S o n á m b u l o
El motivo por el cual escribo es porque me siento confundida de lo que pasa a mi alrededor. Pasa que tengo un padre alcohólico, lo definiría así porque ha llegado a un punto en el que necesita esta sustancia (bebidas alcohólicas), y el problema es que mi madre ha permitido que esta adicción continúe y que sigamos viviendo un infierno con él (digo mi madre porque todavía soy menor de edad. Ella permite que él le falte el respeto, y cuando yo quiero defenderla o defenderme a mí ella lo prohíbe. Y, ¿por qué pienso que vivimos un "infierno"? Porque ha llegado a golpearla, a mí también pero pocas veces, nos insulta y me resulta difícil controlar mis sentimientos y mis acciones ante las de mi padre.
Y esto pasa muy seguido, casi todas las semanas, a veces es más violento y a veces no, pero es que esto no tiene un año, han sido más. Sin embargo me cuesta hablarlo con mi madre, ya que ella piensa diferente. Ella ha llegado a decirme que aguanta todo por mí y por mi hermano mayor, pero no entiendo por qué le es difícil pensar en ella y en su felicidad. Y todas las veces que pelean, son gritos, llegan a romper vasos, hay veces que hasta vidrios (lo cual es una tremenda estupidez ya que no contamos con la economía suficiente para restaurar los daños mayores) y todo termina al otro día, ya después es alegría y amor, lo cual no es para mí. Ellos piensan que si ellos ya lo resolvieron yo también tengo que hacer como si nada hubiera pasado y eso me hace cambiar de ánimos repentinamente y confundirme con la situación.
He cambiado demasiado mi forma de pensar, mis gustos, mi personalidad. Ahora soy más tímida, me cuesta relacionarme, me cuesta querer a mi familia, me cuesta estar en un entorno familiar, porque después todo se va a la mi#rda y terminan siendo los mismos problemas con ellos. Además mi madre piensa que soy yo el problema, que debo perdonar a mi padre como ella lo hace, pero me cuesta olvidar todo. No sé si yo esté mal o estoy en lo correcto. ¿Qué piensan al respecto?
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Desahógate. ➳ Cerrado
Acak7.350 miles de millones de personas en el mundo y todavía hay ocasiones en que no encontramos a alguien que nos escuche. Hay momentos en que sólo necesitamos un oído atento y un hombro en que apoyarnos para un descanso, pero cosas tan simples no su...