Chico bueno, chico malo.

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Tal vez era el destino, muy probablemente ambas almas se encontraron en la inmensidad de la vida, de la forma mas simple posible.

El era un pecoso florista, al cual le encantaba vestir de rosa o de colores pasteles, resaltaba sus pecas con aquellos colores suaves, sin mencionar que lo hacían ver adorable junto con esos ojos de color esmeralda, y su cabello todo revuelto.

Por otra parte tenemos a aquel muchacho de cabello bicolor, aunque había decidido teñirse la parte blanca de su cabello en negro, dándole un aire de ser una persona mala y de poco fiar, normalmente vestía de negro, con cadenas y picos metálicos, ambos brazos estaban cubiertos de tatuajes, su pequeña adicción a la tinta lo había llevado a tener un negocio de tatuajes, siendo el mejor del país.

Quien les advertiría que ambos se encontrarían todos los días, pues sus negocios estaban uno en frente del otro.

-Tch.- aquel bicolor se quejó.- Odio que huela a flores en la mañana.

-Oh, vamos Todoroki, no es tan malo, prefiero ese olor al apestoso hedor de tus cigarros.- le contesto su mano derecha, Iida Tenya, el segundo mejor de Japón.- Además, he visto como miras a ese pecoso.

-¿De qué hablas?- pregunto irritado el chico con heterocromia.- Ese mocoso no tuvo que haber llegado a esta calle, ¿Es que nadie se lo dijo?

-Para empezar, no es tu calle, y tu mejor que nadie sabe lo que es iniciar un negocio, y que mejor que en este lugar, además sus arreglos son hermosos, he visto que.- pero callo de inmediato al ver la mirada de Shouto, suspiro cansado.- Mejor borra esa expresión de tu rostro y abre el maldito local.

Iida tomo la agenda del recibidor, fue directamente al día en el que estaban e inicio a ver quién llegaría hoy.

-No te preocupes por esa cosa, vendrán Kirishima, Kaminari y Jirou para sus tatuajes enormes de horas, esa es la agenda de hoy.

-De hecho te equivocas.- le comento el chico de lentes, dejando a aquel egocéntrico muchacho en shock.- Hay una cita antes de esos tres idiotas.

-¿Quién?- pregunto admirado, pero el sonar de la campana de entrada interrumpió la plática de esos dos.

-D...D....Disculpe.- mierda, y más mierda, absolutamente el día se había mejorado para el bicolor, pero debía actuar como siempre frente a Tenya.- V...Vengo par...

-¡Midoriya-san!- grito el chico de lentes.- ¡Yo seré el que le hará el diseño!

-Gracias Iida-kun.- pronuncio apenado el peliverde.- Es la primera vez que hago algo así y.- e inicio a murmurar cosas sin sentido para los dos tatuadores.- Sin embargo estoy muy feliz que sea aquí, ¡Por favor cuiden de mí!

Entre el pecoso y aquel peli-azul decidieron los colores para el tatuaje y lo que él pequeño se iba a tatuar.

-Por cierto.- susurro Izuku.- ¿Dónde está Todoroki-san?- cuestiono apenado y con las mejillas prendidas, ganándose una risotada de Iida.- ¡No...No piense mal! Solo...

-Tranquilo Midoriya-san, su secreto está a salvo conmigo.- aquel muchacho asintió eufórico. Así inicio la sesión de aquel chico, habían decidido entre los dos hacer un pequeño tatuaje de una flor rosa pastel en el tobillo del pequeño.- Listo, ya terminamos.

-Muchas gracias Iida-san.- sonrió el pecoso.- Quedo muy bonita.

Ambos platicaron un rato y el peli-verde salió a atender su negocio, que cada día ganaba un poco más de fama.

-¿Ya se fue?-pregunto el dueño del negocio.

-Ya, no debes ser tan cruel con él.- le dijo calmado el peli-azul.

-No soporto los colores que usa, no lo soporto a él, es como una princesa insoportable.- dijo secamente, escucho como la puerta del local se abría.- Y hablando de insoportables, llegaron nuestro trío de idiotas favoritos.

-Ohh, vamos Shouto, no seas tan cruel con tus amigos.- fue ahí cuando el "hermoso y calmado" día de Todoroki termino.

La noche cayo en la ciudad de Tokio, Iida se había ido del local, el único que quedaba era Shouto, el cual estaba terminando de ordenar todo el desastre que esos tres hicieron en su tienda, al igual que terminaba de revisar el almacenamiento de tintas.

-Que fastidio.- susurro, al ver todos los colores brillantes de las tintas.- Pensé que sería bueno acercarme a él por medio del tatuaje... Tch. Maldito Iida entrometido.

Cerro y salió del local, saco un cigarro de su chaqueta de cuero negro e inicio a fumar, hasta que algo llamo su atención, era el pecoso, despierto, al parecer atendiendo clientes, pero era demasiado tarde y los clientes no deberían ir armados... Mierda, su pecoso estaba en peligro.

Entro a la florería, vio a Izuku nervioso.

-Como escuchaste niño bonito, el padrino quiere las más preciosas flores para la boda de su hija, esta será en cuatro meses, más te vale tener todos los arreglos para ese día ¿Entendido?- pregunto uno de los cuatro hombres, chasqueo los dedos, haciendo que uno le pusiera un maletín frente a él.- Aquí está la paga para los sesenta y nueve arreglos, ¿Entendido?

-¡Si señor! A la señorita le gustaría que usáramos ¿Sakuras?- eso dejo impresionado a los cuatro hombres, incluyendo a aquel Todoroki.- ¿O le gustaría algo más tradicional?

-Las especificaciones se las hare saber por medio de un mensaje.- respondió serio el tercer muchacho.

-Sera así, ¡Muchas gracias por contratarnos!- sonrió con tanta pureza que dejo en shock a los cinco muchachos se sonrojaran. Los cuatro mafiosos se fueron con un fuerte sonrojo, dejando a Shouto solo.- ¡T...T..To... Todoroki-kun!- grito sorprendido.- ¿Qué lo trae por aquí?

-Vengo por un ramo de flores para mi hermana.- dijo con una mirada monótona, el pecoso asintió.- Normalmente ¿Tienes ese tipo de clientela?

-Si.- susurro.- No sé cómo paso pero el jefe de aquellos mafiosos llego para un ramo, así que se lo hice, desde ese día no me han dejado de llover solicitudes y pedidos.

-Ya veo.- susurro el bicolor.- Midoriya.- llamo al pecoso.- ¿Por qué fuiste hoy a la tienda?

-Si te lo dijera... No podría volver a verte a la cara.- susurro el pecoso.- Solo quería experimentar hacerme un tatuaje.

-Ya veo.- un silencio incomodo se creó después de esa frase.

-Termine.- un precioso ramo de rosas se mostró frente a Todoroki.- Gracias por la espera.

-Midoriya.- susurro aquel mitad pelirrojo, se acercó al joven pecoso y sello sus labios en un beso. Al separarse del beso las mejillas de Izuku se prendieron, e inicio a balbucear cosas sin sentido.- Mañana te esperare en el local, a las siete de la mañana ¿Entendido?

-¡S...S...SI!- dijo feliz el peli-verde, Shouto salió del local, dejando a Deku con el corazón en mano, se deslizo por la pared, mientras tocaba sus labios con la punta de los dedos, sonrojado a mas no poder.- Me beso...

-Mierda.- susurro aquel mitad-mitad.- La cague.

Holaa!!! Aquí Black, no estaba muerta, andaba de parranda (?) disculpen mi ausencia tan intensa, por cierto feliz año nuevo y navidad un poco tarde perdón por eso.

Espero que les haya gustado, si quieren una continuación de esta temática por favor háganmelo saber.

Sin mas que escribir, nos leemos luego!

Att. Black -3- 

TodoDeku Galery!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora