Hate me Love me. Capitulo 7

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Capitulo 7:

Me excita el masaje que me dan los dedos de Amanda en mi cuero cabelludo, como así los jalones que ejerce en mi pelo al tensarse y vibrar debido al roce áspero y húmedo de mi lengua jugueteando en el interior de su ombligo y luego deambulando sobre su vientre que esta sufriendo espasmos de éxtasis mientras estimulo con los dedos de la mano derecha su sensible clítoris, luego de haber retirado a un lado la prenda de encaje de su piel íntima.

Me llega al olfato la evidencia de su excitación. Mis dedos también están empapados con su gelatinosa esencia. Mi sangre ruge ante el erotismo y la lujuria porque nadie mas que yo tiene el gusto de explorar y explotar la sensibilidad de su cuerpo apasionado.

Aumento su éxtasis al deslizar dos dedos dentro de su interior para dilatarla. La vuelvo loca de placer estimulando conscientemente su punto G.

Debo ante sus espasmos y vibraciones intensas sostenerla firmemente con la mano izquierda de la cadera derecha para que mi lengua cause mas estragos en su sistema nervioso. De repente la adrenalina se presenta en ella. Jala con fuerza mi cabello, perdiéndose poco a poco ante el inminente orgasmo, luego alucinado la siento sacudiéndose violentamente. No solo me permite sentirla venirse solo con caricias, sino que su voz sale libre. Ame ese prolongado y angustioso gemido de abandono sexual.

Amanda estando mareada ante tamaño orgasmo vuela a ojos cerrados, tratando de recuperar la compostura, la lucidez y el aliento, cosas que soy capaz de manipular y trastornar.

Tomándola de las caderas, sintiéndola temblorosa y agitada la apoyo con cuidado en mi rostro, rozo la boca y la nariz en su piel cubierta de sudor. Amo la humedad de su piel, se siente además afiebrada.

Aún jadeando y recuperándose de su clímax Amanda me sorprende enredando los dedos en mi cabello y levanta mi rostro para luego agacharse y capturar mis labios con pasión. Comprendiendo que es mi turno de ser estimulado con sus manos y boca me tiendo de manera sumisa de espaldas a lo largo de la cama, llevando conmigo a mi chica prendida de mis labios.

Amanda queda montada encima de mi vientre sobre la cama, con los zapatos de tacón aguja puestos. Rodeo sus costillas y luego abarco sus turgentes senos con mis manos grandes y fuertes. Masajeo sus pechos y pezones, luego cierro los ojos para disfrutar del sabor de sus labios devorando los míos.

Las manos, labios y lengua de Amanda recorren con ansia loca mi rostro, cuello, hombros, pecho y tetillas.

Mi cuerpo se acalora hasta sudar. Gimo en voz alta ante el placer que me regalan sus labios y dientes succionando y jalando las pequeñas tetillas, mientras abarca y disfruta con las palmas la forma de mi cuerpo superior, siendo atlético debido a las horas en el gimnasio no por vanidad, sino para sentirme saludable y fuerte. Mi cuerpo es el doble de grande que el suyo. Amo el contraste de su cuerpo pequeño, femenino, voluptuoso, pero delicado, con el mío que parece de granito.

Mis músculos definidos se tensan ante su tacto placentero. Mi pene debido a su peso vibra con vida propia. Duele exigiendo la unión carnal. Me sorprende lo apasionada y lo lujuriosa que esta, esta noche. Me demuestra pasión, pero igualmente esta siendo meticulosa. Quiere devolverme con creces la tortura a sus sentidos. No deja un centímetro de la piel de mi torso frontal sin atención.

Frota contra mi erección su vagina por encima de la ropa, me quema el calor que desprende su sexo. Busca mis labios y me besa profundamente, hasta robarme el aliento.

Libera finalmente mis labios de los suyos, mi pecho se muestra agitado, mi corazón y mis pulmones deben trabajar el doble para recibir oxigeno, de pronto ella jala sensual, juguetona mi labio inferior, abro los ojos, mi corazón da un vuelco ante su mirada tan intensa. Nunca vi sus ojos tan oscuros debido al deseo y la pasión. Esta dispuesta a devorarme. Creo justo ahora que se mantuvo durante cuatro años controlándose a la hora de tener sexo. Para rematar me sonríe con perversidad. Me hará suyo a su antojo, me pondrá justo ahora una cadena mas.

No es necesario que me diga con palabras en este preciso momento que me desea desesperadamente, me lo esta demostrando con claridad utilizando su cuerpo.

Escapo de su intensa y peligrosa mirada seductora cerrando los ojos. Trato de relajarme para permitirle continuar. Me entrego en sus manos, libero sus senos de mis manos y subo los brazos sobre la cabeza, y sobre la suave almohada la invito sin palabras a que haga de mi lo que quiera, porque quiero mas, mas de ella. Me muero por ser devorado. Quiero conocer todo lo que aún no he descubierto de su pasión.

Hate me Love me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora