Capítulo VII: Descubrimientos
Sentirse prisionero es algo raro e inquietante, no poder efectuar un mínimo movimiento resulta ser frustrante para uno, pero a la larga comienza a hacerse costumbre debido al tiempo en el que permaneces atrapado.
Después de dos días sin dar respuesta alguna al fin me despierto de manera que sorprendo al doctor debido a como reaccione, lo cual me levante sobresaltado de la cama, el doctor procede a chequearme, me examina las pupilas entre otras cosas para poder descartas ciertas anomalías en mí. Afortunadamente todo dentro de mi está bien, lo que tenía no era tan grave ya que al recibir el golpe en la cabeza provocó que quedará inconsciente un par de días y como consecuencia del impacto en mi cráneo esto provocó que inhalara una buena cantidad de humo, todo eso explico el doctor dándome a entender que mi recuperación fue muy rápida y que obviamente me encontraba en buenas condiciones de salud. Sin embargo me sugerío que me quedara otro día más para ver mi evolución, pero claramente odio estar en esta porquería de lugar y sin más me escapo sin previo aviso, ignorando las posibilidades de que recaiga nuevamente.
Fuera por fin del hospital comienzo a averiguar sobre el paradero de Merle ya que no sé nada de él desde el accidente, y debo aclarar que no me molesta que no esté conmigo ya que entiendo que el evitará acercase a hospitales después de aquel suceso anterior que casi provoca su ida a la prisión. Luego de pensar por un buen rato sobre el paradero de mi querido hermano prosigo a dirigirme al único lugar en el que iría, el lago.
Durante mi caminata al lago no puedo evitar toparme con mi hogar, bueno mi "ex-hogar" ahora solo hay escombros y cenizas. Al ver ese sitio apresuró el paso para llegar de una vez por todas al lago, una vez ahí veo a Merle sobre un roca mirando al cielo sin razón alguna, lentamente me acerco a él y digo su nombre, el voltea y vuelve a mirar al cielo como sí algo impresionante ha de pasar.
—Me alegra que estés bien. —dijo aún con su vista fija en las nubes—. No me cabía la ida de perder a algo más, debí haber entrado para ayudarte, pero no lo hice, no...
—Está bien Merle, entiendo. —le interrumpí sentándome a su lado—. Hay que dejar de pensar en eso, debemos buscar otro lugar donde quedarnos.
—No Daryl, lo que hay que hacer es buscar al culpable, y ya tengo una idea de quien fue.
—Yo igual, pero no estoy seguro. —dije frotando mi rostro en seña de frustración.
Mi hermano sin decir nada más se levanta de su asiento improvisado y se dirige a las afueras del bosque, yo de igual forma lo sigo sin dar comentario ya que se exactamente a donde irá. Llegamos a la camioneta y nos montamos, Merle lo encendió y dio rumbo hacia el pueblo, hacia la casa de Derek Dixon. El ya conocía el paradero de él debido a que averiguo con ciertos contactos de confianza que aseguraban saber dónde vivía aquel sujeto. El lugar de residencia de él era apartado, tomo casi una hora para llegar, al estar en ese lugar nos decidimos aguardar un momento hasta ver si era el sitio correcto, mientras pasaban los minutos no hubo señas de alguien dentro del recinto, Merle se encuentra observando fijamente en busca de obtener una señal de presencia dentro de la casa de cemento ya algo maltratada por el tiempo.
Después de haber esperado por un buen tiempo al fin aparece nuestro padre, pero no está solo, se encuentra acompañado por una mujerzuela de la calle. Merle sin perder tiempo baja de la camioneta, en cambio yo aún me encuentro dentro de ella, pero al ver que mi hermano saca un revolver de inmediato bajo con el objetivo de detenerlo.
—qué demonios estás haciendo Merle. —exprese deteniéndolo a medio camino—. Acaso estás loco, si lo matas iras a la cárcel, además no sabes si fue el. —dije entre susurros.
—¡Maldición Daryl! Es más que obvio quien fue, no me hagas perder el tiempo y apártate de mi camino. —dijo empujándome a un lado.
Otra vez me pongo frente a él, aún sigo insistiendo para evitar que cometa una locura. De hecho Derek ya se encontraba dentro de su casa lo cual se nos hacía más difícil enfrentarlo.
—Vámonos de aquí Merle, ya no podemos hacer nada más por hoy, mañana podemos regresar cuando este solo.
Merle me observa con enojo pero termina haciendo lo que le digo, ambos nos dirigimos a la camioneta, ahora nos queda pensar a donde dormiremos, no tenemos a donde ir así que por lo tanto esta camioneta será nuestro refugio temporario. Decido acostarme en la parte trasera mientras que Merle se queda al frente.
Ya ha amanecido y los rayos del sol nos advierte de ello, me levanto frotando mis ojos debido a la luz que impacta sobre mi rostro, miro hacia dentro de la camioneta y Merle aún se encuentra dormido.
Al despertar noto algo extraño, siento una soledad que no logro explicar, sin dudar bajo del auto y comienzo a caminar alrededor del lugar, camino hacia la casa de Derek y observó a través de la ventana, lo único que llegó a ver son muebles viejos y llenos de polvo. Mientras miró dentro de la casa siento unas manos sobre mi hombro, de inmediato me doy media vuelta con el instinto de protegerme.
—He, tranquilo muchacho, soy yo. —dice Merle con la cara adormilada—. Ves algo ahí dentro.
—No nada, debió a verse ido antes que despertáramos.
—Lo dudo, después de la cogida que estaba dando no creo que ya haya despertado. —dijo resoplando su nariz.
Me quite de la ventana y me puse frente a la puerta.
—Bien, entonces entremos.
Merle se acercó rápidamente y yo proseguí a abrir la puerta con una patada, al hacerlo esperaba una reacción, debido al gran estruendo que provoque al patear la puerta, pero no fue así. Al entrar una línea de sangre hacia un recorrido a la habitación de nuestro padre.
—Ya alguien se nos adelantó. —dijo haciendo un gesto de decepción—. Yo quería hacerlo.
Mire a Merle de manera incomprensible, y comienzo a seguir aquella línea de sangre, al entrar a la habitación quedo impactado. Sobre la cama esta mi padre totalmente desnudo y encima de él está aquella prostituta, pero lo que hacía no me lo esperaba, ella está devorándose a mi padre sin darse cuenta que estaba yo ahí. Sin pensarlo grito el nombre de Merle para que mire esto. El deprisa se acerca y queda estupefacto al ver aquella escena. La mujer al notar nuestra presencia se para bruscamente y fija sus ojos en nosotros, su aspecto da asco, está cubierta de sangre y sus ojos parecen no tener vida. En ese momento saco mi navaja y lo sostengo con fuerza, Merle hace lo mismo y retrocede un paso. Aquella persona da pasos torpes y camina lentamente, al estar a centímetro de mi da un grito totalmente espeluznante y corre hacia donde estoy para después tirarme al suelo. Al caer fuertemente contra el piso mi navaja se desprende de mi mano y cae a unos metros de mí, esa mujer empieza a comprimir su cuerpo contra el mío con el objetivo de morderme, que demonios, pensé tratando de tomar la filosa navaja, no logro hacerlo y comienzo a desesperarme, al instante mi rostro se llena de sangre. Deprisa retiro el cuerpo y veo a Merle tomando la navaja de la cabeza de la mujer. Me levanto muy rápido y limpio mi rostro, Merle al igual que yo esta sorprendido al ver algo así.
—¿Qué carajo acaba de pasar? —pregunto Merle dirigiéndose a mi persona
—No...No lo sé, esa vieja trato de morderme el maldito cuello.
Al decir esas palabras salí de la casa deprisa, me voy a la camioneta y me subo al lado del conductor, Merle se acerca corriendo y se monta algo desconcertado por lo sucedido. Ambos miramos por todo el lugar, y lo que observamos es aún peor, todos se encuentran corriendo y gritando tratando de buscar ayuda, algunos están sobre el suelo siendo devorados por una de esas cosas.
Debo aceptar que en este preciso momento me siento confundido, no sé qué pasa pero sé que nada de esto es normal. Sólo queda aguardar para saber qué es lo que pasa en este jodido sitio.
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Daryl Dixon©
De Todo¿Crees que mi vida antes del apocalipsis fue normal o tranquila? Pues te equivocas, conocerás mi vida, mi historia antes de que el mundo se haya ido a la mierda, y más que nada sabrán porque me convertí en un gran "Kick Ass" "Nunca he confiado en...