Capitulo 1:
Cuando vi a ese ratón de biblioteca supe que mis días de hastió habían acabado.
Soy un profesor de historia antigua. Tengo 30 años cumplidos. Imparto clases en la Facultad en Manhattan( Estados Unidos).
Como profesor estoy obligado a mantener las manos lejos de mis estudiantes si no quiero terminar sin trabajo, pero no es nada fácil siendo un hombre que es adicto al sexo. Y mas cuando las chicas andan detrás de mi como un club de fans.
En mi lugar de trabajo mas de una muchacha me ofrece directamente sexo, yo le respondo—gracias pero no es adecuado. Soy un profesor.
Trato a mis alumnos como si fuera un amigo cercano. Trato de ser atento y afable. Quiero que mis alumnos confíen en mi para que no duden en buscar mi guía si les hace falta alguien con quién charlar temas personales delicados.
No me irrita que mis alumnas me persigan por donde voy en la facultad. Hasta les permito acompañarme en la cafetería. No hay de mi parte un motivo lascivo, ni perverso detrás de ello. Tengo simplemente vocación de maestro. Mis alumnas son sagradas para mi. Para descargar mis bajos instintos busco mujeres hechas y derechas que tengan claro que un polvo no le sigue a un compromiso si se trata de mi.
En locales nocturnos como discotecas y bares encuentro fácilmente a mujeres maduras e independientes para ligar. Mujeres que también buscan solo un buen polvo.
Busco sexo fácil y sin compromisos.
Alguna que otra vez me he topado en un bar con un grupo de amigas que bordean los 30 años. Son mujeres profesionales y sofisticadas que se han ido a la cama conmigo, todas a la vez.
Un trío o un cuarteto no es una situación que planeo, la situación surge tras una noche loca de copas en un bar. Las mujeres y los hombres solteros que bordean los 30 años están dispuestos a experimentar.
Soy totalmente liberal. No soy del tipo de hombre que se enamora, es mas, jamás he amado a alguien.
Amo el buen sexo, pero no comparto mas de una noche de pasión con la misma mujer. En cuanto consigo un buen polvo pierdo el interés porque la conquista fue exitosa aquella noche.
Después del sexo pierdo el entusiasmo y la emoción que me brinda el filtreo, por lo mismo no repito la experiencia con la misma mujer en un hotel o en un motel.
No pretendo casarme porque tengo claro que haré a esa mujer infeliz. No creo poder convertirme en un marido fiel, mas bien no pretendo cambiar mi modo divertido y emocionante de vivir durante las noches de fin de semana. No quiero abandonar la costumbre de vivir mi sexualidad libremente.
Me siento cómodo con mi forma libertina y despreocupada de vivir. Siempre he estado conforme con la forma en la que actúo. Me gusta ser libre como el viento pero últimamente me he aburrido.
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Hate me Love me.
RomanceUn nuevo año escolar comienza en la U,el joven profesor de historia antigua,que es a su vez el hombre mas popular del complejo estudiantil tiene un serio problema con el compromiso. Se topa con una nueva estudiante que tal parece ser el gran desafío...