Holden Lowell: un hombre importante, un magnate, dueño una de las empresas más grandes e importantes de Inglaterra, dinero de sobra, mujeres de sobra. Un trabajo fabuloso, un hombre fabuloso, una vida fabulosa y blah, blah, blah...
La verdad es que...
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Novena Parte
La cena estuvo muy deliciosa pero algo incómoda, la única que hablaba era Sky, y de vez en cuano Hope y yo comentamos esporádicamente lo que decía pero no más. Era evidente que la relación entre nosotros estaba bastante incómoda y no sabía cómo remediarlo, no pude parar de verla en toda la noche. La verdad es que Hope era una mujer muy hermosa, eso era innegable, más de uno en la oficina estaba partido por ella, el cabello rubio platinado con esos gigantescos y brillantes ojos azules atraía la vista de cualquiera, junto con esa sonrisa que nunca paraba de relucir, además no podía negras que Hope a pesar de gustarle vestir de manera reservada podía notarse el buen cuerpo que se gastaba, era impresionante. Y si cualquier hombre tenía algún plan de conocerla y simplemente seguir de largo, nunca tendrían siquiera la oportunidad, y que ella con solo hablar un poco era más que hipnotizante: no tenía miedo ni filtros al expresar sus ideas, al hablar podías darte cuenta de lo entusiasta que era, en más de una situación no podía evitar pensar en las demás personas mucho antes de pensar en sí misma y es que le gustaba ver felices a las demás personas, era una chica que al hablar se notaba que amaba su pŕofesión, y eso no era todo había muchísimas cosas más que hacía imposible que alguien pasara su presencia por alto.
Para mí siempre fue imposible.
Y ahora, luego de haberle gritado e insultado, no sabía qué hacer para remediarlo, me había sentido tremendamente mal a penas descubrí de qué se trataba su idea, jamá se me hubiera podido ocurrir una idea como esa. Ahora era feliz con Sky a mi lado, pero no del todo, pues la mejor amiga que he tenido jamás no lo estaba.
Cuando terminamos de comer pagué la cena y al irnos Sky tomó las manos de ambos para caminar, como lo había hecho durante todo el día, no me quejaba pero resultaba incómodo notar que Hope se encontraba practicamente a mi lado y para ella también parecía ser incómodo pues su cuerpo parecía estar en tensión, tenía que pensar qué hacer para recuperarla, no quería estar de este modo con ella.
Llevamos a Hope hasta su casa, a pesar de las protestas de Sky quien quería hacer una pijamada con su "amiga princesa", se despidió de Sky dejando un beso en su frente, ella ya se había quedado dormida para entonces, y luego giró a verme estaba algo nervioso, la verdad es que el camino a su casa fue mayormente silencioso ya que Sky se quedó dormida casi de inmediato con el sonido de mi música.
- Nos vemos mañana, Holden - antes de que terminara de abrir la puerta tome el valor de estirarme para volverla a cerrar y colocarle el seguro - Holden ¿Qué haces?
- Hope, tenemos que hablar.
- No, tu y yo no tenemos nada de qué hablar.
- Claro que sí, yo... quería disculparme contigo.
- Vaya, eso es nuevo. A ver te escucho - ambos susurrabamos para no despertar a Sky, no tenía idea de qué mierda iba a decir, todo aquello simplemente había sido producto de un impulso.
