Después de pagar las cosas, los dos chicos salieron felices de la tienda, caminando lentamente, contrario a lo de antes.—Will, sobre Eleven.
El aire se puso tenso, el mencionado paro su caminar.
—No tienes que darme explicaciones, es tu novia, y supongo que lo entiendo—balbuceo, sintiendo un pinchazo al terminar de hablar.
Mike no respondió nada, tan solo observo a su amigo, y siguió caminando, escuchando las pisadas del otro detrás de él.
En pocos minutos llegaron a la casa.
Entraron, con una sola dirección en mente, el sótano, sin embargo, la voz de la madre de Mike, hizo que ambos pararan.
—Tu amigo Lucas, llamó, dijo que no podrá venir.
—Diablos—susurró el de cabellos negros, lo suficiente bajo, para que solo él se escuchara—. Gracias por decirme má, iré abajo con Will.
Ellos bajaron sin escuchar alguna otra cosa que la señora Wheeler quisiera decir.
—¿Qué hacemos ahora? No podemos jugar sin ellos.
—Podríamos hacer otra cosa—opinó Will sin saber realmente qué más podrían hacer, un poco triste por el hecho de que no vinieran otra vez sus amigos.
En estos últimos dos años, sus salidas en grupo habían bajado drásticamente.
—¿Qué otra cosa?—intervino sus pensamientos Mike—. Siempre vienen por Calabozos y Dragones, es prácticamente lo que único que hacemos.
—Podríamos, ¿Salir? ¿Al Arcade tal vez?
—¿Qué tal si solo salimos? Dar vueltas por Hawkins, ya no lo hemos hecho.
—Es una buena idea—aseguró sonriendo, le encantaba pasar momentos a solas con Mike.
—Iré a hacer algo, puedes esperar aquí o irte adelantando, como quieras.
—Te esperaré aquí, solo no tardes—dijo el ojiverde, poniendo una de aquellas sonrisas contagiosas.
Wheeler sin evitarlo copio el gesto, y fue hacia su cuarto, para poder tomar un par de cosas guardándolas en su mochila, pasando rápidamente al sanitario, arreglando un poco su atuendo, también su cabello, que estaba más desordenado de lo normal, cuando estuvo conforme con el resultado, salió, camino hacia la sala, para decirle a su madre que saldría, aún que no es que a esta le importara mucho.
—Mamá, saldré con Will por ahí, ya que no vendrán los demás.
—Esta bien, no llegues tarde.
Dio media vuelta, para poder decirle a su amigo, que ya podían irse, al entrar lo divisó viendo las fotos, mirando más específicamente una reciente, donde estaban todos, incluyendo a Eleven y Max.
Mike al verlo tan concentrado decidió entrar con el menor ruido posible, para que no se diera cuenta que estaba ahí, y funciono, ni si quiera se inmutó, estaba inmerso en su propio mundo.
Will levantó su mano, tocando la cara de Eleven, con una mirada melancólica.
—¿Qué haces Byers?—preguntó directamente.
El más bajo dio un pequeño salto por la impresión y se alejó de aquella fotografía, con un sonrojo máximo en sus rostro, a causa de la vergüenza de ser encontrado así.
—Nada—respondió rápido, y sin pensarlo.
—Claro, supongamos que te creo, ¿Nos vamos?
Will asintió, volteando hacia otra parte que no fuera la cara de su amigo. Salieron, ahora sin interrumpir a la señora Wheeler, que estaba hablando por el teléfono mientras alimentaba a la pequeña Holly.
—¿Llevamos las bicicletas?
—No, caminemos—dijo mirando hacia el sol con los ojos entrecerrados—. ¿Qué hora es? Podríamos pasar a desayunar por ahí.
—Si, hay que ir a desayunar, el comerme esos dulces me abrió el apetito, aunque no creo comer mucho.
—Entonces solo vamos a la cafetería de Loren, podemos comprar los batidos de siempre.
—Espero que tengan nuestros favoritos.
Caminaron sin más, hacia la cafetería que no quedaba tan lejos, la casa estaba bastante cerca a el centro de Hawkings, y eso facilitaba las cosas.
Llegaron entre charlas triviales después de 15 minutos, Will se sentó en la última mesa junto a la ventana, mientras su amigo pedía las cosas que comerían.—Aquí están—declaró alegre el pelinegro, mientras ponía la bandeja en la mesa.
Él ojiverde tomó sus cosas, y las ordenó bien, antes de empezar a comerlas, en silencio.
—Will—nombró Mike, el susodicho le ignoro.
—Oye Will—repitió alzando un poco el volumen de su voz.
—¿Qué?—preguntó Byers, dejando la hamburguesa (a la que estaba apunto de darle otro mordisco) de lado.
—Estamos hace 10 minutos aquí, y prácticamente me has ignorado, ¿Te pasa algo? Te veo un poco raro desde hace rato.
—¿Eh? ¿Raro? ¿De qué hablas?—siguió preguntando ahora con fingida inocencia.
—Sabes de qué hablo, no he podido preguntártelo, pero te veo diferente siempre que estoy con Jane, ¿Ocurre algo con ella? Dime la verdad.
Will desvió la mirada, hacia la ventana, viendo la calle y las personas pasar. En su mente divagaban los recuerdos de ellos antes y después de la mencionada.
Cuando por fin pudo regresar del upside down Mike se encontraba feliz de verle, pero no por eso se le quitaba el sentimiento de no tener a Eleven ahí. En el tiempo en el que la chica no estuvo, él chico de pecas le ponía toda la atención a Will, por un momento este pensó que lograría corresponderle, sin embargo, cuando Jane regresó, todo cambio, dejó de pasar tiempo con él, se enfocó en ella y hasta dejaron de salir en grupo.
—Aún que quisiera, no podría decirte la verdad Mike.
—¿A qué te refieres? Eres mi mejor amigo, puedes confiar en mí.
—Por esa razón es que no puedo.
—¡¿Qué es tan malo para no querer decírmelo?!—grito, sorprendiendo al castaño—. No puedo creer que no confíes en mí—dijo, bajando la voz drásticamente.
Los pocos ojos curiosos que habían volteado a ver a los chicos, regresaron rápidamente a lo suyo. Mientras Will bajaba la mirada, apenado.
—¿Podríamos hablar de esto luego? Este no es el lugar, ni el momento.
—¿Entonces cuando lo será William? ¿Cuándo lo será?
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Tres años después [Byler]
FanficEse sábado, no lo olvidaré nunca. Los personajes son de Stranger Things, propiedad de los hermanos Duffer.