Capítulo #18

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De camino a cenar, Niall me estaba contando de lo mucho que le tocó trabajar esta semana y que su mamá se había ido de vacaciones; me gustaba estar con él, era todo lo contrario a Harry... espera por qué lo estoy comparando con él, no tengo por qué hacerlo, ni en un millón de años. De pronto se me vino la imagen a la cabeza de que Harry estuviese en el departamento haciendo quien sabe qué cosa con Briana. Pero no sabía por qué esa situación me hacía tener náuseas, no me debía importar lo que ellos dos hicieran, pero bueno a lo mejor será el hecho de que los imaginaba en el sofá, en el que yo a veces lo utilizo... !Por Dios Jade, deja de pensar en eso!...
Trate de no hacerle caso a mis tontos pensamientos y mejor concentrarte en el hombre que tienes parado frente a ti, que él si vele la pena.
Fuimos a un restaurante que este estaba más lejos de lo usual, la verdad jamás lo había visto. Nos bajamos del coche, lo cual lo había dejado en un estacionamiento que solo estaba a una calle de este y empezamos a caminar...

J: no era necesario que viniésemos hasta acá, digo hay lugares mucho más cerca de mi departamento que este! (dije en forma de juego).

N: Haha es que quise sorprenderte... (Cuando me di cuenta no entramos por la puerta principal, a decir verdad se veía todo obscuro y cerrado, hasta que vi que nos dirigíamos a la parte trasera del restaurante en donde estaba una pequeña puerta, él la abrió y como todo buen caballero me dejó pasar a mí primero, subimos unas cuantas escaleras hasta que de pronto vi al fondo una pequeña mesa para dos iluminada por una luz tenue amarilla, no había nadie más que nosotros y el chef y de fondo se escuchaban baladas románticas)

N: ¿crees que es mucho para una segunda cita? (Dijo algo tímido, yo no pude evitarlo y me sonroje por completo)

J: ¡es... perfecto! (dije con una enorme sonrisa en los labios) pero como lo hiciste?

N: el padre de un buen amigo del trabajo es el dueño, así que lo convencí de que me ayudara. (sin pensarlo dos veces le di un pequeño beso en la mejilla y él sonrió)

Nos dirigimos a la mesa y él me recorrió la silla para que yo me sentara, ordenamos y esperamos hasta que nos trajeran la cena...

N: oye sé que no quieres hablar del tema, pero de verdad estoy muy intrigado...

J: sobre el ¿por qué odio tanto a Harry sí parece buena persona?

N: Hehe sí, ¡pero bueno no me tienes que contar si no quieres!

J: no te preocupes, digo no es algo súper dramático... es solo que cuando lo conocí, es decir la primera vez que lo vi en mi vida, fue en la cafetería donde trabajo... (Le empecé a contar todo tal cual paso, desde que lo conocí, como nos hemos tratado, las bromas que nos hacemos y sobre todo le conté sobre la amenaza que me él me hizo, de que haría todo lo posible por fastidiarme hasta que no me quedara más remedio que irme del departamento).

N: no pues sí que tienes tus razones para odiarlo.

J: si lo sé, pero tú no tienes que hacerlo, es decir, cuando vallas al departamento y te lo llagaras a topar, y te empieza a hablar, no le niegues la palabra, no sé qué tiene él, que a todos los que conoce les agrada, y se hacen amigos, y a decir verdad no sé por qué insiste en hacerme la vida imposible, es decir no que se le hice, no recuerdo haberle dicho o hecho algo... (Me empecé a perder en lo que le estaba diciendo hasta que él me tomó de la mano haciéndome volver).

N: no te mortifiques pensando en eso, yo sé que no eres capaz de lastimar a nadie, así que si él tiene algún problema contigo y te quiere molestar, no lo dejes, sabes que esa es la mejor manera de hacer enfadar a alguien, no haciéndole caso!

J: de verdad? Crees que funcione?

N: te lo aseguro...

No seguí dándole vueltas al asunto, ya que él tenía razón, mientras más le actuara en contra de él, el más se enfocaba en enfadarme!

Seguimos cenando, yo le conté un poco de mi hermana, de mi padre y de que perdí a mi mamá cuando yo era niña, él me hacía reír mucho, de una forma tan tierna y dulce, era todo un caballero...

J: hahahaha de verdad le dijiste eso? (Me estaba riendo de una de sus anécdotas que eme estaba contando).

N: si, te lo juro...

J: te creía capaz de todo menos de eso... (Él solo se quedó callado con una gran sonrisa en sus labios, y solo me veía a los ojos)

N: me encanta tu sonrisa y tus óyelos! (Hizo que me sonrojara de inmediato, agache la mirada, y me pase mi cabello por detrás de la oreja) y me gusta cómo te sonrojas cada que te digo algo!

J: es que no estoy acostumbrada a que me digan cosas como esas.

N: ¿de verdad? ¡Yo hubiese pensado que te lo dicen todo el tiempo!

J: pues no, es que la verdad no soy muy abierta con las personas y mucho menos con los hombre...

N: ¿enserio, Pero si has tenido novio, o no?

J: si, solo uno, pero no fue una relación muy buena que digamos, llego un punto en el que él y yo nos dimos cuenta de que ninguno de los dos nos queríamos, así que decidimos terminar! Solo estuvimos juntos como 6 meses!

N: de vio de estar loco por no haber querido a una mujer tan hermosa como tu...

Cada que él decía algo como eso yo no sabía que decir, obviamente me sonrojaba pero a decir verdad me sentía lago incomoda con ello, de cierta forma si me gustaba, pero en otra me sentía algo rara y no sabía el por qué si el me gustaba mucho...

Compañeros de CuartoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora