Después de más de doce horas de interminable viaje, cansada, y con ganas de solamente besar mi cama, me encontraba aquí, en el salón de casa, sentada con Austin, amigo de Alice, con él cual no había hablado nunca.
Las siete, y ella no aparecía y el pobre chico insistía en esperarla cuando, como si el universo me estuviese escuchando, escuché unas llaves abrir la puerta de casa. Sin levantarme del sofá me giré y por fin, gracias a los dioses griegos, Alice había llegado. Salté del sofá corriendo para saludarla.
-¡Alice! –dije mientras me dirigía a toda prisa a darle un abrazo.
-¡Mandy! –se dirigió ella a mí soltando la tabla de skate que llevaba-. ¿Qué tal en Suecia? ¿Eh? –pregunta dándome codazos y guiñándome el ojo izquierdo, o al menos lo intentaba.
Reí.
-Ejem… ya te contaré –dije con una leve sonrisa-. Tú ve al salón que tienes visita…
-¿Yo? ¿Quién? –me preguntó mientras nos dirigíamos al salón.
En cuanto llegamos al salón los dos se lanzaron a abrazarse y yo decidí dispersarme del lugar aprovechando el tiempo para deshacer mi maleta en lo que Austin se iba.
Escuchaba las voces de Alice y Austin que subían hasta la planta de arriba y llegaban a mi habitación pero no podía distinguir que decían, solamente eran murmullos.
Poco a poco iba deshaciendo mi maleta hasta que mi móvil sonó.
<<¿Has llegado bien a casa? Espero que si ;) Contesta cuando puedas y bueno, quería recordarte que me lo pasé muy bien conociéndote y espero que nos podamos volver a encontrar XX. James.>>
James era un cantautor sueco, no era nada conocido así a nivel nacional, solamente un canal de youtube y poco más pero a mí me enamoró desde el primer día que le vi. Después de 1 año entero de fan y ahorrando decidí ir a Suecia a una quedada que preparó con unas pocas fans ya que no hacía grandes conciertos.
<<Si, he llegado bien! Muchas gracias por preguntar y yo también me lo pasé muy bien. Si algún día te pasas por L.A. ya sabes que aquí tienes una casa y un amiga xx :3>>
Con los nervios aun en el cuerpo terminé de deshacer la y bajé al salón cuando dejé de escuchar a Austin abandonar la casa. Era la hora de que Alice y yo nos pusiésemos al día sobre todo lo que había pasado en este tiempo y aunque pareció que solo hablamos por media hora en verdad había pasado ya dos horas desde que nos habíamos sentado a cenar.
Entré por mi habitación y en lo primero que me fijé fue en que volvía a tener un mensaje. Me emocioné creyendo que el mensaje iba a ser de James pero solamente era mi madre preguntando por el viaje y siendo tan pesada cómo siempre. Me costó que me dejase dormir pero lo acabé consiguiendo, o al menos eso creía hasta que mí móvil volvió a sonar.
-“Puta mierda” –pensé.
<<¡Lo mismo te digo yo! Tengo un amigo que trabaja en la compañía de aviones así que si decides hacer otra visitilla sólo avisa y yo haré lo demás. Bueno, te dejo dormir que allí ya será hora. Duerme bien princesa>>
Salté de la cama en cuanto vi que era de James. Me estaba comportando como una auténtica cría pero no podía evitarlo. Respiré hondo y le contesté antes de volver a dormirme.
‘’Las 8:30 y la puñetera alarma ya está sonando’’ Me froté los ojos con los puños y bostecé un par de veces antes de levantarme de la cama. Tras un desayuno rápido me dirigí a mi ‘’despacho’’ si es que se podía llamar así.
Mi vida laboral era un poco nula. Hice un grado de audiovisuales y diseño gráfico, me dedicaba a hacer encargos y demás, la verdad es que me daba lo suficiente para llegar a fin de mes aunque pronto me tendría que buscar otra cosa.
Miré la pantalla intentando concentrarme pero no podía evitarlo, tenía que hacerlo. La diferencia horaria con Suecia era de nueve horas y allí justamente serían las doce de la noche, le mande un mensaje a James deseándole buenas noches. La cosa se me estaba yendo un poco de las manos y cada vez me daba más miedo yo misma.
Había quedado con Alice a las dos para almorzar en el bar donde trabajaba así que era hora de darme prisa. Después de varias vueltas ya que no recordaba dónde se encontraba el lugar llegué y Rustid, el horripilante viejo regordete ya estaba regañando a Alice. Me senté en una mesa que había apartada hasta esperar que Alice pudiese venir y entonces antes de que ella llegase se sentó Austin en mi misma mesa.
-¡Hey! –me saludó mientras se sentaba y giraba la cabeza hacía dónde estaba Alice para guiñarle un ojo.
Me quedé mirándole cómo si estuviera loco. Él me devolvió la mirada esperando una respuesta a su saludo.
-¿Qué haces tú por aquí? –pregunté.
-Pues que he quedado con Alice, supongo que ella te lo habrá…
-¡I’m here! –le interrumpió ella– Mandy, te tengo que pedir un favor, ¿me puedes cubrir estas dos horas hasta las cuatro? Ya está todo servido y ya no viene nadie, sólo cafés y eso… porfavor… -me pidió con carilla del gato de Shrek.
-¡Va! Si de todas maneras no tenía nada mejor que hacer. –le dije mientras extendía la mano para que me dejase el mandil.
- ¡Ten! Muchas gracias y te debo un súper favor! Nos vemos en casa. ¡Te quiero!
-¡Yo también te quiero! -le respondí riendo mientras ellos dos se alejaban hacía la salida del bar. Ya le podrían poner mi nombre a uno de sus futuros hijos.
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If I lose myself [One Direction fanfic]
FanfictionDos amigas viviendo lo que llevaban esperando desde hace tiempo y cualquier adolescente de su edad querría. Amor, amistad, dolor, desengaño, libertad... es de lo que sus vidas están repletas pero, ¿qué pasa cuando el destino entra en juego? Alice y...