Capítulo 1: “William”
Recordó por enésima vez la boda de la cual había logrado escapar. Aún no entendía la razón de que nadie lo buscara, o al menos que no lo hubieran encontrado aún. Había salido por la puerta gracias a la primera excusa que a su mente había acudido. Luego había corrido hacia los establos familiares; montó a Perdis rápidamente y se movió abriéndose camino, a través del pastizal. De eso ya había pasado suficiente tiempo. Sobrevivir por su cuenta le parecía un reto sencillo que tendría una recompensa en el futuro.
Estaba solo. Acostado sobre el pasto de la pradera, observando el cielo de medio día. Notaba como el viento movía todo a su alrededor, con la misma calma como en el día que había llegado a ese pueblo. Se sentó lentamente y observó el horizonte. Los sonidos de la naturaleza lo relajaban, pero su estómago le pedía alimento. Decidió que era momento de volver. Se levantó y, silbando una tonada, se encaminó hacia la posada donde se alojaba hacía apenas una semana.
Al ingresar en el establecimiento, le dedicó una mirada a Buillmush, el dueño del lugar. Se sentó en la mesa de siempre, de espaldas a la puerta. Buillmush le trajo su comida habitual.
-¿Y cuándo piensa dejarnos, señorito William?- Preguntó el posadero dejando una copa junto al plato.
-Cuando las estrellas lo digan- Dijo el muchacho. Buillmush solo asintió.-Gracias.- Buillmush se retiró. William le dio un trago a su bebida y luego comenzó a comer la comida en su plato.
El joven sintió una briza a su espalda, intuyó que alguien había entrado en el establecimiento. No fue hasta oír un dulce murmullo que se dio la vuelta. Admiró a una joven de castaño cabello y pálida tez que hablaba con Buillmush. No fue su hermosura lo que captó la mirada de Will, lo que realmente le llamó la atención fue su vestimenta. La muchacha llevaba un harapiento vestido blanco, más corto que el de cualquier otra dama, rasgado y sucio. William le dedicó una mueca de pena, mirada que ella jamás notó, y volvió a lo suyo.
Rato después, la joven se marchó dejando estallar a Buillmush una carcajada. William decidió no preguntar.
-¿Puedes creer lo que pidió esa chiquilla?- Entabló conversación el adulto.
-No.-Le respondió cortante William.
-Que no seas malhumorado, muchacho- se quejó el hombre.- Resulta que pidió que la guiaran, pero no tenía con que pagar mis atenciones
-¿Dónde?- Inquirió Will
-¿Dónde qué?- Preguntó confundido Buillmush
-¿Dónde quería ir?-
-Bastile ¿Lo crees?- Se mofó el posadero. William guardó silencio; Se levantó y se dirigió a la puerta. – No me digas que te irás
-Gracias por tus servicios- respondió el joven cortésmente dejando dinero sobre la barra. Cruzó el portal y paseó la mirada por aquel paisaje hasta toparse con la figura de la joven acariciando un caballo blanco.
Se le acercó lentamente por detrás, debatiendo que le diría. Antes de llegar donde estaba la muchacha, ella se dio la vuelta y se lo quedó mirando. Ninguno encontraba las palabras para saludarse.
-Buenos días, señor- dijo finalmente ella con una reverencia. William solo asintió- Disculpe la molestia, pero ¿Podría indicarme el camino hacia Bastile?-William se lo pensó un momento. Bastile no parecía un mal destino para continuar su huída. La joven le dedicó una sonrisa. – Mi nombre es Netisha, Netisha Wells
-Piacere di conoscerti- correspondió William al gesto. Un atisbo de sorpresa cruzo el rostro de la joven dama.
-¿Extranjero?- Aventuró ella.
-Refugiado- Puntualizó William, esbozando una sonrisa. Se dio la vuelta y se encaminó hacia Perdis.
-¿Me ayudará?- cuestionó la muchacha- ¿Me dirá cómo llegar?
-Mejor- Atinó a contestar Will subiendo a su caballo- La escoltaré yo mismo hasta allí.
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Counting Stars [CANCELADA]
Romansa"Tienes que admitirlo, Quién no ha soñado con esto alguna vez"