Es amor

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.2 años atrás.

Regresaba demasiado temprano esta vez. Casi 45 minutos antes. Hoy había decidido recortar su rutina de ejercicios porque cumplía un mes de casado con Olive, hace unos momentos había comprado el ramo más grande que la florería tenía, en su casa tenia guardados ya dos botellas de vino y un hermoso collar que ella había admirado en un vitral hace pocas semanas.

<< ¿Bebé? –cariñosamente la llamó -¿Qué pasa, amor? –había preguntado al verla paralizarse frente a una vitrina de la joyería.

-Es precioso –dijo ella con voz pérdida mientras miraba la brillante pieza.

-Lo compraremos después ¿te parece? Eh dejado las tarjetas de crédito en el departamento y todo el dinero me lo eh gastado en el supermercado.

-Está bien –había elevado los hombros levemente y habían seguido con su camino.

2 días más tarde…Justin había vuelto a la tienda para comprar el collar. >>

Era difícil para él asimilar todo lo que había pasado últimamente. Justin siempre se había garantizado por ser alguien rebelde, no le gustaban las responsabilidades y mucho menos los lazos definitivos. Cuando la conoció a ella rompió toda logística en su vida. Nunca había creído en el amor a primera vista, Olive lo hizo cambiar de opinión. Se conocieron durante una fiesta y él había quedado loco por ella, era una mujer espectacular; 2 semanas después le había pedido matrimonio, su madre, como siempre… se había opuesto, pero no le había importado, Olive era la mujer de su vida. Cada vez que estaba junto a ella parecía hechizado.

Movió las llaves con cuidado, tratando de identificar la correcta y abrir. Cuando pudo encontrarla entró a la casa con el ramo por detrás de su espalda, Olive no estaba en la librería, tampoco en la sala… ni en la cocina.

-¿Olive? –murmuró.

Tampoco estaba en la sala de juegos.

Solo quedaba un lugar… tal vez tomaba una siesta.

Pegó las flores aún más atrás de él, no quería que ella las viera antes de tiempo, cuando se acercó un leve gemido rompió el silencio, seguido de un gruñido… masculino.

Abrió la puerta extrañado y quedo quieto al instante que sentía como su estomago se contraía de puro dolor y su corazón experimentaba una sensación algo parecida al ser atravesado por una lanza.
Su esposa y su hermano en su cama… haciendo el amor.

-Justin, amor- Justin siseó al escuchar las palabras.- No es lo que parece. –chilló mientras se cubría con las sabanas.

-Eres una sínica, maldita –gritó él mientras dejaba caer el ramo al suelo y se acercaba furioso.

-Hermano… -dijo Derek.

-¡Cállate! -Lo silenció- No te atrevas a llamarme nunca así ¿entendido? ¡JAMÁS!

-¿Cómo pudiste hacerme esto?-gimió dirigiéndose a Olive, ella tenía los ojos llorosos, por un instante Justin quiso abrazarla, no podía, ella estaba entre los brazos de su hermano- ¡Contéstame!

-Es que…

-Hoy era nuestro aniversario ¡Un mes! ¡Un mes juntos y ya me has engañado! ¿Cuánto tiempo llevan ustedes?

-Amor…

-No me llames así zorra barata –escupió las palabras con frustración, ella era la mujer de su vida…

-No le faltes al respeto, Justin –Derek se interpuso entre ambos. Entonces también se dio cuenta de algo más…

-Eras mi hermano, sangre de mi sangre, mi confidente… mi amigo ¿por qué? ¿Por qué con ella, Derek?

-Justin uno no puede elegir a quien amar.

-Pero puede elegir entre acostarse con la mujer de su hermano o no.

-Bebé... –dijo ella en un tono bajo.

-Quédate con el departamento, no me interesa tenerlo. En unos días te llegará el acta de divorcio, no quiero verte más ¿entendido? –luego vio a su hermano- Tú, más vale que tampoco te vuelva a ver la cara, porque yo mismo me encargare en hacértela pedazos.

Retrocedió un poco chocando con las flores ya maltratadas en el piso, daban pena, tal como él.
-Ustedes dos –pronunció mientras la primera lagrima mojaba su mejilla, no podía permitirse llorar.- Eran lo único bueno que tenía en mi vida. Creía que ninguno de los dos me haría daño jamás.

Seguido salió por la puerta y después de caminar por algunas calles se echó a llorar.

{Fin del Flasback}

Los Ángeles, California.

-Hola Justin –la sedosa voz invadió toda la habitación, provocando un temblor interno en el cuerpo de Justin, hace años que no la veía.

-¿Qué haces aquí? –pregunto con la voz tensa. Alerta a cualquier movimiento que hiciera ella.

-He oído que tu madre te ha contado todo –dijo ella- no te hagas el que no sabes… supongo que es un poco obvio que no te ha mentido.

Entonces Justin bajó la mirada recorriendo el cuerpo de la mujer que tanto daño le hizo, estaba llena de moretones, tenía un venda en recorriéndole el hombro y una muñequera, sus piernas con rasguños y heridas sin cerrar… todo por querer escaparse… con su hermano.

Y ahora él estaba en coma y ella… ella solo tenía la muñeca dislocada. Buena jugada del destino ¿eh?
¿Acaso se estaba cobrando el engaño hacia Miley? ¿El destino se estaba desquitando con su hermano?

-¿Qué ha pasado? Quiero que me lo digas.

-La semana pasada Derek recibió una llamada, no sabría decirte quien llamó, él no me lo dijo. Quién sea que allá sido le informó que Pattie iría esa misma tarde a buscarlo, él se puso paranoico y al instante se puso a empacar de todo, salimos una hora después y a los minutos sentimos como el coche estaba teniendo problemas, no había avanzado ni 5 metros cuando algo explotó. No sé que fue… tal vez el motor ¿eso explota? –Justin puso los ojos en blanco- La cuestión es que el auto volcó y terminamos contra una barda… Yo solo me hice daño en el hombro y mi mano… pero Derek… él…

-Ya sé.- la cortó el rubio, no era necesario que nadie se lo repitiera.

-¿Es muy fea?-preguntó ella después de un pequeño silencio.

-¿De qué hablas?

-Ella, Miley. ¿Es fea? ¿O gruñona? Tal vez un asco en la cama…

Justin frunció el ceño.

-¿Derek te dijo algo malo de ella?

-Él nunca habló de ese “plan”, tu madre me lo ha dicho el mismo día del accidente. Pero debe de ser una adefesio si es que mi Derek pudo correr el riesgo de manejar un carro en mal estado solo para no regresar con ella.

Bieber gruño al escuchar como llamaban a su Miley adefesio, ella era la diosa más hermosa de todas. Abrió la boca un poco al notar como seguía refiriéndose a Miley como suya, tal como Olive se refería a Derek como de ella.

-Es preciosa –musitó- linda, carismática, inteligente y con sentido del humor. Es la mujer más tierna dulce y sensual que eh conocido. Derek fue un tonto al…

-¿Al preferirme sobre ella, ibas a decir eso?

-No –negó él.- Iba a decir que fue un tonto al no querer estar con ella, fue realmente estúpido al perderse una oportunidad como es… ser su esposo.

Los ojos de Olive se posaron en el anillo que Justin tenía en su mano izquierda.

-Tú solo te has casado por dinero.

-No hables si no sabes –gruñó.

-Yo digo lo que tu madre me ha contado.

-¿Sabes? Me importa un reverendo comino lo que creas ¿A qué has venido y por qué tanta urgencia en hablarme? La última vez que nos vimos te dije que no quería verte más.

Olive sonrió –Eso fue hace dos años.

-Que buena memoria tienes –él levanto las cejas- ¿Aún recuerdas cómo te descubrí ese día? Yo sí. Desnuda, engañándome con mi hermano… en mi propia casa.

-Justin si me dejaras…

-No te he pedido explicaciones en ningún momento, lo único que me interesa saber es que querías hablar.

-Quiero hablar de ese día.

-Pero yo no. Así que me retiro – empezó a caminar hasta la puerta pero su voz lo detuvo.-

-Me veras más seguido de lo que querrás, estoy viviendo aquí.

-¿Por qué? –volteó él mirándola de nuevo.

-Porque no quiero estar sola.

-Bueno entonces, ¡Bienvenida a la mansión del terror Bieber! Esperamos que su estadía no sea tan terrorífica como fue la mía.

-Sigues guardando rencor hacia mí ¿verdad? Oí por ahí que te has vuelto un mujeriego de lo peor… que ya no crees en el amor.

-No tienes porque meterte en mi vida Olive, pero estoy orgulloso de decirte que amo a Miley.

-Atracción y amor no son lo mismo.- murmuró ella.

-Es amor –confirmó él. -Si quieres creer que es mentira, créelo. Yo sé que es verdad.

-La debes amar demasiado, ya sabes… “Derek” como para engañarla para tener su dinero –dijo ella sarcástica.-

Justin rodó los ojos y volvió a dirigirse a la puerta. –Me voy Olive, si necesitas algo no cuentes conmigo… voy a regresar a Hawái lo más pronto posible.

-¿Necesitas a tu esposa para ser feliz? –rió ella.

Justin asimiló la pregunta y recordó la hermosa sonrisa de MIley.

-Así es –murmuró mientras salía. Había perdido 15 minutos hablando con Olive en vano, ahora iría a su casa, llamaría a Miley y arreglaría lo más pronto posible su viaje… debía decirle la verdad.

***

.Hawái.

Miley estaba teniendo un ataque de limpieza en esos momentos, siempre los tenía cuando se encontraba aburrida, y todo el día lo había estado, los libros que había ahí no le interesaban, no podía llamar a John porque de seguro estaba trabajando al igual que Emma y Kevin.
Ahora mismo estaba sacudiendo el polvo de su habitación, recordando la primera noche sin Derek a su lado… se había sentido tan sola.

Movió algunos adornos bruscamente provocando que una caja cayera al piso y se abriera.
Era la caja de Derek, la que guardaba con llave. El cerrojo se había abierto con el golpe.

Se agachó velozmente y empezó a recoger todo el papeleo que tenía ahí, tratando de no enfocar su mirada en nada. Por respeto; era sus cosas personales y sería violar su privacidad el verlas sin su permiso.

Cuando la mayoría de los objetos estaban dentro no pudo evitar mirar una foto, demasiado peculiar, eran dos Derek… más bien su hermano gemelo, Justin y él. Ambos con traje, seguramente en algún baile de graduación, pues lucían juveniles, se veían contentos, amigables… tal como los hermanos deberían comportarse ¿Por qué se abrían distanciado tanto? –volvió a dejar la foto dentro y cerro la caja volviéndola a poner en su lugar.

Siguió limpiando más, y entonces notó como algo brillaba en la alfombra, era un collar, tenía un nombre grabado en oro: “Justin”.

más tarde la sigo:D
les subi muchos capitulos jaja:)

El farsante (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora