Desahógate. ➳ Cerrado

Jen.

J e n

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Gorda. ¿No os parece impresionante? Lo ridícula y simple que es nuestra mente, que con un solo adjetivo puede derrumbarse. Es solo un grupo de palabras con un significado marcado, y con eso ya consigue sentenciar, marcar la vida de miles de personas. Causa sufrimiento y odio, ¿no es sorprendente?

Pero hey, yo no soy excepción, mucho menos, yo soy una esclava más que cayó en las trampas de la sociedad. Siempre he sido la gorda, quizás para otros no, pero a mis ojos siempre seré una bola que rueda por la vida. Habré pesado más o menos, podré haberme descrito como 'normal' ante otros, pero el letrero 'GORDA' no deja de estar colgado en mi mente. No es orgullo, no es aceptación, es marcarme como enemigo.

Y me canso porque estoy tanto a merced de una palabra, de una imagen fantasma. Paso por momentos en que empiezo a aceptar mi cuerpo, pero un solo comentario de una persona sobre mi peso ya me tira del monte, todo lo escalado queda en el olvido y vuelvo a llorar mirando una cima muy lejana. Se vuelve a esa rutina de no quererse, de detestarse y recordar a cada segundo que eres un fracaso. '¿En serio creíste que podías alcanzar la punta? Si llegas allí arriba se desmorona la montaña por tu peso.'

También regresa ese amor-odio con los espejos. El juego de te evito pero te busco. Me da vergüenza plantarme frente a ti porque se que lo que voy a ver no me va a gustar. No gustar, eso es más bien un eufemismo, odiar coincide mejor con la realidad. Pero te busco , ¿y porque te busco? Para recordar, que las esperanzas no crezcan, así eres y así es como te ven, deja de importar el interior. Lo relevante es encontrar esa posición en que parezcas más fina, la solución acaba en ser esconderse. A veces sudaderas anchas, otras taparse con chaquetas o simplemente no querer salir. Y no son solo espejos, cada ventana, cada escaparate que signifique un reflejo será lo que buscaré de reojo, intentando encontrar una imagen agradable y casual, pero solo me encuentro a mí. Si no me contuviera te puedo asegurar que me sangrarían las manos después de golpear cada cristal que me haya cruzado.

Y se convierte en una obsesión. Tienes que evitar las redes sociales para no empezar a compararte. Evita cada puta foto, no hay ninguna que se salve. Hablemos de instagram, como en cada imagen encuentro a alguien más delgado, a alguien más perfecto, esa persona en comparación a este insecto, pero claro, a mí no me puedes aplastar, con todo el espacio que ocupo mejor es que me atropelles con un camión. Solo digo. La preocupación, el querer encogerme, ser pequeña y poder esconderme donde las miradas no me encuentren. Puede que ellos no me juzguen, pero no hace falta, para eso estoy yo.

Vale, lo que importa es la personalidad, ¿verdad? Pero no, eso tampoco salva. Cualquier victoria se convierte en secundaria cuando un espejo se asoma. ¿Como mierda vas a ser bonita por dentro si por fuera eres tan horrible? Nuestro cuerpo es nuestra imagen, ¿no? Es lo que nos describe. Lo que daría por ser solo letras sin forma.

Lo sé, la solución debería ser comer sano y hacer deporte, pero la forma no repara la autoestima. No puedo evitar tragar y tragar, la ansiedad me puede. '¿Tan ridícula eres que creíste que tú, puta, podrás tener un cuerpo bonito?' esas son las palabras que canta mi mente.

Con el ejercicio no puedo. Otra vez me ataca el pánico, las risas fantasma empiezan a sonar en mi cabeza. Me entra una vergüenza y necesito esconderme, solo pudiendo recordar esas veces en que las personas se rieron de mí viendo como corría e intentaba bajar la grasa.

Etoy tan cansada de odiarme. Ya no aguanto ducharme, ese cuerpo desnudo que tanto me desagrada. Ver el agua deslizarse por mi piel y pensar, 'yo cortaría aquí y allí'.

Y hoy escribo esto, repasando mentalmente lo que he comido durante el día, preparándome para la duchar y asustada de lo que un espejo me vaya a confesar. Quiero creer que escribir esto supondrá un final, que la mierda quedará en el papel y volveré a empezar, pero lo más probable es que en un par de horas vuelva a llorar.