Entre Relámpagos

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La tormenta no cedía se había puesto muy brava inmediatamente después de que Cruzara la puerta de su casa en compañía de Roy, llevándolo en brazos casi todo el camino y después en la pose de un costal de papas—ok chico ¿Dónde será bueno ponerte? —buscaba con la vista en donde colocar al chico—quizá por aquí—hizo por dejarlo en el sofá, lo recostó con cuidado y le quitó los zapatos—es más grande de lo que parece... o el sofá es demasiado pequeño—los pies de Roy sobresalían por encima del apoya brazos, suspiró con desgano.

Lo levantó de nuevo y lo llevó consigo en brazos directo a su habitación—supongo que así se está mejor ¿no crees Roy? — el mencionado no se movió ni un poco—cierto, cierto estas inconsciente...—Arthur le hablaba como si en verdad el chico le estuviera haciendo caso. ¿Por qué? Se preguntaba que hacia tan lejos de casa, en un sitio que no conocía, bien lo sabía Arthur de todos los miembros de la liga era el que menos visitas recibía de sus compañeros, ya ni decir nada de los ayudantes de estos—como sea— estaba dispuesto a salirse de la habitación cuando noto un movimiento extraño.

—Grr...—Fue un ligero gruñido de parte del pelirrojo quien se retorció un poco, estaba temblando por el frío.

Arthur se dio un golpe en la frente, él estaba acostumbrado a andar mojado, es decir el agua y el frio no hacían gran cosa en él, pero Roy seguía aun con la ropa mojada—ni hablar—dijo para sí, mientras se aproximaba para quitarle la ropa y mantenerlo caliente.

Lo envolvió en una frazada bastante gruesa y le toco la frente, le había bajado la temperatura demasiado y había la gran posibilidad de que le diera algún malestar respiratorio, sin mencionar que había tragado bastante agua y además se veía bastante golpeado, le observo con detenimiento y notó muchos moretones, raspones y demás... y más de un tatuaje—¿Qué te paso? — nunca le dio la impresión de que fuera esa clase de chico.

Meditó un segundo mientras le aplicaba desinfectante en las heridas y le vendaba algunas cortadas, tenía algunos raspones que comenzaban a infectarse, sí era lógico que Roy fuera un poco altanero, igual que lo es Oliver, los asistentes siempre son un reflejo de sus mentores los Robin habían sido un reflejo de Bruce de alguna de sus características, ya sea en lo metódico, en lo frio o en lo decidido inclusive él había tenido un par de compañeros, Sonrió de medio lado al recordarlo—con esto basta— guardó silencio.

—el me parece muy buen peleador, es sin duda un elemento valioso mi rey— esa fue la impresión de Kaldur el día que lo conoció— aunque tiene como dicen los de la superficie "la boca muy floja"

—Viniendo de vivir con Ollie me sorprende que no tenga "floja" otra cosa— Kaldur no entendió mucho de esa broma, era un chico serio y por tanto muy respetuoso— siempre tengo que explicarte los chistes Kaldur—el chico se apenó por el comentario de su mentor— pero no importa así me divierto el doble— el moreno sonrió por la afirmación de su Rey

—¡Oh si Arthur! Deberías verlo en acción cuando se pone a trabajar rivaliza con cualquiera de los grandes—Garth lucía bastante emocionado cuando hablaba de la primera vez que conoció a Roy

—¿Con cualquiera? —Garth vio una ligera cara de preocupación en su mentor

—¡No! ¡No quise decir eso! ¡Tú eres el mejor! — Arthur sonrió ante el comentario de su compañero.

—Claro que si... y tú lo haces muy bien también chico—le revolvió el pelo y le hizo una seña— ahora volvamos a casa— ambos se arrojaron al mar.

Se sacudió la cabeza para borrar esos recuerdos, colocó la última venda y se retiró un poco del muchacho, ahora debía dejarlo descansar.

Subió los escalones, la casa era pequeña pero era suficiente y se le hacía en ocasiones mucho más cómoda que ese gran palacio bajo el océano; cada di aba al menos dos veces al faro cuando caia la noche y cuando despuntaba el alba, y más que por un asunto romántico acudía ahí por una promesa, la que le había hecho a su padre: mantener encendido el faro, ser esa luz que guie a los viajantes a un lugar seguro; lo meditó como lo hacía siempre, luego antes de que cayera el siguiente relámpago, subió el switch que hizo brillar el faro.

Flecha en el AguaWhere stories live. Discover now