Capítulo IV: ¿Otra vez tras las rejas?
Creo que la paciencia no es mi mejor virtud, odio esperar demasiado, aun el doctor no me informe sobre Merle y ya han pasado alrededor de quince minutos, lo sé, no es mucho pero para mí es como si hubiera pasado una hora.
—¿Es usted familiar del señor Dixon? —pregunto un hombre alto y con cabello canoso con su respectivo atuendo de médico.
—Sí. —respondí una vez que estoy de pie—. ¿Cómo está mi hermano?
—Bueno, él está estable, solo tiene algunas costillas rotas nada más, estará bien, no se preocupe. —dijo entregándome unos papeles—. Necesito que llene este formulario para tener a su hermano registrado.
—No hace falta, créame que no se aparecerá por aquí. —extendí mi brazo para entregarle aquel formulario.
—Pero señor...
—Ya le dije. —le interrumpí sentándome nuevamente en el sofá que estaba detrás de mí, Voltee mi mirada hacia el doctor dándole a entender que no iba a llenar absolutamente nada.
El médico sin dar más objeción se retiró hacia la recepción y le dejo los papeles a la enfermera, a la vez noto que le dice algo, cosa que no logro entender, pero por algún motivo sé que se trata de mí y de mi hermano.
Pasan varios minutos y yo ya comienzo a inquietarme, no soporto estar en un hospital, ese olor a medicamentos y a demás cosas me da ganas de vomitar, prefiero el aire puro y fresco, libre de agentes contaminantes o de alguna bacteria.
Luego de un rato me levanto del lugar en el que me encuentro, salgo hacia las afueras del hospital, pero antes de llegar a la puerta noto como dos policías salen del auto y se aproximan a la entrada, de inmediato reaccionó y me dirijo a la recepción para solicitar el número de habitación de Merle.
—¿Cuál es el número de habitación del señor Dixon? —me le acerque de manera apresurada.
—Es el quince, pero no puede pasar. —respondió intentando detenerme.
No logro hacerlo y yo continuo mi camino, "10, 11, 12...", ¡Bingo! Exclamó una vez encuentro la habitación. Sin dudarlo abro la puerta y me encuentro con el Doc. Él está chequeando a Merle detenidamente pero tomo el atrevimiento a interponerme entre ellos, obviamente el doctor se enfada y me pide que salga de la habitación, furioso lo empujó y lo tomo de su bata sacándolo a fuera del cuarto, deprisa cierro la puerta con seguro y me dirijo a Merle colocándole la ropa encima de él.
—Tenemos que largarnos de aquí.
—No quiero, ¿No ves que me relajo? —dice Merle colocando sus manos sobre su nuca—. Además tengo una buena enfermera, sabes a lo que me refiero. —continuo alzando una ceja y soltando una pequeña risa.
—Ah bueno, entonces suerte con los policías. —comente acercándome a la puerta para abrirla y salir.
—¿Policías? Entonces qué esperas para sacarme de aquí. —exclamó sentándose en la cama y a la vez poniéndose su camisa y el resto de la ropa.
No pude evitar echarme al reír después de haber visto la reacción de mi hermano, ahora solo nos queda aguardar alguna oportunidad para salir antes de que los policías lleguen y capturen a Merle, esto me lo va a deber por mucho tiempo.
Me asome por el pequeño espacio que hice entre la puerta y el marco, observe al doctor hablando con los dos policías señalando el lugar donde se encontraba el presunto ladrón, deprisa me pongo a planear un escape o algo así, miro todo a mi alrededor y al fin obtengo un gran plan, tomo el uniforme blanco junto con las zapatillas del mismo color.
—Espero que funcione. —exprese mientras me quitaba la ropa y me ponía la de enfermero.
Salí de la habitación con una cesta de ropa sucia justamente cuando iban a entrar por Merle.
—Oh, lo siento. —dije mientras bloqueaba la puerta—. Doc. Han trasladado al paciente de aquí a cuidados intensivos y me han mandado a cambiar las sabanas.
—¿Cómo que ha cuidados intensivos? Él estaba perfectamente bien. Y por cierto no te había visto por aquí, anda y retírate la mascarilla. —dijo aquel doctor mirándome fijamente a los ojos.
Ahora sí que estoy atrapado, si me quito esto de seguro me reconocerá de inmediato y yo no pienso ir a la cárcel, así que lo siento mucho Merle, pero mi cuello no irá a prisión. Al instante negué y me abrí paso, me fui de largo evitando la orden del doctor, el grita algo pero no logro escuchar, entro a un cuarto, parece ser el de limpieza, de seguro el doctor se abra encontrado con una gran sorpresa.
—Ya sal, no nos verán aquí. —le ordene quitando las sábanas sobre él.
—Eso sí que estuvo cerca. Te debo una Daryl.
—Ni lo menciones, ¿Crees que ahora si nos podemos largar de este maldito lugar?
—Aunque sea déjame pedirle el número a la enfermera. —dijo lamiéndose la mano para después pasársela sobre su cabello.
—¿ Hablas Enserio? Lo que te dará ella es una patada en tus sucias bolas, así que muévete y salgamos de este sitio. —exprese algo molesto.
El sin decir nada más salió de aquella habitación, yo salí tras de él y con cautela nos aproximamos a la salida del hospital. Definitivamente todo esto fue suerte, gracias a mí no le tocará dormir tras las rejas, después veré como me cobro ese favor, pero por ahora solo quiero concentrarme en llegar a mi "dulce" hogar, quitarme toda esta mierda de encima y relajarme por un buen rato, solo eso es lo que quiero, vivir en paz...
Espero que les haya gustado y por favor les pido un comentario y si les gusto pues den una estrellita n.n y si no les molestaría por favor compartan mi historia n.n
Saludos
¡Gracias por leer!
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Daryl Dixon©
Random¿Crees que mi vida antes del apocalipsis fue normal o tranquila? Pues te equivocas, conocerás mi vida, mi historia antes de que el mundo se haya ido a la mierda, y más que nada sabrán porque me convertí en un gran "Kick Ass" "Nunca he confiado en...