Capítulo 3

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Elena

Lara y yo caminábamos por el centro comercial con mi mamá cuando salió el tema de Stefano a relucir.

-¿Quién es él, linda? -negué.

-Un simple conocido, mamá -alzó una ceja y asintió.

-Tu papá llegó muy estresado el día que te vio con él- rode los ojos.

-Aleksandro se estresa por cualquier hombre que este a menos de tres metros de mi, mami- dije riendo y ella sonrió de lado y Lara partió a reír.

-Solo quiere protegerte, Elena, para nosotros es complicado que ustedes tengan algún pretendiente- me dijo suspirando.

Entramos a la peluquería y Lara no decia nada, mi mamá la miro buscando que hablara.

-¿Y tú, pequeña Pinocho? -Larisa se sonrojo y yo parti a reír-, ¿a que hora se fue Alessio esta mañana?

La mire con los ojos bien abiertos y me sonreí y ella chillo ocultando su rostro.

-¡Promete que no le dirás a papá! -dijo suplicante a mi mamá la cual rió y alzó los hombros.

-Si no me mientes, prometo que quedará entre nosotras tres- dijo y Larisa suspiro.

-Se me declaró y yo también- susurró y mi mamá se cubrió la boca con las manos.

-¡Mierda, creí que nunca lo haria! -dije victoriosa por mi primito.

Mi mamá asintió en mi dirección.

-¿Ustedes sabían? -mi mamá rodó los ojos.

-Menos tú -dije burlona y mi hermana me pego un manotazo.

-¡Mamá, Lara me pego! -dije y Lara bufo.

-Niñas, control-dijo mi mamá riendo.

-¿Es en serio que hay que ir a esa reunión, mamá? -asintió ante la pregunta de mi hermana.

-A mi tampoco me gustan, princesa, pero esta es la vida que nos tocó a nosotros- dijo mi mamá-, tienen que cumplir con La Familia y con Cosa Nostra como lo que son, ¿estamos? - preguntó mirándonos sería, Larisa asintió y yo también, igual de serias que mi mamá.

Larisa

Elena se lo oscurecieron a un color rubio muy oscuro y mi mamá platinada como siempre.

Mi cabello iba en ondas sueltas al ser corto, mi mamá lo llevaba totalmente liso y Elena en ondas gruesas en un semi recogido.

-¿Que se hacen en esas reuniones? -pregunté cuando íbamos en el auto.

-Es como una fiesta, pero los mayores de edad a cierta hora entran a la reunión de negocios habitual en una sala de juntas- me explico mi mamá-, tu te quedarás fuera con Elena y tu papá, tu hermano, Alex y yo entraremos.

-¿De que se habla ahi? -preguntó Elena.

Mi mamá pareció pensar la respuesta, porque tardo en decirla.

-A ver, yo no deberías decirles esto, porque es incumplimiento del reglamento que se han impuesto en las mafias desde hace mucho- dijo en un suspiro-, se habla del contrabando de droga y humano, de los enemigos en común a ejecutar, de los negocios que se han visto afectados por movimientos ajenos, de las alianzas, de pérdidas, de ganancias, de problemas con el gobierno, de las sociedades entre mafias- mencionó seria.

-¿Cuantas mafias van? -pregunté y mi mamá rió.

-Todas, franceses, alemanes, rusos, italianos, suizos, holandeses, colombianos, mexicanos- nombró y hice una mueca-, nosotros nos llevamos muy bien con los franceses, tu papá tiene una traficante estrella, una chica de unos veinticuatro, Tyana se llama y su papá era el Jefe de la Milieu, la mafia Francesa, con los alemanes también por tu tío Aleksey, bueno, Fabio, siempre se me olvida- dijo riendo.

Amor Extremo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora