Flecha en el Agua

Pequeño Betta

Bueno fue una sorpresiva noche, después de haber recibido tales visitas las horas no pasaron en mejores términos ya que Roy no dejó de moverse en toda la noche los principios de abstinencia estaban haciendo estragos en el chico; por otro lado Arthur se había quedado con el pendiente de que alguien le observaba a lo lejos.

No podía definir exactamente como pero por alguna razón se sentía observado y por eso cada vez que Roy se movía y terminaba peligrosamente cerca del atlante este se hacía a un lado hasta casi caer de la cama y todo hubiera ido bien de no haber sido porque al final terminó cayendo de la cama—¡Maldición! —musitó para sí a la tercera ocasión que terminó en el suelo, por lo menos el pelirrojo no había visto afectado su sueño, en gran medida—debí tomar unas píldoras yo también— comentó Arthur más para sí que para su acompañante el cual de momento llamó su atención, de buenas a primeras el chico volvió a comenzar a moverse y a sudar profusamente, se movía y estrujaba las sabanas de la cama—Roy...— se acercó para moverlo del hombro pero el chico se removió para no ser tocado

—¡No! — comenzó a gritar bastante alterado el joven inquilino en la cama de Arthur

No tuvo mayores opciones que acercarse como pudo al pelirrojo y someterlo sosteniéndolo por la espalda—Shhhh, shhh... tranquilo Roy— intentaba susurrarle para tranquilizarle y misteriosamente parecía funcionar, el pelirrojo solo balbuceaba y forcejeaba con algo de trabajo, era una bendición que Arthur tuviera fuerza atlante porque así evitaba salir disparado por uno de los golpes del chico.

Fue el momento más tenso de la noche, bueno el segundo, o más bien el tercero ¿desde qué día Arthur no descansaba bien? Se lo preguntó cuándo como zombi abrió los ojos al ser golpeado por la luz del sol; se quedó mirando fijamente las vigas del techo—creo que debería reforzar esas vigas o pintar el techo por lo menos... ¿tú qué opinas? —dirigió su somnoliento dialogo al pelirrojo que se aferraba a él como si de un peluche se tratase

—ummm...— fue todo lo que dijo al chico antes de comenzar a temblar levemente

—Si...eso pensé...—el atlante hizo girar levemente su cuello—bueno suficiente...— con mucho cuidado se deslizo lejos del pelirrojo, tuvo que reemplazar su cuerpo por una almohada para que se "pequeño" inquilino no se despertara, era tiempo de un baño.

Recordó cuando mando a poner la tina en el baño que había ampliado, a Arthur le pareció una exageración de su esposa, después de todo tenían más comodidades en su palacio bajo las aguas, pero después de tantos días con tan mala noche se sentía bien estar remojado hasta el cuello en agua caliente, por eso tardo en salir.

Cuando por fin se decidió a salir únicamente envuelto en una toalla y secándose el cabello sintió un olor a alimentos que se estaban preparando, al parecer Roy ya estaba de pie y estaba cocinando, a decir del atlante el chico cocinaba bastante bien — es bueno ver que estas mejor— conocía su casa de memoria por lo que aun con su toalla moviéndose sobre su cabeza y rostro llegó a la cocina — eso huele bien

—Pues Gracias espero que te guste...

—Carajo...— era una voz que no esperaba encontrar en la cocina

—¿sorprendido? — le dijeron de manera amena y dulce

—Un poco, no esperaba verte por aquí — Arthur se acercó a la mesa con algo de miedo—¿sucede algo Mera?

—nada de eso Arthur— la mujer seguía moviéndose por la cocina mientras seguía cocinando cosas— es normal que quiera hacerle el desayuno a mi esposo— la mujer tomó un par de huevos y los reventó en la sartén— y pues bueno aprovechando cocinaré para tu inquilino, por cierto ¿Cómo durmió?