No volvió a encontrar la felicidad y el amor en otro lugar. No volvió a sentir esa calidez de tener una familia. Seguía extrañando aquel ser que asesinó, al cual no tenía derecho de hacerlo. Al cual traicionó de la peor manera.
¿Por qué no le dejó embarazado como tanto presumía? Al menos así no estaría tan solo... Al menos así tendría un motivo especial para seguir su vida. Así tendría algo de su Bill, algo con que empeñarse cada día para darle felicidad a algo que ahora, ya no existe y jamás existirá.
La culpa lo sigue acosando, no dejándolo descansar. Y aún así, sigue con su vida. No se acerca ni a los humanos ni a los dragones, así como nadie se acerca al castillo.
Han pasado poco más dos décadas desde que se convirtió en dragón aquel mal día donde perdió tantas cosas, e hizo escombros la única oportunidad que tuvo para encontrar su felicidad. No tiene el valor para suicidarse. Sólo se limita a seguir sus investigaciones en su nuevo cuerpo, y aprender cosas sorprendentes sobre esté. Sobre su tipo de magia, si puede hacer más que expulsar fuego de su boca y volar.
Y si, puede. Y entre una de aquellas cosas es volverse un humano, pero sólo por un tiempo limitado, que no va más allá de ocho horas. Y eso que se tardó demasiado en conseguir eso. Y sigue viéndose joven cuando regresa a su forma humana. Como si nunca emvejeciera.
Ya no tiene un lugar al cual regresar, nada llamado familia.
Siguió investigando sobre aquel dragón de escamas blancas, sin tener éxito. Odiandose cada vez más. Siempre, echando todo a perder. Creyendo así que ser tan estúpido como él no merece amor. Y menos un amor cómo Bill le ofreció hace varios años.
Y aunque quiere creer que no todo está perdido.
La tortura es el tiempo que pasa. Resuelve enigmas cuando va explorando, sin alejarse mucho de Gravity Falls.
Ha investigado a las aldeas. Siguen progresando y luchando con los dragones que osan molestarles y robarles su ganado. Su primo se casó ya hace varios años con un príncipe de otro lugar, siendo ahora ambos reyes. Sabe que tiene un hijo al que llamó Marcos el cuál adoptó.
Las estrellas llaman su atención. Incluso siendo un dragón se nota un poco su Osa mayor en su frente. Y ahora ya no se avergüenza de tenerla, es lo único que le hace sentir algo especial, recordando las palabras de su dragón que le decía lo hermosa que es.
Y el único lugar donde todavía hay algo de felicidad, es en sus más profundos sueños. Donde puede perderse en algo que lo ha abandonado. Donde todavía vive su dragón entre ellos para brindarle alegría y cariño.
Pero sabe que se lo tiene merecido. El karma hace su trabajo por todo el daño que le causó a su amado.
Y como hubiese sido desde el inicio, vuelve a estar solo sin nadie que lo amé
Nada ha cambiado.
El sonido de la puerta abrirse hace un poco de eco en el lugar, sacándolo de sus propios pensamientos. Siendo algo casi imposible y extraño.
El viento no es lo suficientemente fuerte como para hacerla abrir por si sola. Y ha pasado bastante tiempo desde la última vez que alguien entró por aquella puerta, que da la bienvenida al ya antiguo castillo.
—¿Hola?¿Hay alguien?— escucha con claridad y fuerza con algunos pasos acompañando.
Entonces hay alguien en el castillo, o al menos en la entrada.
Con sigilo acecha sin ser visto, observando que es un hombre joven quien ha entrado. Entre ansioso y nervioso piensa en lo que debería hacer. Un visitante es muy raro que se haya atrevido a entrar al castillo, ¿Acaso no sabe la historia del dragón azul? Tan sigiloso, rápido y tenebroso como la tormenta al igual que sus escamas. La que la gente se ha inventado según ellos creen es.
El desconocido se adentra un poco más curioseando. Lleva una clase de bolsa detrás suyo. Con una expresión entre aburrida e insatisfecha pero a la vez, seria.
No quiere espantarlo, está vez quiere dejar esa soledad que le está siendo fastidio. Al principio creyó ser lo mejor, estar solo en sus lamentos. Pero ya, ya no puede. Tiene miedo de que el desconocido al verlo se vaya. O intente asesinarlo. Como él hubiese hecho hace bastante tiempo.
Decide entonces convertirse en un humano. Olvidando por completo su desnudez. Aunque se ha acostumbrado más a su forma de Dragón que casi le dio igual estar asi sabiendo que hay un desconocido en su territorio.
Una vez hecho, suspira con pesadez. Que ridículo se ha de ver, perdió de vista al extraño. Pasa tanto tiempo pensando en sí mejor huir, espiarlo sin que sepa que lo está haciendo, o ir directamente con él, que no se da cuenta que lo han descubierto.
Le están familiar.
Y es entonces que se pierde en esos ojos miel que lo estremecen por un momento, los cuales, lo miran con curiosidad y asombro. Sólo está a unos dos metros frente suyo.
Se siente cohibido al ser inspeccionado de esa manera tan...
—Mi nombre es Bill.
«Fin de la Historia»
Ahr, si tiene dudas pues...
:v
Quedan las curiosidades.
Hicimos una referencia en la oración Nada Ha Cambiado, libro/fanfic/Historia de la autora/escritora/usuaria RinOrrala. Recomendamos que la lean si es que no lo han hecho.
Hija de Jaquii :3 ahr...
7u7_LadyPineTree_7u7 te dedicamos esté capítulo (más yo, Jacob ∆w∆) por tus memes tan guays.AlexTheSillyCat por andar de jodona(? Sabes que te queremos
Y a SakuraDemon. Por qué también está haciendo buenos memes ;3;
Y creo que eso sería todo hasta el momento.
En alguna parte...
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"Escombros" ■BillDip ■Editada2024
FanfictionAdvertencia: Universo Alterno {A.U}, Faltas de ortografía (mínimas), Probable Lenguaje Vulgar, Contenido homosexual en especial Yaoi (hombrexhombre). Contenido para mayores de 16 años pero si eres menor y gustas leer el contenido advertido puedes le...