Capitulo 5

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Una Semana después.

Desperté gracias a la estúpida alarma y a alguien que me lanzó una Almohada en la cabeza.

— ¡Oye! ¿qué te sucede? — Lo fulmine con la mirada.

— Cállate y vístete — Miro mis pechos un poco expuestos entre la sabana que cubría mi piel desnuda.

—Joder, me has despertada, ¡hijo de puta!— solté mirándolo postrado en la esquina inferior derecha de la cama.

— chis, esa boquita — dijo poniendo un dedo en mi boca. Metí su dedo en mi boca y lo lami.

— La puedo usar en algo que te gusta — le coquetee dándole un beso en los labios.

—Mmh... muy tentador, lastima que diga que no, sal de esa cama y métete a bañar. — dijo sin más y salio de la habitación.

Imbécil.

Me levante de ahí y camine al baño que estaba en mi habitación, me metí a bañar y al terminar me vestí de una típica chica nerd. Las gafas, una peluca de color castaño que tenía dos trenzas a los lados, una blusa holgada de color blanco, un suéter de rombos color café encima y por último un pantalón de mezclilla con unos tenis color negro.

Baje hacia el comedor donde todos estaban en la mesa con una ropa igual que la mía y las chicas con una peluca igual que yo ya que Iris tenia teñido el cabello de color azul, Yael de color morado. Además de eso Sebastian era él único que tenia una tipo peluca ya que una parte del cabello estaba teñido de rubio.

—Buenos días, chicos. — sonreí sentándome a un lado de Sebastián.

—Buenos días. — dijeron al unsión.

El desayuno transcurrió entre bromas por parte de todos. Al terminar subí a la habitación, me lavé los dientes y tomé mi mochila para salir.

Al llegar a el instituto todos nos miraban, además de ser los nuevos los que llagaban se añadía el estar arriba de moticletas. Quien diría que los cerebrito estarían así.

Cuando nos quitamos los cascos que cubrían nuestras caras todos se nos quedaron con cara de asombro. Y la mejor parte de todo esto es que yo era la nueva dueña de ese lugar ¡Ja!

— Soy yo o ¿todos nos miran? — dijo Sebas a mi lado derecho

—No es tu imaginación, todos nos están mirando. — dije bajando de la moto

— ¿Qué esperamos para entrar? — dijo Lío

— Vamos — dije y entramos entre toda la multitud, unos nos miraban con asco, otros con asombro y otros más sin importancia.
Peero entre toda esa multitud de ahí estaba él, mirándome como siempre lo ha hecho, con asco y algo de sorpresa en su rostro.

NARRA MARIO:

Estaba en la entrada del instituto junto con Cecilia. Nunca logré terminar mi relación con ella.
Se había acostado con cual chico se le cruzará por el camino y aún así seguía a su lado.

Escuche el ruido de motocicletas y cuando voltee, sólo eran unos cerebrito hasta que una llamo mi atención, era Tn_____.
Grande era mi sorpresa al verla después de tantos años.

Camino junto a sus amigos, paso a mi lado y no noto mi presencia.

— ¡Ya tenemos ratas nuevas! — Chillo Cecilia a un lado de mi.

— Vámonos ya

Coloque mi brazo alrededor de sus hombros y la deje en su clase para irme a la mía.

Camine por el pasillo pensando que estaba sólo pero entonces la vi riéndose con los mismos chicos que estaban con ella. Entraron al salón donde me tocaba mi clase.
Al verla ahí no puede evitar sentir todo lo que había reprimido estos años sin verla.

La amaba desde niños.

Sujuycaballeros

Doble vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora