chat, encontrándose con un simple "Hola". Dudó al momento de responder al mensaje, ya que no esperaba recibir nada. Se sentó en la orilla de la cama mientras que la curiosidad abundaba en su mente.

×

Hola

Hola, ¿Quién eres?

Finn.
×

El castaño quedó petrificado al leer el nombre del "desconocido". En ese instante, pudo recordar que, al final de la llamada con el pelinegro, este le había pedido su número celular. No sabía si alegrarse y contestar porque el pelinegro le había hablado voluntariamente, o si dejar visto el mensaje y pensar en qué podría estar pasando por la mente de Finn en ese momento.

Se quedó con el celular en mano durante varios largos segundos, decidiéndo si contestarle al pelinegro o no. Dejó el celular sobre la mesa, apagando la pantalla. Se sentó en el sofá, apoyando sus codos en sus piernas y sosteniendo su cabeza con ambas manos. Pensaba en cuales serían las diversas posibilidades de conversación causantes del mensaje de Finn. Llegó a pensar que era un idiota, ya que él quería que lo suyo retomase el camino abandonado, pero aún así no tomó el móvil.

-¿Qué hago ahora?-se preguntó a si mismo en voz alta.

Comenzó a dar vueltas por la sala, pensando en las dos simples palabras que había enviado el canadiense. "Si él lo hace—pensó—, yo también debería de poder hacerlo, ¿cierto?".

Optó por tomar el celular y contestarle al pelinegro que esperaba con anisas su respuesta, pero el problema era que no sabía qué contestarle. En su mente se formularon varias formas de comenzar el diálogo con el canadiense, pero decidió utilizar la más común.

×

Oh, hola, Finn.

¿Cómo has estado?

×

Se sintió como un completo idiota al hacer esa pregunta, ya que acababan de hablar hace menos de veinticuatro horas, y en lo único que ambos pensaban, era en el otro.

×

Bien... Gracias.

×

Ése fue el momento en el que no supo como seguir la pequeña conversación. Jack comenzó caminar por todo su apartamento mirando la pantalla de su teléfono celular, pensando en cómo continuar lo que había comenzado el pelinegro.

×

¿Qué sucede contigo?

¿A qué te refieres, Jack?

Me refiero a ¿por qué de la
nada pediste mi número, luego de
gritarme por teléfono?, ¿y por qué
me hablas si hasta ayer no querías
siquiera recordarme?

×

Jack sintió que esas palabras fueron arrancadas de lo más profundo de su ser y fueron escritas a la fuerza por su inconciente. Creyó que lo que mandó fue muy directo, pero ya no podía borrarlo. Esperó a que el pelinegro contestara para hacer que su corazón latiera sin tanta intensidad, ya que cada latido resonaba en sus oídos.