Debido a mi reciente obsesión por esta pareja se me vinieron a la mente muchas ideas de fic para el Gilgamesh x Saber asi que sin mas les presento esta historia que estaba basada parcialmente en la forma en la que veo Glorius Score (Cancion de Len kagamine que trata de una bruja y un héroe)
Capítulo 1
Frio.
Aun cuando el sol estaba en su punto más alto las espesas nubes impedían que sus rayos acariciaran el pasaje nevado. El viento helado soplaba haciendo sentir a una joven de figura delicada, como su pequeño cuerpo se congelaba. Con lentitud la rubia tumbada en el suelo abrió los ojos sintiéndose agotada, su cuerpo dolía tanto que la sola idea de moverse le era devastadora, pero sabía que tenía que levantarse si no quería morir congelada pues la fina tela blanca que llevaba puesta como un vestido apenas y la protegía del crudo clima.
Se incorporó quedando de rodillas en el suelo y un fuerte dolor sacudió su cabeza devolviéndole de golpe todos los recuerdos que hasta hace segundos parecían perdidos. Gimió de dolor siendo invadida por una sensación de desesperó y al fijar su vista al frente se topó con una imagen que la tranquilizo, un hombre imponente estaba de pie frente a ella. Sus ojos verdes se encontraron con unos de un inusual color carmín, donde debería haber superioridad y arrogancia solo había melancolía y ligera tristeza, pero también alivio.
Sintió que quería romper a llorar en ese momento, pero no lo haría, Arturia Pendragon no lloraba, se lo había prometido a si misma mucho tiempo atrás.
Él le extendió la mano suavizando su mirada mientras encurvaba ligeramente sus labios en algo que podía catalogarse como una sonrisa, la máxima expresión que se podía obtener del rey.
La pequeña mujer del vestido blanco tomó su mano sin dudarlo al mismo tiempo que una ventisca los rodeaba dándole a la escena una imagen especial, como si hubiera estado esperando el momento indicado para coronar a la pareja con hermosos copos de nieve que esparcían su brillo al rodearlos.
Ya todo había terminado.
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Gilgamesh se despertó de golpe, había tenido un sueño que termino olvidando tan pronto había caído en la realización de que esa noche había soñado algo. Era una sensación muy usual despertarse sin poder recordar que era lo que tú mente había estado maquinando durante el descanso nocturno. Le restó importancia al asunto y se preparó para iniciar su día, como príncipe de Nilonia debía dar ejemplo a sus súbditos esforzándose por el futuro de su nación.
Nilonia era uno de los 9 reinos existentes y cuyo poderío era solamente igualado por el reino vecino pero cuyas tierras eran las más extensas y prosperas. Era gobernada por un rey noble y justo cuyo único hijo sería el heredero al trono.
El príncipe rubio era adorado por su pueblo, era amable y humilde, muchos pensaban que cuando creciera sería el mejor gobernante que un pueblo podría tener. Trabajaba diligentemente y ayudaba cuanto podía, había adelantado años de estudio en sus cortos 12 años de vida así que su tiempo libre lo utilizaba para convivir con su gente y eso era algo que lo hacía tan querido como respetado.
Amaba a su pueblo y su pueblo lo amaba a él.
Las sirvientas del castillo lo saludaron con cordialidad al verlo dirigirse a tomar el desayuno con su padre, hizo su rutina diaria, asistir a las clases privadas que sus maestros le daban, practicar magia y dominio de armas, visitar a sus caballos en los establos, convivir con su padre una hora al día y gozar de su tarde libre paseando por las calles de su ciudad. Era tan común que el rubio anduviera por ahí que la gente ya no se extrañaba de verlo correr de aquí para allá y jugar con algunos niños, después de todo el príncipe aún era joven.
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Sortilegio
RomanceSin que nadie lo supiera la historia estaba destinada a repetirse. Una y otra y otra vez los caprichos de esa entidad marcaban el destino de dos personas. Ellos estaban predestinados a pelear y matarse el uno al otro, como el héroe y la bruja de una...