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Cantar sin llorar.

Cuando el padre de (Nombre) y la señora Midoriya Inko se casaron, la chica abrazó a su hijo. "No sé muy bien cómo ocurrió todo esto Midoriya, pero me esforzaré por ser una hermana y amiga. ¡Así que si tienes problemas, que no se te pase decirme! ¿Si?" En ese entonces el peli verdoso se había sonrojado furiosamente: aquello era una expresión que comprendía del todo; más aún cuando se percató que realmente estaba teniendo amigos verdaderos y ahora, alguien que estaba jugando dos papeles.

En ese entonces sonrió satisfecho ante la situación que él y (Nombre) habían creado. Sin embargo, esta situación tomaba rumbos extraños cuando ella recargaba la cabeza en su hombro al pasear en auto, o cuando bailaba en calcetines en su habitación y le decía lo mucho que lo quería. A él, a su hermano pequeño. Creía recordar una palabra que le quedará mejor a la ocasión. Insoportable, quizá.

E insoportable no ahondaba en todo su sentido, tenía una dirección que apretujaba el corazón de Izuku y lo hacía ver los recorridos que estaban imitando todos sus panoramas. Porque (Nombre) siempre estaba sorprendiendo sus expectativas. Su estilo era fresco y espontáneo, como cuando fingía fumar en el traje de su padre, entonces tenía la ligera certeza de que se había enamorado de ella.

Después de tanto tiempo Midoriya se había convertido en un héroe y (Nombre) se había vuelto fotógrafa. Poco a poco se habían alejado, aún si vivían en un departamento, y siendo conscientes de la diferencia de horarios decidieron establecer la hora de cena, cómo la hora de las conversaciones.

Pero esa noche (Nombre) estaba en una cita.

Midoriya estaba picoteando con el palillo su cena sobre la mesa. Había algo; algo que le hacía quedarse como una mujer abandonada. Por otro lado, se siente indignado. Sentía una voluntad que ni por la cabeza le pasaba desvanecer. Y finalmente estaba esa sensación de culpa, porque ¿quién era él para tener emociones sobre las acciones de (Nombre)?

Con ese pensamiento en mente suspiró y tomó su teléfono, observando si Todoroki u Uraraka estaban disponibles, pero sus últimas conexiones decían lo contrario. Así constó su monótona rutina hasta que una notificación lo sorprendió.

"¡Le dije que su muñeca inflable se escapó con el flotador! D:".

Frunció el ceño claramente confundido, texteando.

"¿Por qué? ¿Qué pasó?".

Esperó un momento, luego el mensaje llegó con algunas letras confusas.

Midoriya Escenarios © | BNHA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora