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Yoongi respiró hondo y dejó salir el aire entre sus labios, se acomodó en el sillón y siguió hablando.
— Hoseok... es el nombre del chico de la cafetería. Él y yo ya nos conocemos desde hace un buen tiempo, antes de que te conociera a ti. Sabes que mi vida no ha sido tan fácil, te lo he contado aunque no todo... cuando tenía alrededor de 16 años comencé a introducirme en el mundo de los vicios como son las drogas, alcohol, etcétera. Lo hacía para distraerme aunque sea por un momento de la realidad, pero hubo un momento en el que no podía vivir sin un poco de esa droga que me hacía sentir aliviado y un poco feliz, no tenía dinero para pagarle a las personas que me la vendían así que comencé a pagar de otra manera. Hoseok era una de las personas que la proporcionaban y él me propuso pagarle con sexo, estaba tan desesperado que acepté. Cuando te conocí logré cambiar demasiadas cosas de mi, logré salir de todo eso pero nunca terminé con al deuda que tenía con Hoseok, le dije que le pagaría en efectivo pero él últimamente ha estado insistiendo mucho con que quiere verme de nuevo, como antes, pero yo obviamente me he negado, sólo esta vez decidí hablar con él para terminar con todo eso de una vez por todas, pero al parecer es más difícil de lo que creía. No te había contado nada de esto porque tenía miedo de que pensaras que soy una horrible persona, lo soy pero estoy tratando tanto de cambiar muchas cosas de mi que aborrezco, estoy cambiando todo eso gracias a ti.
Jimin se acercó enseguida a Yoongi y lo rodeó con sus brazos sentándose en su regazo, el corazón de Jimin latía muy rápido, Yoongi podía sentir sus latidos mezclados con los de él. Lo mantuvo en un fuerte abrazo por un largo rato, si fuera por él se quedaría así para siempre.
— Lo siento...
La voz de Jimin se estaba rompiendo y el mayor sólo pudo abrazarlo más fuerte.
— No te disculpes bebé, yo debería hacerlo.
— N-no yo, te hice todo un espectáculo porque pensé que t-tú y ese chico... pensé que me engañabas, yo pensé que te habías hartado de mi, sabía que algún día llegaría el momento en el que te cansarías de mi y simplemente me dejarías pero, tenía miedo de que fuera tan pronto.
Dijo Jimin llorando en el hombro de Yoongi.
— No digas eso, nunca voy a cansarme de ti ¿me oyes?, te amo demasiado te lo he dicho tantas veces que no sé porque aún no lo entiendes.
La mano de Yoongi pasaba por toda la espalda del menor acariciándola, pasaron varios minutos y ellos se mantuvieron abrazados en el sillón, sólo se escuchaban sus respiraciones y los suspiros de Jimin.
— No sabía que sentías eso, siempre voy a estar apoyándote ¿okay? No pienses que te voy a rechazar o qué voy a pensar mal de ti porque no es ni será así, te quiero muchísimo.
Dijo Jimin aferrándose a la espalda del mayor.
— Te amo demasiado.
Yoongi acercó sus labios a los de Jimin juntándolos en un dulce y corto beso.
— Y... ¿cómo vas a solucionarlo?
Preguntó Jimin alejándose de los labios de Yoongi.
— Eso era lo que iba a hablar con Hoseok, pero después de que lo dejé ahí solo no creo que ahora esté muy contento.
— Lo siento de verdad.
Jimin se acomodó y colocó sus manos en los hombros del mayor aún sobre su regazo.
— Deja de disculparte, encontraré la manera de remediar esto, lo único que me preocupa es que si Hoseok nos vió a los dos irnos juntos de la cafetería pueda hacerte algún daño. No quiero que te pase nada.
El más pálido tomó la cabeza de Jimin en sus manos y la acercó a sus labios colocando un dulce beso en su frente. Jimin sólo sonrió ante ese gesto y se acurrucó en el pecho del mayor escuchando los latidos de su corazón, le alegraba que Yoongi se abriera más a él, sentía que no sabía muchas cosas de él y de su pasado y eso lo ponía inquieto pero por ahora quería disfrutar el momento juntos.
