Capítulo 6

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N/A: Este capítulo me ha costado un montón escribirlo, no se exactamente por qué. Siento si ha quedado diferente a los otros o si no gusta.

Sea como sea, espero reviews para poder mejorar en el próximo ;) Gracias por leer!
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Dos meses después.

-Rick, más despacio. Más despacio – le susurró, con la respiración entrecortada, cogiendo su cara entre sus manos.

El escritor moderó un poco el ritmo, a pesar de seguir embistiendo fuerte contra el cuerpo de su mujer. Pocos minutos después, ambos, entre jadeos y con sus respiraciones incontroladas, se dejaron llevar presas del placer. Castle se quedó unos segundos jadeando en el cuello de Kate, tras haberse liberado dentro de ella, hasta que se tumbó a su lado.

El silencio se hizo reinante en el dormitorio, a medida que sus respiraciones iban siendo más controladas y tranquilas. Kate se tumbó de lado y se arrimó al cuerpo de su marido, quien le abrazó, dejándole un beso en el hombro. En pocos segundos ella se quedó dormida. Sin embargo Castle no lograba conciliar el sueño, solo lograba pensar en lo aburridos que eran sus días. En cómo cada día se levantaban y salían a correr por la playa, - lo cual estaba haciendo que se pusiese en forma - al medio día después de comer se tumbaban en el sofá a ver la televisión o a leer y no pasaba nada interesante durante el resto de la tarde hasta que llegaba la hora de cenar y de acostarse, el momento en el que casi siempre acababan teniendo sexo. Todos los días eran iguales.

Suspiró y se frotó la frente con una mano, antes de salir de la cama, con cuidado de no despertar a Kate. Fue hasta la ventana y la abrió, en busca de aire. Un minuto más tarde se vistió y salió fuera del dormitorio, pero antes de llegar a las escaleras para bajar al piso de abajo, se detuvo en la puerta de uno de los dormitorios del pasillo. Dudó unos segundos antes de abrir la puerta, no lo había hecho en todo el tiempo que llevaban allí. Con un pequeño impulso de su mano hacia abajo, terminó de abrirla y entró. El dormitorio estaba vacío. Sin pintar. Se apoyó en una de las paredes y se dejó deslizar hasta el suelo, escondiendo la cabeza en sus rodillas, permitiéndose llorar en silencio.

Aunque Alexander era muy pequeño el verano que nació y nunca habían estado con él en esa casa, lo cual hacía que estar allí les resultase menos doloroso, Castle había decidido mucho tiempo atrás que esa sería la habitación de su hijo. Había decidido cuáles eran las instrucciones que le daría a la decoradora que había decorado el resto de la casa, para que también lo hiciese con la habitación de Alexander. Las paredes llevarían un papel azul y blanco, estilo marinero, y la cama tendría forma de barco. Alzó de nuevo la cabeza, mirando la habitación vacía. Otra estancia más, vacía de todos esos sueños y recuerdos que nunca tendrían. Maldijo el revés que la vida les había dado llevándose a Alexander y salió del dormitorio, cerrando la puerta y bajando las escaleras, dirección a la cocina.

Se removió entre las sábanas, desnuda, y cuando levantó la cabeza vio el motivo por el que se había despertado. La ventana del dormitorio estaba abierta y golpeando, haciendo que las cortinas se moviesen con el aire que andaba fuera, impulsado por la brisa del mar.

Palpó con su brazo el otro lado de la cama y se incorporó un poco más al ver que Castle no estaba allí. Se puso en pie y caminó hasta la ventana, cerrándola. El frío erizó su piel, haciendo que se abrazase a sí misma y buscase algo para ponerse. Encontró su pijama a los pies de la cama y se lo puso, sin importarle no llevar ropa interior. A saber dónde había ido a parar horas antes cuando ella y Rick se habían enzarzado en una lucha cuerpo a cuerpo, con la única intención de necesitar contacto físico el uno con el otro.

Se asomó al baño del dormitorio, a pesar de que no había luz allí, pero Rick no estaba. Bajó las escaleras hacia el piso de abajo, esperando encontrárselo allí, sin embargo, se encontró todo a oscuras y en silencio.

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