Capitulo 14

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SEBASTIÁN:

Caminaba por el pasillo hacia el vestidor de los hombre.
Arango y Lio venían hablando conmigo sobre los nuevos juguetes que se habían adquirido.

-Yo sé con quien podría usar uno. - dije entrando al vestidor.

- Miren quienes llegaron.- dijo Mario. — ¿Es cierto qué en los orfanatos se crían las ratas como tú?

Ignore lo que dijo y simplemente me seguí de largo hasta mi casillero.

- ¿No escuchaste a mi amigo? - dijo una voz. Volví a ignorarlos.

- Mira imbécil.- dijo Mario jalandome bruscamente del hombro haciendo que lo mirase.- Si yo hablo me haces caso, ¿entendido?

Me miró furioso y me safe de él y de su agarre.

- ¿Y si no quiero? - quite mi sueter y playera para ponerme el uniforme.

-Sabrás quien manda aquí. - dijo soltandome un un golpe en la mejilla - Y que aprendas a obecer.- me dijo

Le solté un golpe de regreso y de algún modo la pelea se fue de vestidores al pasillo.

TN_____:

Sebastián y Mario estaban peleando en él pasillo, las chicas y yo corrimos para separarlos, Lío y Arango intentaban quitar a Sebas pero era imposible él tenía mas fuerza, mientras que los amigos de Mario intentaban quitarlo a él.

Me metí entre ellos y los separe poniéndome en medio.

- ¡Dejen de pelear! - grite a todo pulmón - Vámonos, Sebas - dije mirando que nada más tenía el labio roto.

- Obedece a la ratita, imbécil. - dijo en un tono burlón.

Sebastián se regresó pero antes de que pudiera  lo jale de él brazo y lo bese.
Lo bese en frente de todos los chismosos y enfrente de Mario haciendo que quitara su cara de burla y la cambiará a una seria.

- Mi amor, ¿Qué te paso? - dijo Cecilia, llegando.

La ignore y camine hacia en campo de juego junto con mis amigos atrás mío.

- Buenos días jóvenes yo soy Diana, y seré su profesora de Deportes. Ahora haran dos equipos, uno de mujeres y otro de hombres - dijo y empezamos a hacer los equipos. - Esa bandera que esta allá - dijo señalando aquella bandera que estaba de él otro lado de él campo - la deberán tomar la chicas mientras que los chicos deberán impedirlo ¿Quedo claro? - dijo a lo que todos asintieron - Bien esto empieza, ahora - dijo soplando su silbato

Todas las chicas comenzaron a corre, unas moviendo muy exagerado sus caderas. Nosotras logramos esquivar a la mayoría de chicos, poco después Iris y Yael fueron atrapadas por los chicos mientras yo seguía corriendo, estaba por tomas la bandera pero en los pocos centímetros que faltaban, unos brazos me tomaron impidiendo que lo hiciera.

- Te atrape, preciosa- dijo en mi oído.

- Sí, lo sé. - dije cuando me bajo, la profesora nos dio 5 minutos de descanso - Me llamaron hace 2 días - dije de repente mirando hacia otro lado.

- ¿Quién te llamo? - dijo mirándome extraño, yo solo le di una mirada de tristeza, él sólo me miro y entendió - Oh - fue lo único que pronuncio antes de que su semblante se cambiara a uno serio - ¿Qué te dijeron? - dijo mirando un punto fijo

- Nos quiere conocer - dije derramando una lágrima.

- ¿Cuándo?

- El día de su cumpleaños, en una semana. —Suspiré.— Es lo que más quiere - dije abrazándola.

- Bien, sólo no vayas a llorar, sabes que eso lo tuvimos que hacer por que no teníamos otra opción.

- Sí, lo sé. - dije mirando hacia abajo, él me levanto la cara y me beso, pero ese beso lo sentí diferente sentí ¿Amor?

Parece que alguien se esta enamorando

Claro que no, él amor es una porquería.

Claro que no, que a ti te haya ido de la mierda no significa que lo sea.

Para mi es algo que te va a lastimar, además si me enamoro y ¿si no siente lo mismo? no me voy a arriesgar.

Solo piensalo, él también puede estar enamorado de ti, ¿no recuerdas todo lo que han pasado?

Tal vez, pero no me voy a enamorar de él, así que mejor ya lárgate.

Después de esa pequeña discusión con mi "consciencia" si así se le podía llamar, nos separamos por falta de aire, mi mirada se desvío atrás de nosotros ahí estaba Mario quien nos miraba con ¿ Tristeza? y a un lado de él, Cecilia quien se veía ¿celosa?, no le tome importancia, Sebas y yo caminamos hacia las gradas donde estaban los otros chicos.

Sujuycaballeros

Doble vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora