Capítulo 14

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Larisa

—¿Qué demonios te pasa?— me dijo y yo me mordí la lengua para no darle una mala respuesta.

—Ven a acá— dije jalándole la mano, subimos a mi cuarto y cerré la puerta.

Lo senté en mi cama y yo le di un beso, merecido lo tenía, en todo el día no nos habíamos dado un buen beso.

—Sé que te sientes mal, Alessio, pero no te alejes, mi amor—pedí acariciandole la mejilla—, somos pareja, tú cuentas conmigo, siempre— le recordé.

—Odio cuando me pasa eso— lo abrace y él escondió su cabeza en mi cuello.

—No lo controlas, amor, no es tu culpa— susurre—, todo estará bien, cariño.

—Tengo miedo de que te hagan daño— susurró preocupado.

—Acuéstate amor, descansemos— pedí y él asintió.

Despertamos a medio día y bajamos a almorzar, Alessio ya estaba repuesto y nos sentamos a comer.

—¿Cuándo te vas, Mikhaela?— pregunto Andrea y ella negó.

—No tengo planes de regresar a Rusia por ahora— dijo—, me quedaré unos años aquí, veré si aquí próspero todo lo que en Rusia no he podido sola estos dos años.

—¿Qué trabajas?— le preguntó Alessio.

—Soy arquitecto— Alessio le encantaba esa carrera.

—¿En serio?—pregunto Andrea y ella asintió.

—Me gusta dibujar y diseñar, pero no me llamaba la atención arte ni diseño— comentó —, fue cuando Fiorella me llevó a una reunión con el arquitecto de la otra sede de la empresa y me fascino.

—¿Y has hecho trabajos ya?— asintió.

—Estuve en la construcción de unos edificios empresariales, también de unos monumentos y diseñé la casa de Dimitri— comentó y Dogger asintió.

—A mí me parece bien, preciosa, para tener poco tiempo de graduada tienes mucha experiencia— dijo mi papá mirándola orgulloso.

— Lo más increíble es que recién cuando se graduó ya tenía ofertas de trabajo fuera de Rusia— dijo Lena—, era la mejor de su clase.

Dogger miró a Mikhaela impactado.

Damiano

En el primer momento que tuvimos a solas me le acerqué a Mikhaela.

—Si tenias ofertas de trabajo fuera cuando te graduaste, ¿Por qué estuviste acá conmigo tantos meses?— pregunte y ella suspiro.

—Ofertas de trabajo iba a tener en todos lados, a mi novio lo iba a tener en un solo sitio — me dijo y camino lejos y yo fui tras ella.

—¿Por qué nunca supe que eras tan buena estudiante?— pregunte y ella se encogió de hombros.

—Cosas de la vida, Damiano— dijo encendiéndose un cigarrillo, le dio una calada y yo me senté a su lado.

—¿Por qué me ignoras?— pregunte y ella rió.

—Estoy empezando a tener claro que nosotros no podemos ser nada— contesto y se fue de ahí.

Elena

—¿Irás a la universidad mañana?— negue.

—Llevare unos trabajos la próxima semana, quiero esperar a que todo se calme— él asintió.

Me abrazo y me dio una nalgada suave.

—Tengo muchas ganas de quitarte esa falda — me dijo al oído —, se te ve un culito rico.

Amor Extremo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora