Epílogo

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—Merida— dijo la madre de la pelirroja mientras la abrazaba —me tenias muy preocupada.

—Mamá,— dijo la pelirroja —estoy bien.

—La próxima le diré a tus hermanos que vayan contigo.

La pelirroja ríe en el hombro de su madre mientras derramaba unas cuantas lágrimas. Ya casi todo había acabado, solo quedaba una cosa con la cual terminaría con todo esto... Un día entero con su familia, pero algo no estaba bien, algo le faltaba a la pelirroja. Un hueco en el estomago, un dolor pulsante en el pecho, la ultima lágrima que lo definió todo. Le faltaba un familiar, le faltaba Hiccup Harmdock, el híbrido.

Tres golpes en la puerta se escuchan en todo el comedor. El rey mando a abrir la puerta para ver de quien de trataba.

Era un chico, uno castaño, con alas de dragón, orejas de dragón, cola y una que otra escamas en algunas partes del pecho. El híbrido.

La pelirroja voltea a ver de quien se trata y cambia el semblante triste a uno de felicidad y sorpresa. Mientras que se acerca a él.

—Hiccup...

El híbrido se acerca más hasta que por fin, su manos dan colocación en la mejilla de la pelirroja.

—Te prometí algo, y no pienso fallarte...

Un acercamiento más por parte del híbrido hacia la pelirroja, la cual ya se encontraba ruborizada ante el toque de las manos de aquel ser. El híbrido coloca un pequeño beso en la frente de la pelirroja.

—Sus majestades,— dijo el híbrido alejándose de la pelirroja— si me permiten, les tengo el mejor lugar para pasar este día.

Los reyes sorprendidos y preocupados por la pelirroja aceptaron la oferta.

La pelirroja baja por fin del lomo del dragón, que se convertía en híbrido de nuevo.

—Merida hija,— dijo el padre de la pelirroja —que quieres hacer primero ¿casería?, ¿arquería?, no, ya se ya se, que te parece un paseo por el bosque.

—Papá todas son buenas ideas, ¿pero no podemos hacer todo en un día?

—Claro hija, haremos de todo, pero principalmente...

—¡¡Un paseo por el mar!!

El día casi llegaba a su fin, solo faltaban minutos para que diera el día siguiente que era sabiendo que tenia un amanecer. La madre de la pelirroja estaba cansada, el padre se encontraba en las mismas condiciones, los hermanos tocaban instrumentos musicales, mientras que la pelirroja y el híbrido bailaban al son de la música cerca de la fogata.

Los seis se encontraban en un amplio risco, observando como las estrellas de cielo desaparecían lentamente.

Al terminar la canción, el híbrido y la pelirroja hicieron una reverencia, refiriéndose a la realeza.

—Bueno,— dijo la madre de la pelirroja —será mejor que esperemos el momento. Hija, confió en ti, ya vencimos una maldición, por que no otra.

—Hija— dijo el padre de la pelirroja —fue mi culpa hacerte esto, no hubieras tenido ese maleficio si yo no te hubiera dicho que reinarías hasta que llegaras a esta edad.

—No es tu culpa papá es mía, si yo no hubiera alentado a esa bruja no estaría así, ahora pago mi error, y si no lo logro, lo voy a asumir con responsabilidad.

—Merida— dicen los hermanos de la pelirroja —hiciste una muy buena elección, no la desperdicies.

La pelirroja voltea a ver al híbrido, él ya la esperaba. Sólo que no sabia que decir...

—Hiccup...

—Merida yo...— un leve suspiro salio de sus labios —fue más mi culpa que tuya, si yo no te hubiera conocido jamas estarías aquí, en pueblo natal o...

—Hey— dice la pelirroja —no fue culpa de nadie, pero ya es hora de afrontar mis consecuencias.

—Bueno,— dice el híbrido —ya es hora de que me vaya, en unas horas volverás a la normalidad y yo... Seguiré así.

—No Hiccup, no me dejes.

—¿Por qué no?

—Porque yo...— la pelirroja se avienta sobre el híbrido —Porque yo te amo, no puedes dejarme por que te volviste parte de mi, de mi familia y si te vas yo... Me quedare como tu.

El híbrido correspondió al abrazo de la pelirroja y se abrazon mientras que el sol daba los primeros rayos de luz. Ambos abrazados se forzaban a no soltarse.

De repente la pelirroja pudo hallar la forma de que no sintiera las alas del híbrido, pero algo raro sucedía, unos sentimientos a ropa se impregnaban en el rostro de la pelirroja que abrazaba desenfrenada mente el pecho, pero decidió alejarse y ve...

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De repente la pelirroja pudo hallar la forma de que no sintiera las alas del híbrido, pero algo raro sucedía, unos sentimientos a ropa se impregnaban en el rostro de la pelirroja que abrazaba desenfrenada mente el pecho, pero decidió alejarse y ver su rostro.

Ambas manos se fueron a la boca de la pelirroja, lo que vio no era posible ¿o si? El híbrido, ya no lo era... Era un castaño de ojos verdes esmeralda, sin alas de dragón y escamas. Alado de él un furia nocturna.

—¿Sucede algo?— pregunta el castaño.

Un empujón por parte del dragón, llevo a que el castaño volteara y lo notará.

—¡¡Chimuelo!!— grito de alegría al ver a su amigo dragón, lo que hizo que lo abrazara del cuello.

—Hiccup...

—Merida... Yo tenía miedo... Pero es hora de decirte la verdad, porque yo... También te amo.

Un beso por parte del castaño se dio entre ambos.

Esto sonara distante, pero es verdad, solo es eso... Pero la frase decía “Siempre habrá una persona que te salvara y protegerá en la buena y las malas, solo es cosa de que esperes a que llegue a salvarte”.

Fin﹏

Enamorada Del Híbrido|| Mericcup||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora