La traición de un gato espía

50 4 1
  • Dedicado a Winona Laura Horowitz
                                    

UN GATO CONTRA SHINRA

Capítulo 15: La traición de un gato espía


El hidroavión del grupo se dirigía hacia Gongaga, ya que según la información que les dio el padre de Yuffie, en ese lugar estaba una piedra negra con forma de pirámide.

―Tenemos que regresar sobre nuestros pasos, pero que le vamos a hacer ―se resignaba Wedge cuando ya divisaban la costa.

El grupo arribó a la casa dónde se suponía estaba la pirámide negra, pero el dueño de la piedra les dijo que la había vendido a Dio, el dueño de Gold Saucer.

―¡¿Y ahora qué hacemos?!, ¡no podemos volver a ese lugar! ―gritaba Barret una vez fuera de la casa.

―Hagan que el gato revise el terreno antes ―sugería Cid de mala manera y soltando los acostumbrados improperios.

Wedge estuvo de acuerdo con la idea de Cid y el grupo se dirigió de nuevo a Gold Saucer.

.

.

―En tu forma de gato vuela a Gold Saucer e investiga si nos están buscando ―le dijo Vincent.

―Ningún ratón alado le dirá a un felino que es lo que tiene que hacer ―le contestó Percy de forma venenosa.

―No soy ningún vampiro y tampoco me transformo en murciélago ―le aclaró Vincent con su monocorde voz.

―Entonces ¿en qué te transformas? ―le preguntó Cait.

―En una especie de hombre lobo con cuernos ―le respondía con tono aburrido.

―¡Qué!, ¡otro canino! ―gritó indignado Percy.

―No busques pelea y haz lo que te dijo Vincent ―le pidió Lydia y Percy obedeció.

Luego de media hora, Percy regresó y les informó a los amigos que nadie sabía la identidad o la descripción de los atacantes, sin embargo, la policía del lugar aún andaba tras la pista de cualquier persona con un brazo-arma.

―Ni modo. Barret, Dyne, ustedes se quedan acá ―les ordenó Wedge, y los gigantes aceptaron.

―Montaremos una tienda en la base de las escaleras ―les dijo Barret.

―Me pregunto si podré comprar cerveza en el campamento de Corel ―dijo Dyne y los otros miembros del grupo pusieron los ojos en blanco o les miraban con los ojos entrecerrados a modo de reproche.

El resto del grupo subió a Gold Saucer y buscaron por todas partes la pirámide negra.

―Acabo de divisar nuestro objetivo ―le señalaba Nanaki a Vincent y el hombre con cuidado robó la pirámide que se hallaba sobre un pedestal al lado de una fuente del parque.

―Al parecer Dio no sabía el verdadero valor de la piedra para ponerla en este lugar ―le dijo Vincent a Nanaki, y luego fueron prestos dónde sus amigos.

Ya con la pirámide negra, el grupo se disponía a dejar Gold Saucer, sin embargo, desperfectos en el teleférico por causa de la tormenta, pusieron fuera de servicio todo medio de transporte.

―Vincent, transfórmate en murciélago y avísales a Barret y a Dyne que tendremos que pasar la noche en este lugar ―le ordenaba Percy.

―No soy un vampiro ―le recordó el hombre con tono aburrido.

―¿Por qué no nos transportas hasta abajo? ―le preguntaba Jesse a Percy.

―La distancia es demasiada ―les explicaba Percy―. Además, con la tormenta sería el funeral de ustedes, ni siquiera podría transportarlos uno por uno. Sin embargo, podría volar solo hasta abajo y decirles a nuestros amigos que pasaremos la noche en este lugar.

Un gato contra Final Fantasy 7 (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora