"Yo puedo hacer que usted de a luz Reina Yuga, Yo, la bruja Kumiko, le servire como su fiel súbdita.. Deme la oportunidad de que usted y el Rey sean las personas más felices de este humilde pueblo con el pequeño que podrá concebir"
Fueron las palabras que la Reina Yuga recordó, aquella bruja que le ofrecía con humildad el derecho a ser madre y el rechazo sin dudar que la Reina le dio.
Yuga: ¿Por que debo recordar ahora esas sucias palabras? no las necesito, se que soy una mujer imperfecta pero de igual manera puedo guiar a mi pueblo con mi fiel esposo
???: Reina, usted sabe que debe dar a luz, él será la próxima persona en guiar a nuestro pueblo, será otra parte suya y del Rey Lian, nadie podría juzgar a la mezcla tan hermosa que el pueblo quiere ver.
Yuga: ¡Silencio Xia!
Xia: Pero Reina..
Yuga: Lo sé, sé que debo darle a mi pueblo a alguien más en quien confiar, pero no puedo, si mi cuerpo nació así y el Rey Lian me acepta de esta manera no hay nada más que protestar y pedir.
Xia: Lo siento Reina, Por decir tonterías, debo respetar su decisión ya que usted es mi salvadora.
Yuga: Mi pequeña Xia.. Si yo pudiera ser madre desearía que tu fueras la pequeña que nazca en mi vientre..
Xia: Reina que cosas dice.. Por favor estire su brazo para poder poner y acomodar la túnica
Claro esta, la Reina Yuga queria demasiado a Xia tanto así que podía considerarla su hija y viceversa, para Xia, Yuga era como la madre que nunca pudo tener, al ser salvada por ella de la cárcel a unos pocos minutos de recibir la muerte con el corte de su cabeza. Por otro lado¿Para que se preparaba la Reina? Para el tributo de cada año que el pueblo les regalaba, con bailes, comida, juegos y muchos gritos de agradecimientos a sus actuales Reyes apodados "Los salvadores de Preveza", pero este sería un golpe para la Reina al saber que todo el pueblo pedía a gritos a un heredero Preveza, era tanto su nerviosismo por no poder dar a luz que recordó nuevamente aquella bruja y su ofrenda de concebir a la cual finalmente accedió, pero esto no era simple, todo tiene un precio y la Reina Yuga estaba por conocerlo.
ESTÁS LEYENDO
La maldición de la princesa
Romantizm"Aquella persona que ella ame y aquel que la ame, morirá" fueron las palabras dichas por la bruja. Para que esta maldición no se hiciese verdad, Neferet, hija de Reyes, fue escondida en el lugar más aislado del pequeño pueblo Preveza, pasando casi t...
