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Los rayos de sol que entraban por la ventana de la habitación daban directo en el pálido rostro de Yoongi despertándolo bruscamente. Se talló los ojos con ambas manos y se deshizo de las mantas que cubrían su cuerpo, miró hacia el otro lado de la cama intentando divisar el cuerpo de su pequeño novio pero este no se encontraba, se debió despertar temprano para preparar el desayuno. Estiró la mano hacía la mesita de noche que se encontraba al lado de la cama, tomó su teléfono para ver la hora y se encontró con un par de mensajes de un número desconocido, pero esa persona no era tan desconocida para él.
Se levantó de la cama con pereza y cerró las cortinas, enseguida se dirigió al baño para arreglarse, al término se dirigió a la cocina en el primer piso.
— Buenos días
Dejó un corto beso en la nuca de Jimin quien se encontraba de espaldas preparando el desayuno, posó sus manos alrededor de su cintura y mordió su oreja derecha haciendo que el menor saltara y casi derramara todo.
— Lo siento
— ¿Puedes esperar? Estoy haciendo el desayuno, así que por favor ve a sentarte y pon la mesa.
El mayor hizo caso a las órdenes de su novio y fue a la mesa a poner los cubiertos que faltaban. Jimin se notaba un poco más irritado de lo normal.
— ¿Hoy vas a llegar tarde de nuevo?
Preguntó Jimin rompiendo el silencio que se había generado en cuanto se sentaron a desayunar.
— Mmm... tal vez si, si Nam vuelve a dejarme todo el trabajo.
— Ohh
— ¿Te pasa algo?
— ¿Eh? no
Jimin se notaba un poco nervioso, aún seguía pensando en aquellos mensajes de texto que había leído del móvil de su novio.
Bajó la mirada y forzó una sonrisa, no quería hablar sobre ello ahora, necesitaba tiempo.
Al terminar el desayuno ambos recogieron los cubiertos y los llevaron al lavaplatos, Yoongi tenía que ir a trabajar y Jimin se quedaba en casa, aunque normalmente estaba en la academia de baile enseñando a algunos estudiantes danza contemporánea, pero últimamente no se sentía muy bien y Yoongi insistía en que se quedara en casa por su salud.
Las tardes eran aburridas, estaba solo viendo películas románticas de vampiros mientras comía de un pote de helado. Decidió llamar a Tae para quedar en verse en una cafetería no muy lejos de su casa.
Se encontraba sentado en una mesa en la esquina esperando a su amigo hasta que vió un chico de cabellos castaños y sonrisa cuadrada que le saludaba con la mano alegremente mientras se acercaba al lugar en donde estaba.
— Hey
Tae revolvió el cabello del menor y se sentó en el sillón que había delante de él.
— Hola
— ¿Porqué esa cara larga?
Su amigo ladeó la cabeza e hizo un pequeño puchero con sus labios a lo que sonrió.
— Tengo que hablar de algo contigo
Jimin se notaba serio y algo nervioso, Tae frunció el entrecejo e hizo una seña para que siguiera.
— Ayer fue el cumpleaños de Yoongi...
Hizo una pequeña pausa para tomar un sorbo de su taza de café.
— Y bueno, ya era tarde y estaba por dormirme, él ya estaba dormido así que quise ver la hora en su móvil porque el mío no estaba en la mesita de noche... desbloqueé su móvil y sin querer vi algunas de sus notificaciones que aparecían en la pantalla, entre ellas habían un par de mensajes de un número que no estaba agendado, esa persona felicitaba a Yoongi por su cumpleaños y le decía que lo extrañaba y a su "amigo" también, y que le daría un "regalo" cuando lo viera...
— ¿Piensas que ve a otra persona?
El rostro de Jimin se puso triste al oír eso, Tae lo notó y tomó la mano de Jimin.
— No quiero sacar conclusiones, pero no creo que sea algún familiar o amigo.
— ¿Porqué no le preguntas y ya? Es mejor así ¿no?
— Suena tan fácil pero... tengo miedo.
— Vamos Jiminie, debe haber confianza entre ustedes dos, deberías hablar sobre esto con él.
— Supongo que debería hacerlo.
Jimin le sonrió a su amigo a lo que éste le correspondió.
