Capítulo 22

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La pequeña de los Lightwood estaba en la sala de autopsias con Sky sentada en una silla mientras ella revisaba la seelie. Izzy había decidido explicarle sus mejores anécdotas para hacerle olvidar lo que había pasado hacía dos noches.

-Iz, estoy bien. Ya me imaginaba que pasaría esto.

-Mi hermano...

-Él es muy buen amigo.

La conversación concluyó aquí porque Alec entró en la sala acompañado de Jace, quien se puso derecho junto a Sky y le acarició el hombro como señal de apoyo.

-De aquí tres días iréis al Reino Seelie –informó el moreno.

-A Alec y a mí no nos emociona ir, así que será mejor si vais vosotros –aclaró el rubio.

Las dos chicas asintieron y la castaña se fue de allí. Necesitaba relajarse y pensar. Sabía exactamente el que tenía que hacer.

Se puso el chándal más cómodo y viejo que encontró y subió a la azotea. Se sentó al lado de piedra de la barandilla y empezó a sacar pequeñas flores de polen de las manos. La tranquilizaba mucho.

-Hola –dijo Clary, quedándose derecha a su lado, con las manos encima la barandilla.

-Buenas noches, Clary.

Las dos se quedaron en silencio. Aquel polen volador empezó a inundar aquella pequeña calle de Nueva York y Sky sentía que estaba haciendo una buena acción.

-¿Qué es? –preguntó la pelirroja.

-Son sueños.

La chica de ojos verdes quedó confundida y Sky se rió antes de seguir hablando.

-Son los sueños de los mundanos. Yo los suelto para que puedan encontrar a su amo y se realicen. Me encanta hacerlo.

Clary sonrió y las dos se pasaron un rato en silencio, mirando como los rastros de polen desaparecían entremedias de los coches y de la oscuridad que los rodeaba.

-Él me miró como nadie antes lo había hecho –declaró Sky, mirando al horizonte de la noche.

-Tú y Dorian no habíais tenido nunca...

-Sí, sí. Pero Dorian nunca me había mirado con aquella brillantez en los ojos. Él nunca me había... deseado así.

Clary le dirigió una sonrisa triste y atrapó una de las flores de polen que Sky había creado y se la puso encima de la mano.

-Crea tu sueño. Algún momento u otro llegará a ti, ¿no es así?

La castaña sonrió y siguió soltando sueños durante un largo rato con la pelirroja a su lado. Aquella noche muchos sueños irían a buscar su propietario para hacerse realidad.

Espero que os vaya bien la semana :)

La semana que viene se avecinan más problemas para nuestros shadowhunters.

El submundo contigo (Alec Lightwood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora