Capítulo 4 (M+18)

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N/E: Lamentablemente a pesar de ser un capítulo M, creo poder decir sin temor a equivocarme que he publicado capítulos más sexis y calientes sin ser M que este. 😘💙😎

N/A: Siento si hay alguna palabra o algo mal escrita, pero lo he terminado un poco rápido ya que no quería demorarme más con este capítulo.

Espero que lo disfrutéis y muchísimas gracias por las reviews, con lectores así estoy encantada!

PD. Como siempre gracias a Lau, porque sin ti no sabría qué escribir ;)
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Los dos días en el hospital pasaron despacio. No hablaron mucho entre ellos, excepto lo necesario. Castle seguía dolido con Kate y estaba distante. Comprendía que tenían diferentes formas de pasar por el dolor, pero le dolía lo que ella había estado a punto de hacer. Ni siquiera estaba seguro de poder fiarse de ella, quería confiar en Kate, pero tenía miedo de dejarla sola y que lo volviese a intentar. Por eso cuando se marchó a casa un par de horas para cambiarse de ropa y darse una ducha, mandó a una enfermera que la vigilase.

Y aquello no pasó desapercibido para Kate. La enfermera estuvo entrando y saliendo de la habitación cada cinco minutos, preguntando si se encontraba bien. Kate supo enseguida que Rick le había ordenado vigilarla. Una vez más en aquellos dos días, aquella sensación de culpabilidad se apoderó de ella. Intentar acabar con su vida para acabar con su dolor no solucionaba nada, sobretodo porque eso causaba dolor en el resto de las personas que a ella le importaban, y la solución para acabar con su dolor no era causarle más dolor a Castle.

El escritor les había dicho a su familia y amigos que les diesen un poco de espacio para superar la pérdida de su hijo, así evitaron que se enterasen de qué era lo que realmente había ocurrido.

Cuando entró al loft no pudo evitar mirar hacia las escaleras que daban acceso al segundo piso. El loft entero seguía lleno de su recuerdo, pero todas sus cosas seguían en su dormitorio.

La voz de Castle sonó a sus espaldas, haciendo que enseguida volviese la mirada hacia él.

-Ve a ducharte si quieres y a dejar tus cosas, yo prepararé mientras tanto algo ligero para cenar – dijo, cerrando la puerta de la entrada.

Ella asintió y cruzó el salón hasta su dormitorio. Cuando llegó allí dejó el bolso en el que el escritor le había llevado sus cosas al hospital, y se dejó caer en la cama. Se sentía realmente extraña de estar allí de nuevo. Recordó la noche en que se tomó todas esas pastillas y suspiró, finalmente aquello no le había llevado a nada. Giró la cabeza hacia su mesilla, el bote de pastillas ya no estaba allí. Se preguntó cómo dormiría ahora, estos dos días en el hospital no había necesitado nada para dormir, seguramente los medicamentos para el estómago le habían dejado tan adormilada que no había necesitado nada más, sin embargo ahora… No quería tumbarse en la cama y comenzar a darle vueltas a todo lo que la atormentaba. Una sensación de ahogo se apoderó de ella.

Se incorporó, dispuesta a ir al baño, cuando notó uno de los cajones de su mesilla medio abierto. Aquel cajón es donde solía guardar su pistola, era solo un lugar temporal, ella y Castle habían estado de acuerdo en que no era el mejor sitio para guardar una pistola habiendo niños en casa. Y sin embargo ahora el peligro era ella, o al menos eso habría debido pensar Castle. Su pistola ya no estaba allí, lo único que había en ese cajón era su placa. Cerró el cajón exasperada y entró en el baño, donde rápidamente reparó en que también faltaban algunas cosas. Las cuchillas de afeitar que Castle solía dejar a la vista, ya no estaban; al igual que cualquier objeto puntiagudo o afilado.

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