Counting Stars [CANCELADA]

Capítulo 9 - Netisha

 -¿Dónde estás?- Oyó  exclamar a William. Una corriente de agua hizo que Netisha chocara contra las rocas. Soltó un alarido y se sujetó con más fuerza a una de las enormes piedras que la mantenían con vida.- Tranquila, Nettie.

Se aferró aun más, tanto que sus manos le dolieron. Sollozó y  notó como la fuerza del agua cada vez se hacía más presente. Parecía que el líquido estaba en su contra, manipulándola a su merced como si tan solo fuese una hoja de papel meciéndose por el viento.

No entendía por qué el destino la quería viva, no comprendía por qué ella aun luchaba por sobrevivir. Debería rendirse y dejarse llevar. No pudo evitar pensar en William; si desistía él podría vivir ignorando todo lo que habían vivido. <<Nadie extraña a los muertos>>

William, William Vatt. Tal vez alguien en los cielos lo ponía en su camino apropósito, tal vez como venganza. Posiblemente su tía Anne le había echado una maldición de bruja vieja como castigo por  escapar el día de su boda. <<Gracias tía>> Pensó mentalmente ella, recordando a la mujer que la había criado.

-¿Netisha?- Inquirió el muchacho nuevamente. Ella quiso responder cuando una gran ola la cubrió  sumergiéndola por completo.

El agua inundó sus pulmones, se sintió asfixiada. Intentó volver a la superficie y conseguir un poco de aire que la mantuviera viva. Logró sacar la cabeza del agua mientras boqueaba. Otra ola la  sobrepasó. El oleaje hizo que sus brazos se soltaran, arrastrándola a las profundidades del río.  Comenzó a moverse intentando subir. Otra ola la azotó, empujándola contra las rocas que antes le habían prestado sus servicios como refugio.

Intentó detenerse antes de colisionar, pero no funcionó; su cabeza dio de pleno contra la roca de la cual antes aferraba su vida. Sintió su mundo destrozarse en pedazos. Todo comenzó a tornarse negro y a carecer de sentido. Intentó despedirse mentalmente de la gente que amaba. Sabía que su muerte se avecinaba.

La única persona que acudió a su mente en aquel momento fue Will. Con su cabello tan perfecto, bañado por los rayos del sol mientras galopaban, con su astucia tan exacta y con esa sonrisa tan contagiosa. Una sonrisa se formó en sus labios. Iba a morir sonriendo, lo sabía.

Débilmente escuchó un ruido, sintió como algo la sujetaba firmemente por la cadera mientras la alzaba sacándola del agua. Boqueó  haciendo ingresas a su sistema todo el aire que pudo. Tenía los ojos cerrados, sin embargo se aferró con toda su fuerza al cuello de su salvador.

-Tranquila, Nettie- Dijo una vos en su oído. El dueño de aquella era Will, lo supo sin titubear.- Abre los ojos.

Netisha lentamente fue haciendo vibrar sus pestañas, mientras estas cedían para otorgarle el don de la visión. Le costaba ver con claridad. Entornó sus ojos hasta poder enfocar el empapado  rostro de William. Sus perfectas facciones resaltaban más de lo normal con las gotas esparcidas sobre ellas. Él se veía nervioso.

-¿Nettie?- Preguntó Will. Netisha buscó sus ojos asintiendo. Él desvió la mirada y la soltó lentamente de manera que ella alcanzara el fondo del río. Le dedicó una sonrisa. Quería agradecerle mil veces por salvarle la vida, una deuda que jamás pagaría. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Él la sujetó preocupado.- ¿Nettie?

-¿Tan rápido me tutea, Vatt?- Dijo Netisha con la voz apagada. El muchacho se echó a reír.

-¿Te molesta?-

-En absoluto, señorito Will- Ella le sonrió.- No me sueltes.

-No lo haré.- Contestó él devolviéndole el gesto.- ¿Quién no ha soñado con esto alguna vez?

-¿A qué te refieres?- preguntó Netisha frunciendo el ceño.

-A ser salvada por un bello caballero- Dijo burlón. Ahora fue el turno de Netisha para reír a carcajadas.

-Usted no es bello señor Will-

-Tienes razón, Nettie. Soy perfecto-

-Que no se le suban los humos, Vatt – Recomendó  Netisha sonriendo.

-Salgamos de aquí antes de que muera congelado- William la tomó de la mano y ella comenzó a caminar delante de él.

El río la arrastró unos pocos centímetros. Ella rió. Estaba a salvo. Notó como la mano de Will se había soltado de la suya. Se lo imaginó acomodándose el cabello mojado; no quiso perderse esa imagen, por lo cual dio la vuelta.

Will no estaba ahí. 

-Will- Gritó Netisha cayendo al suelo llorando. Negó con la cabeza sin querer aceptar la realidad.