Nadie vive por mil años

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Ella cubre su boca en un gesto involuntario y sorprendido, con lágrimas cubriéndole ahora todo su rostro por debajo de la nariz y empieza a hacer soniditos raros mientras asiente con frenesí.

Pero Justin necesita más. Más que solo un movimiento con la cabeza.

-Dilo –pide acariciando el dedo en el cual pronto pondrá el anillo- con tu hermosa voz.

Miley abre los ojos desesperada, no puede ni respirar ¿cómo pretende que diga el “sí”?

-Sí –suelta y al ver la tímida sonrisa de Justin grita más fuerte.- ¡Sí, sí, sí!

Desliza el aro que encaja con perfección en el delgado dedo de ella, su Miley.

Su prometida.

Su futura esposa.

Vuelve a la posición original y le da un abrazo fuerte, besándola y acariciándole la cara, los hombros, los brazos, su vientre, sus caderas, todo lo que esté a su alcance, queriendo demostrarle cuanta felicidad le ha dado.

-Santo Dios, es hermoso –suspira una vez que se separan, el anillo podía parecer uno normal a distancia pero cuando se miraba detenidamente notabas las perfectas letras J y M, cada una colocada al lado del diamante.

-Tardó un tiempo en hacerse –comenta él siguiendo su mirada,- pero quería que fuera especial, igual que lo eres tú para mí.

-Oh, Justin –susurra- admito que pensé que esto nunca pasaría.

-Pero pasó y aceptaste y serás mi esposa–desliza su pulgar debajo de sus ojos limpiando las lágrimas.- Solo mía.

-¿Por mil años? –pregunta y sin quererlo Justin forma una línea recta con sus labios.

<<Nadie vive por mil años>>

El recuerdo de la fría voz de Olive le heló las manos. Pero trata de recomponerse para no preocupar a Miley.

-Para siempre–respondió, besándola de nuevo.

~°~

-¡Ahhhhhhhh! –Chilló Emma en cuanto los observó salir del balcón y con su mirada de águila notó el anillo en el dedo correcto de la mano de su mejor amiga.

- ¡MILEY!

Corrieron a abrazarse con miradas confundidas y desconcertadas de por medio. Justin intentó aclararlo todo:

-Quiero informarles orgullosamente que esta hermosa mujer que hoy cumple años ha aceptado cambiarse el apellido –las frentes seguían fruncidas, Justin trató de explicarlo mejor:

- Formar una nueva vida junto a mí. Miley ha aceptado ser mi esposa.

Los gritos no tardaron en ser escuchados y en un nanosegundo Justin y Miley  estaban rodeados de gente que quería saberlo todo.

Pero una presencia hizo que al rubio se le secara la garganta. John.

-¿Y se puede saber a quién le pediste la mano de mi hermana?

John tenía la misma edad que él, pero no por eso dejaba de ser imponente y aterrador.

-Yo... –no se le había pasado por la mente que tenía que pedir permiso.

-La engañaste.

-Lo sé.

-La ibas a estafar.

-Lo sé –murmuró un poco resignado.

-¿Sabes cuánto te odie cuando supe que eras un mentiroso y que la habías dejado embarazada?

-Yo no sabía que estaba embarazada...

-Eras un farsante que la usó por dinero.

-Eh cambiado.

-¿Sabes? Yo no creo que las personas cambien. Al menos no lo creía.... antes.

-Pero...

-Querías robarle.

-John...

-Solo responde sí o no. ¿La amas?

-Más que a nada.

-¿Amas a tus hijos?

-Daría mi vida por ellos.

-¿Los harás felices?

-Siempre trataré.

-No –corta- No tratarás. Lo harás.

-Lo haré, siempre –corrigió.

-Entonces, Bienvenido a la familia... hermano.- Su sonrisa pareció sincera y se dieron un abrazo corto.- Por favor, cuídala.

-Eso haré.

-Y deja de ser tan imbécil –bromeo y volteo a ver a Miley quien cuchicheaba con sus amigas.

- La has hecho muy feliz, Justin. Yo... te tenía mucho rencor, pero no lo mereces. Eres un buen hombre.

-Gracias, John. Y sobre lo de tratar de dejar de ser imbécil... bien, será difícil. Pero lo intentaré, por ella.

Rieron a carcajadas provocando que Miley volteara a verlos un poco desubicada pero John simplemente levantó el pulgar hacía arriba en signo de que todo estaba bien.

-Solo algo más, Justin.

-¿Sí?

-Esa chica. Olive. Aléjala de Miley.

-Voy a hacer todo lo posible.

-Y a pesar de todo ¿cómo se atrevió a aparecer aquí hoy?

-Dijo que...

<<Necesito algo>>

<<Lo encontré>>

<<Miley puede desaparecer en cualquier instante>>

<<Esta fiesta me ayudó>>

<<Nadie vive por mil años>>

Sin poder evitarlo Justin corrió dejando a John hablando solo, empujó a los invitados con brusquedad y solo iba soltando “lo siento” por ahí.Miley lo siguió al verlo tan desesperado.

-¡Justin!

Pero él no se detuvo.

¿Cómo había podido ser tan estúpido?

Abrió el escritorio con fuerza y su cara se congeló, Miley se acercó a su lado, observando nerviosamente como el ojo de su prometido empezaba a temblar un poco, un tic.

Miley no sabía que Justin padeciera de un tic.

-¿Justin? Amor ¿estás bien? –preguntó.

-Olive –murmuró- Olive se ha llevado la pistola.

Y es como si escuchara un reloj.

Un tic. Toc. Tic. Toc.Que marcaba las horas, los días, tal vez semanas si tenían suerte, antes de que Olive atacara. 

El farsante (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora