NOSTALGIA

268 16 6
                                    

La carretera siempre es el escenario perfecto para redactar un recuerdo profundo, que nos instruye; acompañado con la fría y cándida lluvia que se desliza sobre el parabrisas dando a relucir los recuerdos en forma fotográfica.

Recorrer la carretera y perderte en el limbo que son los pensamientos es una odisea, un momento en el cual Bill sabe que no puede finalizar a menos que encuentre a su musa, la persona que inunda en todo momento sus más íntimos pensamientos.

Sabemos que nadie es perfecto, pero tampoco tan estúpido de dejar lo que ama para irse a perseguir lo que quiere, por que una cosa es amar y otra muy diferente querer. Ya que amar, es sufrir y seguir; y querer solo es placer y dicha.

A las malas uno aprende a valorar lo poco que tiene, pero más afortunada es la persona al disfrutar lo poco que posee; aventurándose en el complicado y atractivo trayecto que es el amor, solo el más decidido, el más persistente recorre estás rutas, no sólo, si no bien acompañado.

Todo este laberinto es solo el inicio, ya que nadie va por el mismo sendero. Bill sabe que al encontrarlo, no solo pedirá perdón, tal vez lloré a sabiendas de que no será perdonado, sin embargo nada pierde en intentarlo. «Si tan solo te encontrara», pensaba Bill, «no sabría que decirte».

Las suaves brisas que se filtraban por la ventana del auto, eran quienes consolaban el silencioso venir de las lágrimas, y secándose discretamente en el descenso. Un gimoteo no se hizo esperar y seguido de otro, haciendo que Bill frenara, para poder secar con sus propias manos esas lágrimas traicioneras y poder callar. El sonido peturbante de las bocinas alentando para que se mueva, lo sacan de su nostálgico pensar.

Llegando a su departamento solo pudo, recostarse en su mullida cama y esperar la llamada del detective. Al parecer esperar no es lo suyo ya que se quedó dormido, no hay justificación para aquello, pero vamos quien no se duerme después de llorar por quién ama.

.
.
.

Volviendo a la casa de Phill, digamos que cierto castaño despertaba de su inconsciencia, y apenas conciente cogió el teléfono que reposaba en la pequeña mesa cerca a su cama para llamar a un número privado, mostrándose abyecto.

« tiempo si hablar, mi querido amigo» decía el Omega con una felicidad palpable.

«hola, Gleefull, como te va con Phill» decía animadamente el desconocido.

«Me va muy bien, de hecho de eso quería hablarte», "¿De qué?", fue la respuesta.

«Me voy a casar con Phill», un grito de felicidad y un "no puede ser" se escucharon a través de la otra línea. El rostro de Gleefull destellaba felicidad pura al saber que su amigo lo apoyaba. Ya que éste desconocido es lo más cercano a lo que él puede llamar familia.

« Respira hondo, ya que quiero que tú seas quien me lleve al altar». Y más gritos de emocion se escucharon siendo callados por un gracias distorsionado por las lágrimas.

«Espero que tú y mi querido sobrino, vengan, sus asientos estarán reservados en primera fila. Y casi se me olvida, podría presentarte a la familia de Phill, incluyéndolo». Decía Gleefull animadamente.

«Solo se de él, gracias a tí. Y se que me agradaría conocerlo, sabes muy bien que te apoyaré incondicionalmente, y sobre Julia, creo que está celosa de que su tío se case». La última oración fue soltada con una sutil risa, que fue contagiada a Gleefull.

«Lo sé, bueno tengo que colgar, dale un gran abrazo de mi parte a Julia». Un "cuídate" y un "adiós" dieron por terminada la llamada. Un suspiro junto a una enternecedora sonrisa fueron apreciadas por Phill quien se asomaba discretamente por la puerta.

«Que bueno que ya despertaste, Gleefull quiero presentarte a mi hermano menor, Will; Will te presento a Gleefull, mi pareja». Amablemente ambos se estrecharon las manos, pero ambas partes al juntar las palmas sintieron el peligro del contrario, un peligro que los hace dudar sobre la apariencia de cordero por parte de Will y un ciervo, por parte de Gleefull.

«¡hola!». Un hola fue la respuesta a ese saludo procedente de Will, todo por que estaba analizando a la dichosa pareja de su hermano.

El tierno cordero empezará a desarrollar sus cuernos y el inocente ciervo comenzará a afilar sus astas. Cada uno reconoce que tienen en frente a un rival, que a pesar de ser de distintas razas, ambos reconocen que tienen a un buen adversario con tan solo estrechar sus manos.

.
.
.

Encerrado, así se sentía, el mismo arrojo la llave de su prisión. El tiempo, no ha curado las heridas; la ausencia de amor hacia que las llamas de su alma se tornen de un azul pálido, triste, el más pálido de los azules y eso lo hace tener vívidos recuerdos desarrollados por el miedo.

«Bill, mira, ¿No es hermoso nuestro bebé?» decía Deaper, con un rostro no identificable por la intensa luz que se propaga a su alrededor.

«¿Qué?» decía Bill, ya que en sí, «¡Espera!» él no podía interferir en este recuerdo inducido por su mayor temor. La soledad, se apoderaba de su mente, no dejaba un solo lugar para poder respirar, aún así el planea continuar con un rostro sonriente, toda esa aflicción, que según él es solo un producto de su imaginación. A quien intenta engañar, él sabe qué tal vez no lo vuelva a ver, así que, aún sabiendo que ese no es Deaper; va en su búsqueda e intenta alcanzarlo, pero no puede, algo se lo impide. Lo único que queda es gritar, gritar que no se valla; que no lo deje, que se arrepiente y que lo perdone.

«Es muy tarde, ¿no lo crees?, Nunca veraz a mi bebé, y él jamás te llamará papá; solo me tiene a mí. Ya que tú nos abandonaste, espero que no nos encuentres.»

«¿No me quisiste, verdad? ¡Por eso nos dejaste!, te aborrezco.»

«No, no es lo que crees, ¡espera Deaper

«Porqué me hiciste tanto daño, sabiendo lo mucho que te amo, decidiste hechar por el caño todos mis sentimientos. ¿No fue suficiente?, no... ¡NO FUI SUFICIENTE!»

«¡Perdóname, lo siento!, tratare de enmendar mis errores. Solamente quédate, pagaré las consecuencias de mis malas decisiones, me esforza...»

Antes de que terminara de rogar, el despierta agitado, debido a la llamada que empezaba a anunciarse, con los ojos rojos y la voz entrecortada, contesta con un «Diga» lo que menos espera, es que lo primero que le informen es que acababan de encontrar el cadáver de su amado y que debía de reconocer el cuerpo acudiendo a la morgue. Que tristeza, que dolor; enterarse que nunca podrá pedir perdón, nunca más poder verlo sonreír; quien diría que llegó tarde, demasiado tarde.

Nadie sabe lo que puede suceder en un corto tiempo; cada acción en un segundo pueden generar tantos cambios, muchas brechas, lo que sí es seguro; es que nadie sabe lo que pasará; tarde o temprano esto se convierte en una lección de vida, una que Bill no quiere reconocer por más cruel que parezca, tiene que aceptarla.

.
.
.
.

Hola, lamentó la demora, es que yo de verdad, iba a publicar la historia hace una semana; sin embargo enfermé y estuve postrada en cama durante esa semana sin mi computadora ya que no podía esforzarme vista. Pero eso que importa ya está aquí otro capítulo, por favor sean pacientes conmigo.

Dixz2468


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Detective Privado [Billdip - Yaoi] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora