Yers: Un camino hacia la libertad

CAPITULO 10: Primera clase para el olvido

Continuando con lo que sucedió en el capitulo anterior: los alumnos habían ingresado a sus aulas y todos los profesores seguían con su presentación y con otros asuntos poco interesantes, pero el desarrollo de la trama concluyó en el grupo de Yers, en el cual el profesor Viner dejó atónitos a todos por sus declaraciones.

Viner -Saldré un momento a tomar un café y luego regresaré ya cuando ustedes... ya saben... regresen a este mundo de nuevo. Afirmó mientras cerraba la puerta.

Pasaron unos 5 minutos para que los recién ingresados reaccionaran y volvieran a la realidad.

-Que profesor tan extraño -Comentó uno de los que se encontraba en primera fila -¿En serio el será nuestro maestro por estos 6 meses? -Se preguntó su compañero de al lado.

Yers al igual que ellos se preguntaba cómo iban a progresar con un maestro que al parecer tiene problemas de bipolaridad, no obstante era incapaz de decirlo en voz alta, pues sabía perfectamente que su atención sería captada por los demás. Pero eso era imposible, puesto a que varios lo observaban de reojo sin ningún tipo de discreción.

Yers -¿Por qué todos me ven? -Se preguntó el adolescente musitando.

¿Por qué ocurría eso? La respuesta es muy sencilla, todos en el salón poseían vestimenta oscura cubierta de colores fríos ya que al parecer no querían llamar la atención de los oficiales y mientras tanto Yers tenía puesta un chaleco de bomberos color naranja encima de una franela blanca, el muchacho siempre luce con su cabello un poco desarreglado, eso indica claramente que no muestra ningún interés en peinárselo.

-Oye niño, ¿A ti te llegó el correo? -Preguntó a su izquierda una de sus nuevos compañeros.

Yers-¿C-cual correo? -Preguntó mientras tartamudeaba.

-El que te envía la organización antes de entrar con todas las pautas e instrucciones.

Yers -C-reo que nunca me-me llegó nada.

Se encontraba en un completo infierno en ese momento, todos tenían su vista puesta en él, mientras que otros se susurraban y se reían, lo más probable es que estén utilizando algún defecto que tenga Yers como objeto de burla, y obviamente no eran capaces de decirlo en voz alta.

-¿Y viniste solo o acompañado?

Yers -A-com-pa-ña-do.

La misma compañera que le hizo la pregunta empezó a remedarlo de manera burlona; el salón rompió a reír, todo iba tan mal para el protagonista que transcurrieron apenas 20 minutos desde que ingresaron. Yers inclinó su cabeza concentrando su mirada en el suelo.

Y volvió a remedarlo nuevamente, los alumnos una vez más soltaron carcajadas. Uno de los compañeros que se encontraba a una cierta distancia insistía en que lo dejaran en paz, pero sin lograr éxito alguno. La tortura finalmente terminó, ya que el profesor por fin regresó.

Abre la puerta bruscamente y dice: veo y escucho su entusiasmo expandirme a lo largo de este espacio -Siempre con una sonrisa de por medio. Ya al entrar termina de reordenar sus pertenencias en el escritorio y prosiguió con su discurso.

Viner -Bien como les decía...

El docente seguía hablando pero Yers se encerró en sus pensamientos producto de las burlas que recibió de parte de sus nuevos compañeros:

-El instructor Bill y Silas tenían razón, este lugar no es para los débiles pero es muy difícil; no se defenderme cuando me agreden verbalmente y mis amigos no siempre van a estar allí, como ahora por ejemplo -Expresó musitando y con su mano cubriendo medio aspecto.

A pesar de los cambios de humor que sufría Viner durante su clase el transcurso de ésta se llevó a cabo con total normalidad (por decirlo de ese modo).

Yers -No creo durar mucho tiempo aquí ¿Por qué me tiene que pasar esto? ¿POR QUÉ? -Se preguntó gritándose internamente.

Pasaron las horas y comenzaba a anochecer, la tortura por fin acabó para el joven guerrero; Viner les dio la orden de poder marcharse, Yers fue el último en salir pues no quería que supieran que estuvo llorando toda la tarde. Los miembros tuvieron que cruzar de nuevo el incómodo pasillo por el que ingresaron y, al igual que, cuando entraron fue toda una lucha para trasladarse a lo que era el patio del recreo de OPRAE, aunque se encuentre bajo tierra como lo había dicho Bill. El patio (si se le podía llamar así) es enorme y, como era de noche los reflectores iluminaban el lugar con su resplandeciente luz, sinceramente hacía parecer que era de día, una mini plaza en medio donde se apreciaba la gran fuente de agua: es conocida por ser el espacio donde brinda esperanza y otorga cualquier tipo de deseo (A pesar de no ser cierto eso la creía especial). Yers por fin pudo escapar de la multitud, quedó asombrado por el bello paisaje que irradiaba el patio, sin embargo su mente continuaba enfocada en encontrar a sus amigos. Observaba a todos lados, pero lo único que veía era personas con atuendos negros o azules oscuros y, al igual que Yers los otros guerreros posaban una vestimenta colorida.

Yers -¿Dónde estarán? Llevo rato buscándolos -Comentó exhausto el muchacho.

No daban señales de estar ahí, el chico muy frustrado abandonó la búsqueda y decidió sentarse en uno de los bancos que no solían ser tan cómodos.

Si todos los estudiantes salieron al mismo tiempo y su único destino era el mismo que el de Yers ¿A dónde habrán ido los otros 4?...