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*Narradora ____*

Me quedo bajo las sábanas púrpuras, examinando mi complicada existencia mientras miro el sol. El astro rey se alza en el cielo y sus brillantes rayos atraviesan las rendijas de las persianas. Noto un brazo sobre mi espalda desnuda. No quiero saber quien es.  Llevo despierta desde las cinco de la mañana, dedicándome a pensar mientras tengo la vista clavada en el mismo lugar: el sol, la ventana, mi vida.

¡Toc, toc! El golpe en la puerta me sobresalta.

-¡____!-grita alguien detras de la puerta.Lo vuelve a golpear la madera blanca con el puño.

Se me encoge el corazón. Me cubro la cabeza con la almohada, que me palpita y me  da vueltas por culpa de la resaca de la fiesta de anoche La puerta se abre de repente, haciéndome maldecir que  tenga una llave.
Un chico al parecer es el que estaba dormido a mi lado,se despierta.

-¿Quien es?-me pregunta el chico,no le contesto.

-¿Quién eres? -le pregunto con un bostezo.

-No habléis tan fuerte -habla otra voz. «¿Cómo?». No lo he hecho… ¿verdad?
¡Hay dos hombres en la cama! No…, no he podido mantener relaciones sexuales con los dos. Rebusco entre mis recuerdos, pero se quedan en blanco cuando empeze a beber. El alcohol consigue que me perdone todas las transgresiones, pero no ayuda a la mañana siguiente.
Me he quedado paralizada.

-Los dos, fuera de aquí -grita Alan entrando.

-¡Pensé que eramos colegas!¡Sali de aqui ahora mismo!-grita Alan  de nuevo enfadado.

Los dos tipos buscan la ropa con rapidez y se la ponen mientras yo me desintegro debajo de las sábanas, escondiendo la cabeza. Cuando por fin desaparecen, en mi habitación reina el silencio.

Evito su mirada mientras recorre la habitación. Oigo que arruga algo de plástico y echo un vistazo desde la cueva que forma la sábana.
¿Está limpiando?

Me enderezo tras cubrirme el pecho con una parte de la tela.

-¿Qué estás haciendo? -le pregunto.Mi voz sale ahogada y ronca. No responde. Se concentra
en lanzar botellas de cerveza vacías a una bolsa de basura negra donde también está
metiendo algunas prendas de vestir… Masculinas.

Entonces Alan empieza a acercase a mi,pienso que va a pegarme y gritarme pero en cambio no lo hace sólo me besa.

Él sonríe, me pone una mano en el cuello y me besa en la frente antes de que pueda pensar. No me deja alejarme, sin rozarme la oreja con los labios.

-Estoy aquí para ti. Siempre.No necesitas a dos chicos-me dice Alan.

Respiro hondo.

-Tu me basta,quiero estar contigo si es lo que quieres-le digo.

-Siempre-me dice,y me abraza.

Mi acosador (Alan y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora