La Reputación De Amanda ✔

Capítulo 8

Mandy observo todas y cada una de los rostros de los presentes, los conocía a todos y todos los caballeros presentes acudían a su sala y pedían por ella. Sus ojos se cruzaron con unas pupilas color canela, su mundo se paro un segundo y luego siguió su escrutinio. No dejo ver en su rostro lo violenta que se sentía.

Mientras bailaba el vals con su hermano y sonreía, se sintió una cobaya acorralada. Su sonrisa no era nada natural, se sentía enojada, triste, sorprendida y dolida porque su hermano decidiera invitarlo cuando le había pedido que no lo hiciera. Peter estaba realmente hermoso y mirarlo dolía, más de lo que había imaginado.

- Se supone que no iba a estar. - Comenzó Mandy sin dejar de sonreír y dar la impresión de que disfrutaba.

- Apareció y ya no lo podía echar, además sabes que el ha sido mi amigo y aprecia mi familia como suya.

- De acuerdo. - Giro suavemente y realizo una reverencia perfecta al terminar la música. - Trata de que no se acerque, porque no tengo ganas de verle la cara a ese infeliz.

- Haré lo que pueda.

- Yo me asegurare de que no se te acerque, cariño. - Interrumpió Matt.

La conversación pasó desapercibida, se produjo en silencio sin ser vista y sus rostros no revelaron más que sonrisas cuando ambos fueron juntos del brazo a buscar un refrigerio. Y el conde se iba a buscar a Lorry. Los demás los siguieron con la mirada mientras todos se dirigían al salón para cenar.

Se sentaron en la gran mesa y con mucho tacto posicionaron a los invitados según su titulo. Por desgracia Peter y Amanda estaban muy cerca, sentados en frente y Peter estaba más a la derecha de Amanda. Cerca de Edward. Mandy procuro no mirar en su dirección pero sentía su mirada. Matt la entretuvo toda la cena.

La velada en si no fue tanto engorro como ella temía, pero odiaba ser el centro de atención. Se sentía cansada, nunca se quedaba tan tarde y sentía que estaba perdiendo el tiempo en trivialidades. Tenía preocupaciones en su cabeza como la enfermedad de su caballo, que plantas quiera plantar en su invernadero nuevo. Como había vuelto a Inglaterra volvía a ocupar su casa y había mandado a hacer un nuevo invernadero, y una cuadra para sus caballos y unas modificaciones en su casa.

Fueron al salón de baile de nuevo y bailó con todos los caballeros. Era inevitable no bailar con él, asique Amanda realizó una reverencia perfecta sin inmutarse, sin mostrar nada en su rostro más que una sonrisa amable . Peter la tomó en sus brazos y comenzó un nuevo vals.

- Es bueno verte de nuevo. Hermana de Edward, que sorpresa... - Comenzó Peter incomodo.

- Así como sabes.

Bailaron en silencio y ambos estaban incómodos, Peter sintió ese cuerpo de nuevo en sus brazos y sintió una calidez que no sentía desde hace mucho tiempo.

- Sigues hermosa como siempre. - Mandy le sonrió de una forma hermosa.

- Tu también.

Peter sintió ese cuerpo delicado tenso. Vio en sus ojos un vacío que no había visto nunca. Amanda lo miró a los ojos y vio una desolación parecida a la suya. Se miraron a los ojos sin comunicarse nada, no había anhelos ni los ojos sonrientes como los de antaño. Amanda sintió que todo su cuerpo reaccionaba como hacia tiempo no lo hacia, parecía que la fuerza gravitatoria los anclaba donde estaban. Miro el salón rehuyendo de su mirada, no permitió que nada se denotara en su rostro, esos eran sentimientos que ya habían sido barridos por el dolor, que la consumió con saña. Ya nada quedaba de la vieja Amanda, solo tenia el pecho vacío , era un cuerpo. Nada más que eso. Peter sintió como se tensaba y vio en su hermoso perfil algo que no había visto jamás en ella. Sus ojos al igual que su cuerpo ya no transmitían nada. Sus ojos estaban apagados, su cuerpo estaba flácido, como si no sintiera, ya no la sentía vibrar como antes.