Como cada mañana había vuelto a ignorar al despertador e iba a llegar tarde a trabajar.
Al mirar en la pantalla de mi móvil como de tarde se me había hecho me di cuenta de la gran cantidad de llamadas que tenía de Mandy.
Había olvidado por completo que hoy volvía de Suecia, cuando viera el desorden de la casa me mataría, aunque al irse se imaginó lo que podía encontrarse al regresar.
Aparté toda la ropa de la cama para poder levantarme, llevaba el sueño marcado en la cara, pero a pesar de eso me levanté y me fui a trabajar.
De camino al trabajo me empezó a sonar el móvil, era Mandy, aun no la había llamado.
-¿Si?
-¡Aleluya! Al fin das señales de vida, ¿Qué estabas haciendo?
-Si te lo digo no me creerías.-dije riendo.
-Dormir.- afirmó.
-¡Premio! ¿Y tú cuando llegas?
-Alice, ¿para qué crees que te llevo llamando toda la mañana?
-Pues para darme los buenos días, obviamente.
-No precisamente para eso, tenias que venir a recogerme al aeropuerto.
-¡Es verdad! Se me ha pasado, lo siento.
Ya había llegado a la puerta del bar donde trabajaba de camarera.
-Bueno, luego nos vemos y hablamos.
-Vale, ya me contaras como te ha ido ligando por Suecia.
Lo último que oí fue su risa. Entré y el chiringuito estaba lleno hasta los topes, tenía que levar cuidado al andar para no pisar a nadie.
En la barra estaba mi jefe, Rustid, de unos 50 años, con la típica barriga cervecera, bajito y calvo.
-Cuando trabajas en un bar a pie de playa en Los Ángeles no hay tiempo de quedarse dormida.-dijo como cada vez que se me hacia tarde.
Ni siquiera me miraba mientras me hablaba, no paraba de servir cosas.
-Es que he tenido que recoger a Mandy del aeropuerto.- mentí- y se me olvido avisarte ayer.-dije pasando al otro lado de la barra.
Me puse el delantal de trabajo y comencé a servir cervezas, refrescos y demás a la gente que cada vez crecía en número. Eran las doce, hora punta. ¡Las doce! Austin me iba a llamar a las doce.
Me escaqueé sin que Rustid se diera cuenta y entre en la sala de empleados. Al mirar mi móvil vi que en efecto la llamada estaba siendo realizada.
-Hola.-conteste con una gran sonrisa en mis labios
-Buenos días marmota, ¿Qué tal la mañana?-pregunto alegremente.
-Más ajetreada de lo que imaginaba.
-¿Mucho trabajo?
-Más del que me gustaría, ¿tú qué tal?
-Genial, hoy estoy en Miami grabando una nueva canción.
-Eso es estupendo, tendrás que enseñármela cuanto antes, no creo que pueda esperar.
-¡Alice!-escuche desde el bar.
-Austin tengo que irme, hablamos después.
-Vale chica trabajadora, hasta después.
Colgué rápido y salí para seguir atendiendo a la clientela, pero en mi cabeza solo tenía a Austin. Su perfecto pelo castaño claro que siempre asoma un poco bajo sus gorras o gorros, sus perfectos ojos azules verdosos y sus labios tan carnosos que me daban ganas de morder.
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If I lose myself [One Direction fanfic]
FanfictionDos amigas viviendo lo que llevaban esperando desde hace tiempo y cualquier adolescente de su edad querría. Amor, amistad, dolor, desengaño, libertad... es de lo que sus vidas están repletas pero, ¿qué pasa cuando el destino entra en juego? Alice y...