Doceava Parte
Regresamos a la oficina después de almorzar, Hope se pone a trabajar y yo solo me siento al lado de ella a jugar con Koda, aunque no tengo muchas ganas de jugar ahorita, estoy muy triste porque gigante no fue con nosotras a almorzar, él me prometió que iría y él me enseñó que las promesas no se rompen. Ya es tarde y sé que en un rato volveremos a casa así que comienzo a recoger mis cosas sin cantar la canción de ordenar, no tengo ganas, solo quiero llegar a mi casita para dormir. Meto dentro de mi mochila de Dora la Exploradora mis crayones y hojas de dibujo.
Por fin llega gigante hasta mí para irnos, me despido de Hope dándole un besito en su cachete y él también lo hace. Pero cuando me saluda a mí yo no digo nada, no quiero hablarle porque él rompió nuestra promesa, cuando nos montamos en el auto él pone mi cinturón de seguridad haciendo chistes, pero yo no tengo ganas de reír.
- ¿Estrellita qué sucede? - el auto avanza por el camino mientras él habla - ¿Estás así porque no fui a almorzar con ustedes?- Rompiste tu promesa, eso no se hace - no quiero verlo así que solo miro hacia la ventana donde hay muchas luces bonitas.
- Sky, tenía trabajo, lo siento, no quería romper nuestra promesa - sigo mirando las luces de afuera. Yo sé que tenía trabajo, Hope me dijo es debía refe... Res... Respertan su trabajo, pero igual estaba molesta - Qué te parece si te prometo no volver a romper una promesa contigo? - quiero reír porque eso sonó como un traba luengas.
- No, vas a romperla - el auto se detiene y miro al frente, gigante me está viendo.
- Yo te prometo a ti, Skylie, que nunca, jamás en mi vida volveré a romper una promesa.
- Conmigo - agrego, él debe decirlo.
- Contigo.
- ¿Por la garrita?
- Sí, cariño, por la garrita.
•••
Ya estoy lista para dormir, lo he dicho muchas veces pero yo amo, amo, amo mi habitación, es toda moradita con una cama de princesa, aunque gigante siempre me dice que es cama de estrellita porque yo soy su estrellita.
- ¿Lista para que te lea un cuento antes de dormir?
- Si.
- Ya hiciste...
- Pis, y me cepille los dientes y el cabello también, con mis cepillos deferentes, y ya me vestí y también me arropé - gigante se ríe y luego se siento en la cama al lado de mí con un libro en las manos.
El gigante comienza a leer otro capítulo de Alicia en el País de las Maravillas, gigante dice que ya estamos muy cerca de terminar el libro, Alicia ya llegó al castillo de la reina roja y ahora pinta sus rosas con algo que llaman carmín, y el gigante sigue contándome lo que pasa hasta que ya no lo escucho más porque me quedo dormida.
•••
10 de Febrero, 2018.
El resto de lo días en el colegio los pasé con Alex y haciendo toooda la tarea que las profesoras nos mandaban, gigante decía que ya era una niña muy, muy, muy inteligente. La brujas ya no nos molestaban y Alex y yo habíamos podido jugar en todos los recreos. El viernes quise invitar a Alex a venir con nosotros a casa por un rato pero su mamá no lo dejó. Cuando me despierto el sábado mi pansita tiene hambre así que bajo con Koda a la cocina para ver si gigante ya preparó algo de comer. Pero todavía tengo un poquito de sueño y se me cierran un poquito los ojitos.
- Buenos días, pequeña, adivina quién vino a visitarnos - abro mis ojitos para ver a gigante que está cocinando algo y cuando veo hacia el otro lado de la cocina me emociono mucho, mucho.
- ¡Princesa Hope! - corro a saludarla, ya no tengo sueñito. ella me atrapa en el aire y comienza a hacerme cosquillitas que me hacen reír mucho.
- Hola pequeña, ¿Cómo estás?
- Estoy muy bien, me desperté ahoritica, y tengo muuucha hambre - el gigante y la princesa se ríen y yo me río con ellos, pero no sé de qué.
- Pues que suerte tienes estrellita, porque el desayuno está listo.
- ¿Para los tres?
- Sí pequeña.
- Siii. ¿Me puedo sentar al lado de princesa Hope?
- Claro que sí cariño.
- No, no, mejor al lado de gigante.
- Estrellita , te puedes sentar al lado de los dos - gigante pone los platos en la mesa y nos sentamos todos a comer.
Después de desayunar gigante y Hope se van a la oficina de gigante mientras yo me voy a jugar con Koda por la casa. Estamos jugando a los espías secretos, como en la comiquita de la televisión Espías Sin Límite. Por un rato jugamos en el patio de atrás a espiar al perrito feo de la vecina, ladra mucho, pero después no aburrimos y entramos en la casa y cuando pasamos cerca de la oficina de gigante veo que la puerta está medio abierta y decidimos que ahora nuestra nueva misión va a ser espiar a al gigante y a la princesa, así que me asomo con Koda para verlos.
- No podemos tenerla más, está perjudicando tu trabajo, y si perjudica tu trabajo también el de la empresa y eso no podemos permitirlo - escucho a la princesa Hope hablar pero aún no la veo.
- Sí, creo que tienes razón, lo mejor es que la dejemos fuera, no podemos perder más tiempo con una niña - gigante hablaba serio como cuando jugábamos, pero él no parecía que estaba jugando. ¿Una niña? Yo soy una niña ¿Está hablando de mí?¿Quiere dejarme como lo hizo John? ¿Por eso había roto su promesa, porque ya no me quería?
- Bien, entonces está hecho, mañana mismo hablaré con los de recursos humanos y problema resuelto - ¿Soy un problema? Yo no quiero ser un problema ¿Pero qué puedo hacer?, decidido, volveré a mi callejón, sola, con Koda. Bueno si recuerdo como era mi callejón.
- ¡Si no me querían solo tenían que decírmelo, yo solita me voy para que no me quieran en paz!
Mi carita estaba toda mojada mientras ellos me ven con sorpresa, pero no me importa yo solo corro fuera de la casa, no sé dónde está mi callejón pero seguro lo encuentro pronto. Grito cuando una luz muuuy grande y blanca me asusto, no sé qué es o de dónde viene solo sé que termino cayendo sobre mi traserito mientras me da mucho sueñito... No estaría mal dormir una siestita, seguro a nadie le importará ahora que nadie me quiere... Solo escucho un grito antes de dormirme...
- ¡Sky! ¡Estrellita...!
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Fugaces
Storie breviHolden Lowell: un hombre importante, un magnate, dueño una de las empresas más grandes e importantes de Inglaterra, dinero de sobra, mujeres de sobra. Un trabajo fabuloso, un hombre fabuloso, una vida fabulosa y blah, blah, blah... La verdad es que...