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Abrió los ojos pero aún así todo se encontraba oscuro, sentía una cinta rodear su cabeza cubriendo sus ojos, estaba sentado sobre una silla de madera que rechinaba cada vez que intentaba moverse con las manos atadas detrás de su espalda al igual que las piernas. Estaba totalmente inmóvil y desorientado. Una cinta cubría su boca impidiéndole articular alguna palabra para pedir ayuda.
Jimin se movió incómodo tratando de zafarse de alguna forma ocasionando que en alguna parte del lugar en el que se encontraba se oyera una voz gruesa diciéndole que se callara junto con un golpe en una mesa cerca de él.
Estaba soñando, definitivamente era eso, una horrible pesadilla pero por más que intentaba, ¿por qué no lograba despertarse?.
El tiempo avanza demasiado rápido, sin saber exactamente cuánto tiempo más podrás estar junto a las personas que aprecias. Tenía miedo, miedo de perderlo, la idea nunca más volverlo a ver lo estaba atormentando. Yoongi, con el corazón paralizado y las manos sudando frío parpadeó varias veces para luego dar un profundo suspiro, volteó a ver a su compañero de hotel quien se encontraba prendiendo un cigarrillo en el balcón de la habitación, se levantó de la cama y fue directo a su lado.
— Jimin desapareció.
Fue lo único que dijo al llegar al lado de Namjoon y recargarse en los barandales. El menor abrió los ojos de repente y retiró el cigarrillo de sus labios.
— ¡¿Qué?! ¿No estaba con Jin?, ¿Qué pasó?
— Jin dijo que había ido a comprar unas cosas pero después de hora y media no regresó, fue a buscarlo al súper mercado pero no estaba. Tampoco responde sus llamadas... ni las mías.
Nam se acercó al mayor colocando su brazo alrededor de sus hombros mientras mantenía su vista en el cielo estrellado sobre ellos.
— Todo estará bien, puede que haya ido a algún otro lugar, tal vez fue con Tae...
— No, creo que sé qué es lo que pasó.
Su amigo lo veía confundido a lo que Yoongi luego de un breve silencio continuó hablando.
— Hoseok...
En ese momento Namjoon pareció palidecer por un segundo, Yoongi le había contado sobre sus problemas con aquel tipo y por lo que le había dicho, no era una persona con la que quisieras meterte.
— ¿Qué vas a hacer?
Preguntó Nam retirando el brazo que rodeaba los hombros de Yoongi cruzando ambos brazos sobre su pecho.
— No lo sé.
[...]
Después de estar un par de horas tratando de desatarse, Jimin por fin se había rendido, tenía miedo, no sabía en dónde estaba y porqué estaba vendado y atado en una silla. Lo único que podía escuchar eran risas y regaños de parte de unos hombres que al parecer estaban bebiendo.
Un último intento.
— ¡Deja de moverte maldita sea!
Alguien tomó a Jimin de los hombros haciendo que se quedara quieto. Escuchó unos pasos dirigirse hacia donde estaba y pocos segundos después la venda de sus ojos se había caído dejando ver un rostro que ya antes había visto.
Era él.
Hoseok tomó a Jimin de la barbilla bruscamente haciendo que este lo viera directo a los ojos.
— Realmente no sé cómo es que Yoongi se fijó en ti, tu cara no es nada bonita, está toda gorda y flácida al igual que el resto de tu cuerpo.
Los ojos de Jimin se pusieron llorosos, al oír esas palabras recordaba todos los insultos que había escuchado a lo largo de su vida. Era demasiado doloroso.
— No conmueves a nadie con esas estúpidas lágrimas.
Jimin sólo cerró sus ojos fuertemente tratando de ignorar cualquier palabra que proviniera de él, tenía miedo de hablar, tenía miedo de que le pudiera hacer algo malo pero una sola pregunta rondaba por su mente y era, ¿Por qué?, ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué a él?.
— ¡Deja de ignorarme maldita mierda!
La palma de la mano de Hoseok se estrelló contra la mejilla izquierda de Jimin dejando una marca roja en ese lugar. Los ojos del menor se aguaron aún más y comenzaron a rodar pequeñas lágrimas por sus mejillas.
— Agh, es un desperdicio hablar contigo, sólo haré que te apartes de mi camino y dejes en paz a Yoongi. Tú no mereces estar con él, eres una completa basura.
Después de decir eso, la venda volvió a cubrir sus ojos. A pesar de que todos esos insultos lo habían hecho sentir como antes, un ser completamente inservible y asqueroso, en ese momento sólo podía pensar en si Yoongi tal vez lo estaba buscando, si alguien estaba preocupado por él. Tiempo atrás había pensado que si algún día llegaba a desaparecer nadie se preocuparía por su paradero, nadie se esforzaría tanto por buscarlo, después de todo no vale tanto la pena, pero ahora... sólo quería que Yoongi lo encontrara como en esas películas que tanto había visto, al final la víctima es encontrada sana y salva para pasar a un gran final feliz.
Yoongi, ¿puedes darme ese tan esperado final feliz por favor?
